lunes, 27 de julio de 2020

104. LOS PEREZOSOS.

13 Dice el perezoso: El león está en el camino; 
El león está en las calles. 
14 Como la puerta gira sobre sus quicios, 
Así el perezoso se vuelve en su cama. 
15 Mete el perezoso su mano en el plato; 
Se cansa de llevarla a su boca. 
16 En su propia opinión el perezoso es más sabio 
Que siete que sepan aconsejar. (Proverbios 26).

13. El León. Cf. cap. 22: 13. Lo absurdo de este pretexto del perezoso revela cuán deteriorado tiene el carácter. Son remotas las posibilidades de que un león feroz o un asesino anden sueltos en la calle de la ciudad; pero el perezoso las usa como pretexto para seguir en la holgazanería.
14. El Perezoso. El hecho de que se dé tantas vueltas muestra que el perezoso no necesita dormir tanto. Se dispone a levantarse, pero debido a su indolencia y desgano para hacer frente a la vida, se acuesta de nuevo (caps. 6: 9; 24: 33).
15. Mete El Perezoso. Cf. cap. 19: 24. Todos los comensales acostumbraban antiguamente servirse de una fuente común. El perezoso mete la mano en el alimento sin duda para sacar los mejores bocados. Salomón sugiere, irónicamente, que el perezoso no se molesta en acercar el alimento a la boca.
16. En Su Propia Opinión. Una razón por la cual el perezoso está más seguro de sí mismo y de su propia sabiduría que de la sabiduría de todos los entendidos es que es demasiado indolente para investigar por sí mismo las cosas. Está satisfecho con opiniones preconcebidas y adopta cualquier punto de vista que se le presente, siempre que le sea agradable. Quienes saben aconsejar examinan los asuntos durante suficiente tiempo como para darse cuenta de que muchas cosas pueden considerarse desde varios ángulos. Evitan la ignorancia dogmática de los que no piensan. 3CBA
Ministerio Hno. Pio

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