La necedad está ligada en el corazón del muchacho;
Mas la vara de la corrección la alejará de él.
(Proverbios 22:15).
Mas la vara de la corrección la alejará de él.
(Proverbios 22:15).
Necedad. Los resultados de la herencia en la mente de los
niñitos se manifiestan tantas veces en descarríos y maldades, que la necedad
parecería ser parte esencial de la niñez.
Usando juiciosamente la corrección y la instrucción, los padres deben tratar de vencer el mal que ellos mismos han legado a sus hijos (caps. 19: 18; 23: 13; 29: 15).
Usando juiciosamente la corrección y la instrucción, los padres deben tratar de vencer el mal que ellos mismos han legado a sus hijos (caps. 19: 18; 23: 13; 29: 15).
PROPÓSITOS DE LA DISCIPLINA.
*EL DOMINIO PROPIO ES EL
PROPÓSITO PRIMORDIAL.
El objeto de la disciplina es
educar al niño para que se gobierne solo. Se le debería enseñar la confianza en sí mismo y el dominio propio. Por lo tanto, tan pronto como sea capaz de
comprender, se debería alistar su razón de parte de la obediencia. Procurad que todo el trato con él muestre que
la obediencia es justa y razonable. Ayudadle a ver que todas las cosas están sujetas a leyes y que la
desobediencia conduce, al fin, al desastre y el sufrimiento. Cuando Dios prohíbe una cosa nos amonesta, en
su amor, contra las consecuencias de la desobediencia a fin de salvarnos de
daños y pérdidas (La Educación, pág. 279).
CONSÍGASE EL PODER DE LA
VOLUNTAD.
Sólo se logra el verdadero objeto
del reproche cuando se induce al transgresor a ver su falta y se prepara su
voluntad para su corrección. Obtenido
esto, indíquesele la fuente del perdón y poder (Id., pág. 283).
Los que educan a sus alumnos para
que sientan que reside en sí mismos el poder de llegar a ser hombres y mujeres
de honra y utilidad, serán los que tendrán un éxito más permanente (Fundamentals
of Christian Education, pág. 58).
CORREGID LOS MALOS HÁBITOS Y LAS
MALAS INCLINACIONES
Y TENDENCIAS.
Y TENDENCIAS.
Es obra de los padres restringir,
guiar y controlar. No pueden cometer un
mal peor que permitir que sus hijos satisfagan todos sus deseos 208 y fantasías
pueriles, y dejarlos que sigan sus propias inclinaciones; no les pueden hacer
un mal peor que dejar en su mente la impresión que deben vivir para agradarse a
sí mismos y divertirse, para seguir sus propias inclinaciones y buscar sus
propios placeres y compañías... Los jóvenes necesitan padres que los
eduquen y disciplinen, que les corrijan sus malos hábitos e inclinaciones y
poden sus malas tendencias.
(Manuscrito 12, 1898).
(Manuscrito 12, 1898).
DERRIBAD EL BALUARTE DE SATANÁS.
Madres, el destino de vuestros
hijos descansa en gran medida en vuestras manos.
Si no cumplís vuestro deber, podéis colocarlos en las filas de Satanás y hacerlos sus agentes para arruinar otras almas. O vuestra fiel disciplina y ejemplo piadoso pueden conducirlos a Cristo, y ellos a su vez influirán en otros, y así se salvarán muchas almas por vuestro medio (Signs of the Times, 9-2-1882).
Si no cumplís vuestro deber, podéis colocarlos en las filas de Satanás y hacerlos sus agentes para arruinar otras almas. O vuestra fiel disciplina y ejemplo piadoso pueden conducirlos a Cristo, y ellos a su vez influirán en otros, y así se salvarán muchas almas por vuestro medio (Signs of the Times, 9-2-1882).
Observemos cuidadosamente y
comencemos a recoger nuestros puntos corridos.* Derribemos los baluartes del
enemigo. Corrijamos misericordiosamente
a nuestros amados y preservémoslos del poder del enemigo. No os desaniméis.
(Review and Herald, 16-7-1895).
(Review and Herald, 16-7-1895).
ENSEÑAD EL RESPETO A LAS
AUTORIDADES DIVINA Y PATERNA.
