1 HIJO mío, si recibieres mis palabras, Y mis
mandamientos guardares dentro de ti, 2 Haciendo estar atento tu oído a la
sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, 3 Si clamares a la
inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; 4 Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñaras como a tesoros, 5 Entonces entenderás el temor de Jehová, Y
hallarás el conocimiento de Dios. 6 Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca
viene el conocimiento y la inteligencia. 7 El provee de sana sabiduría a los
rectos; Es escudo a los que caminan rectamente. 8 Es el que guarda las veredas
del juicio, Y preserva el camino de sus santos. 9 Entonces entenderás justicia,
juicio Y equidad, y todo buen camino. (Proverbios 2).
1. Hijo Mío. Estas
palabras indican que Salomón ya no habla más en nombre de la sabiduría. Aquí
comienza una serie de oraciones condicionales que culminan en los vers. 5 y 9.
La exhortación a "guardar" los mandamientos se refiere a atesorar palabras de sabiduría para tener una correcta orientación en los momentos difíciles del futuro.
La exhortación a "guardar" los mandamientos se refiere a atesorar palabras de sabiduría para tener una correcta orientación en los momentos difíciles del futuro.
2. Atento Tu Oído. Una
combinación de la diligencia con el amor a la sabiduría.
Para hacer el bien no sólo se necesita desear ser bueno, sino también estar dispuesto a realizar el esfuerzo necesario para lograrlo.
Para hacer el bien no sólo se necesita desear ser bueno, sino también estar dispuesto a realizar el esfuerzo necesario para lograrlo.
3. Si Clamares. Otra metáfora
con diferente énfasis. Se sustituye el cuadro de la sabiduría que clama a los
simples, por el de un joven que implora por la capacidad de saber discriminar
entre el bien y el mal (cf. cap. 1: 20).
4. La Buscares. Se destaca
la necesidad de esforzarse para obtener sabiduría. Hay que cavar profundamente
con la perseverancia del que busca metales preciosos, a fin de conseguir el
conocimiento salvador de la gracia de Dios. El deseo de adquirir tesoros
terrenales obliga a la gente a gastar mucho tiempo, dinero y esfuerzo en
aquello que con frecuencia resulta en una búsqueda inútil. La misma intensa dedicación debería
caracterizar al que busca la sabiduría divina: ningún chasco ni dificultad
debiera apagar el ardor de su búsqueda. La revelación de Dios en su Palabra es
la mina en la cual cada creyente debe buscar personalmente la verdad (ver CS
656).
5. Hallarás El Conocimiento. La
exploración en busca de tesoros podrá fracasar, pero el que verdaderamente
investiga en la Palabra de Dios nunca dejará de llegar a la comprensión de que
"el temor de Jehová es el principio de la sabiduría". Aun cuando nunca se podrá obtener un
conocimiento exhaustivo de Dios, y aunque se dedique una feliz eternidad a
aprender cada vez más acerca de la amante naturaleza del Altísimo, a cada
buscador de la verdad se le promete conocimiento suficiente para la salvación
(Mat. 7: 7, 8).
Dios. Heb. 'Elohim,
nombre de Dios que sólo aparece cinco veces en el libro de Proverbios.
(2: 5, 17; 3: 4; 25: 2; 30: 9). En este libro se emplea comúnmente el título Yahweh: "Jehová" (RVR), "Yahveh" (BJ), "Yavé" (NC).
(2: 5, 17; 3: 4; 25: 2; 30: 9). En este libro se emplea comúnmente el título Yahweh: "Jehová" (RVR), "Yahveh" (BJ), "Yavé" (NC).
6-7. Jehová Da Y Provee. Aquí se
presentan las razones por las cuales el ferviente buscador de la verdad siempre
puede estar seguro de que encontrará sabiduría. Jehová es la fuente, y su gran
amor lo mueve a recompensar a todos los que le buscan.
8. Guarda Las Veredas. Los que
andan por el camino ancho del pecado rechazan la protección de Dios, pero
quienes van por el sendero estrecho de la justicia son objeto del especial cuidado
divino. Todas las fuerzas del cielo están disponibles al instante para
guiarlos, fortalecerles y protegerlos (Heb. 1: 13, 14).
9. Entenderás Justicia. Como
resultado adicional de la sincera búsqueda de sabiduría, se cumplirá el
propósito del libro, como se lo expresa en el cap. 1:3. Es necesario tener una
verdadera comprensión del camino correcto de la vida a fin de andar por él.
3CBA
Ministerio Hno. Pio
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