sábado, 25 de julio de 2020

84. UNA PERSUASIÓN A LA OBEDIENCIA.

“Salomón, A Fin De Persuadir Hacia La Obediencia, 
Habla De La Instrucción Que Recibió De Sus Padres”.

1 OÍD, hijos, la enseñanza de un padre, Y estad atentos, para que conozcáis cordura. 2 Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley. 3 Porque yo también fui hijo de mi padre, Delicado y único delante de mi madre. 
4 Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, 
Guarda mis mandamientos, y vivirás. (Proverbios 4).

1. Enseñanza. Heb. musar. Ver com. cap. 1: 2. 
(Doctrina. De musar, "instrucción".  Musar deriva de la raíz yasar: "amonestar", "disciplinar", "corregir"; a veces, "castigar". Puede también significar el resultado de la instrucción, y por esto equivale a sabiduría).
2. Buena Enseñanza. Salomón sabía que era una buena enseñanza, pues la había recibido de su padre (vers. 4). David había adquirido sabiduría durante su larga experiencia llena de sinsabores.
3. Hijo De Mi Padre. Las palabras de este versículo dan a entender que hubo una relación más íntima que la normal entre padre e hijo. Salomón era el motivo de las esperanzas y aspiraciones de su padre. Fue designado por Dios para que construyera el templo para el cual con tanto amor y cuidado David 974 había hecho preparativos (2 Sam. 7: 12-16; 12: 24, 25;
 1 Crón. 22: 9). El intenso afecto de su padre piadoso y consagrado no podía dejar de afectar la vida y el carácter de Salomón.
4. El Me Enseñaba. Salomón comienza, posiblemente, desde este versículo, a citar las inolvidables palabras de David. No sabemos dónde terminan estas palabras ni dónde Salomón comienza a hablar de nuevo. Quizá la división más clara se encuentra al final de este capítulo. La instrucción es apropiada para un hijo "delicado y único" (vers. 3), mientras que el capítulo siguiente trata de un tema muchas veces repetido por Salomón: advertencias contra la mujer extraña. 3CBA/Ministerio Hno. Pio

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