Los hijos... debieran ser
preparados, educados y disciplinados hasta que lleguen a ser obedientes a sus
padres, respetando su autoridad. En esta
forma el respeto a la autoridad divina será implantado en su corazón y la
educación de la familia será como una escuela preparatoria para la familia
celestial. La educación de los niños y
jóvenes debiera ser de tal carácter que los hijos estén preparados para asumir
sus deberes religiosos y quedar así 209 preparados para entrar en las cortes
celestiales (Id., 13-3-1894).
El que es la fuente de todo
conocimiento ha fijado las condiciones de nuestra idoneidad para entrar en el
cielo de los bienaventurados con estas palabras: "Bienaventurados los que
guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y
que entren por las puertas en la ciudad". La obediencia a los mandamientos de Dios es el precio del cielo, y la
obediencia a los padres en el Señor es la lección importantísima que deben
aprender los hijos (Manuscrito 12, 1896).
OBEDIENCIA POR PRINCIPIO Y NO A
LA FUERZA.
Decid a vuestros hijos
exactamente lo que requerís de ellos. Comprendan
entonces que vuestra palabra es ley y debe ser obedecida. Así los estáis educando para que respeten los
mandamientos de Dios,... es mucho mejor que vuestros muchachos obedezcan por
principio y no a la fuerza. (Review and Herald, 15-9-1904).
UNA LECCIÓN DE CONFIANZA
IMPLÍCITA.
Isaac queda atado por las manos
temblorosas y amantes de su padre compasivo, porque Dios lo ha dicho. El hijo se somete al sacrificio, porque cree
en la integridad de su padre. . . . Este acto de fe de Abrahán ha sido registrado
para nuestro beneficio. Nos enseña la
gran lección de confiar en los requerimientos de Dios, por severos y crueles
que parezcan; y enseña a los hijos a someterse enteramente a sus padres y a
Dios. Por la obediencia de Abrahán se
nos enseña que nada es demasiado precioso para darlo a Dios (Joyas de los
Testimonios, tomo 1, pág. 353).
LOS JÓVENES RESPONDERÁN A LA
CONFIANZA.
Debe impresionarse a los jóvenes
con la idea de que se les tiene confianza. Tienen un sentido del honor y quieren ser respetados, y en esto están en
su derecho. Si los alumnos reciben la
impresión de que no pueden 210 ni salir ni entrar, sentarse a la mesa o estar
en cualquier lugar, aun en sus habitaciones, a menos que se los vigile, un ojo
crítico esté sobre ellos para criticar y desatarlos, esto tendrá la influencia
de desmoralizarlos y un pasatiempo no les proporcionará placer. Este conocimiento de una vigilancia continua
es más que una tutoría paternal y mucho peor; pues los padres prudentes,
mediante el tacto, con frecuencia pueden discernir debajo de la superficie y
ver la obra de la mente inquieta por debajo de los anhelos de la juventud, o
bajo las fuerzas de las tentaciones, y pueden hacer sus planes para trabajar
contrarrestando los males. Pero esta
vigilancia continua no es natural y produce los males que está procurando
evitar. La salud de los jóvenes requiere
ejercicio, alegría y una atmósfera feliz y agradable que los rodee para el
desarrollo de la salud física y del carácter simétrico.
(Fundamentals of Christian Education, pág. 114).
(Fundamentals of Christian Education, pág. 114).
EL GOBIERNO PROPIO EN CONTRA DE
LA AUTORIDAD ABSOLUTA.
En muchas familias, los niños
parecen bien educados, mientras están bajo la disciplina y el adiestramiento;
pero cuando el sistema que los sujetó reglas fijas se quebranta, parecen
incapaces de pensar, actuar y decidir por su cuenta. Estos niños han estado durante tanto tiempo
bajo una regla férrea sin que se les permitiera pensar o actuar por su cuenta
en lo que les correspondía, que no tienen confianza en sí mismos para obrar de
acuerdo con su propio juicio u opinión. Y cuando se apartan de sus padres para actuar por su cuenta, el juicio
ajeno los conduce en dirección equivocada. No tienen estabilidad de carácter. No se les ha hecho depender de su propio juicio a medida que era
posible, por lo tanto su mente no se ha desarrollado ni fortalecido
debidamente. Han estado durante tanto
tiempo absolutamente controlados por sus padres, que fían 211 completamente en
ellos;
sus padres son para ellos mente y juicio.
sus padres son para ellos mente y juicio.
