martes, 28 de julio de 2020

116. AMONESTACIÓN CONTRA LA PEREZA.

6 Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; 7 La cual, no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, 8 Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. 9 Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? 10 Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo; 11 Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado. (Proverbios 6).

6. Ve A La Hormiga. La pereza es una causa más segura de pobreza y miseria que el salir de fiador por otro. El amigo en el cual se tuvo confianza puede prosperar, y tal vez nunca se exija el pago de esa promesa; pero el perezoso indudablemente se verá en dificultades.
7. No Teniendo Capitán. Salomón estudiaba atentamente la naturaleza (1 Rey. 4: 33). 
Estaba intrigado por la forma en que las hormigas desarrollaban su vida en comunidad, con perfecto orden y cooperación, sin que nadie vigilara el proceso ni dictaminara qué trabajo debía hacer cada miembro. Dios tanto suple las necesidades de la hormiga como las de todo ser viviente (Sal. 145:15,16); pero la hormiga construye sus almacenes y acopia su alimento mediante su propia labor diligente. La fuerza, la habilidad y la perseverancia instintiva de la hormiga también provienen de Dios, Creador y Sustentador de todas las cosas.
8. Recoge... su mantenimiento. 
Algunas especies de hormigas recogen y almacenan alimentos.
Otras recogen materiales en los cuales plantan y cultivan hongos.  
No hay duda en cuanto a la laboriosidad de la hormiga.
La LXX tiene la siguiente interesante añadidura: 
"O anda a la abeja y aprende cuán laboriosa es, 
y cuán diligentemente se empeña en su trabajo;
 y cuyo producto usan para su salud los reyes y los ciudadanos. 
Todos la buscan y la estiman; y aunque débil corporalmente, 
por su sabiduría es tenida en mucha estima".
9. ¿Hasta Cuándo? 
Es evidente el propósito del sabio al dirigir la atención del perezoso a la hormiga: que aquél, avergonzado por ésta, se ponga en acción. El hombre ha sido dotado de libre albedrío. 
En vez de ser impulsado por un instinto imperativo, debe emplear su inteligencia y su voluntad para que lo impulsen a suplir sus necesidades. Muchos perezosos, avergonzados por estas palabras u otras similares, han sido impulsados a trabajar; y para sorpresa suya han descubierto que el trabajo es agradable y provechoso. Otros han continuado en su pereza y necesidad, hasta llegar a un fin deshonroso.
10. Un Poco De Sueño.
 Se presenta la ilustración de un perezoso
 que da vueltas en la cama, y dice:
 "Dentro de un ratito me levantaré para trabajar". 
Nótese la repetición de este versículo (cap. 24: 33).
11. Caminante. El caminante emprende su viaje y persevera hasta llegar a su meta, y también la pobreza y la necesidad seguramente alcanzarán al perezoso. Circunstancias favorables, ayuda de amigos y parientes, pueden postergar el día de la rendición de cuentas; pero sin duda llegará, con la irresistible fuerza de un hábil guerrero bien armado. Amen.
Ministerio Hno. Pio

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