Por otro lado, no se debe dejar a
los jóvenes que piensen y actúen independientemente del juicio de sus padres y
maestros. Debe enseñárseles a los niños
a respetar el juicio experimentado y a ser guiados por sus padres y maestros. Se los debe educar de tal manera que sus
mentes estén unidas con las de sus padres y maestros, y se los ha de instruir
para que comprendan lo conveniente que es escuchar sus consejos. Entonces, cuando se aparten de la mano
guiadora de sus padres y maestros, su carácter no será como el junco que
tiembla al viento.
En el caso de que no se les
enseñe a los jóvenes a pensar debidamente y actuar por su cuenta, en la medida
en que lo permita su capacidad e inclinación mental, a fin de que por este
medio pueda desarrollarse su pensamiento, su sentido de respeto propio, y su
confianza en su propia capacidad de obrar, el adiestramiento severo producirá
siempre una clase de seres débiles en fuerza mental y moral. Y cuando se hallen en el mundo para actuar
por su cuenta, revelarán el hecho de que fueron adiestrados como los animales,
y no educados. Su voluntad, en vez de
ser guiada, fue forzada a someterse por la dura disciplina de padres y maestros.
(Joyas de los Testimonios, tomo 1, págs. 315, 316).
(Joyas de los Testimonios, tomo 1, págs. 315, 316).
LOS MALOS RESULTADOS CUANDO UNA
MENTE DOMINA A OTRA.
Aquellos padres y maestros que se
jactan de ejercer el dominio completo de la mente y la voluntad de los niños
que están bajo su cuidado, dejarían de jactarse si pudiesen ver la vida futura
de los niños así dominados por la fuerza o el temor. Carecen casi completamente de preparación
para compartir las severas responsabilidades de la vida. Cuando estos jóvenes ya no estén bajo el
cuidado de sus padres y maestros, y estén obligados a pensar y actuar 212 por
su cuenta, es casi seguro que seguirán una conducta errónea y cederán al poder
de la tentación.
No tienen éxito en esta vida; y se advierten las mismas deficiencias en su vida religiosa. Si los instructores de los niños y los jóvenes pudiesen ver desplegados delante de ellos el resultado futuro de su disciplina errónea, cambiarían su plan de educación. Esa clase de maestros que se congratulan de dominar casi por completo la voluntad de sus alumnos, no son los que tienen más éxito, aunque momentáneamente las apariencias sean halagadoras.
No tienen éxito en esta vida; y se advierten las mismas deficiencias en su vida religiosa. Si los instructores de los niños y los jóvenes pudiesen ver desplegados delante de ellos el resultado futuro de su disciplina errónea, cambiarían su plan de educación. Esa clase de maestros que se congratulan de dominar casi por completo la voluntad de sus alumnos, no son los que tienen más éxito, aunque momentáneamente las apariencias sean halagadoras.
Dios no quiso nunca que una mente
humana estuviese bajo el dominio completo de otra. Los que se esfuerzan porque la individualidad
de sus alumnos se funda en la suya, para ser mente, voluntad y conciencia de
ellos, asumen terribles responsabilidades. Estos alumnos pueden, en ciertas ocasiones, parecerse a soldados bien
adiestrados. Pero, cuando se elimine la
restricción, no actuarán en forma independiente, basados en principios firmes
que existan en ellos.
(Id. págs. 316, 317).
(Id. págs. 316, 317).
MEDIANTE HABILIDAD Y PACIENTE
ESFUERZO.
Se requieren habilidad y paciente
esfuerzo para modelar a los jóvenes en la forma correcta. Especialmente, los niños que han venido al
mundo cargados con una herencia de mal, como resultado directo de los pecados
de sus padres, necesitan muchísimo la más cuidadosa cultura para desarrollar y
fortalecer sus facultades morales e intelectuales. Y la responsabilidad de los padres es
ciertamente difícil. Han de restringirse
cuidadosamente las malas tendencias y deben reprocharse tiernamente; ha de
estimularse la mente en favor de lo correcto. Debiera animarse al niño para que logre gobernarse a sí mismo. Y esto ha de hacerse juiciosamente, pues
podría frustrarse el propósito deseado.
(Christian Temperance and Bible Hygiene, pág. 138). 213
Conducción Del Niño (EGW).
(Christian Temperance and Bible Hygiene, pág. 138). 213
Conducción Del Niño (EGW).
SECCIÓN X. LA DISCIPLINA Y SU ADMINISTRACIÓN.
SECCIÓN XI. DISCIPLINA DEFECTUOSA.
Ministerio Hno. Pio
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