13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,
Y que obtiene la inteligencia; 14 Porque su ganancia es mejor que la ganancia
de la plata, Y sus frutos más que el oro fino. 15 Más preciosa es que las
piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. 16
Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda, riquezas y honra. 17
Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz. 18 Ella es árbol
de vida a los que de ella echan mano, Y bienaventurados son los que la
retienen. (Proverbios 3).
13. Bienaventurado El Hombre. Después de
haber sido castigado por el Padre celestial,
el hijo encuentra el camino de la bendición, y desde entonces puede seguir aprendiendo del abundante tesoro de conocimiento celestial. Todas las bendiciones están al alcance de la persona que, comenzando por el temor de Jehová, sigue con la sabiduría, y ahora bebe de la fuente que siempre mana agua de vida (ver Juan 4: 14).
el hijo encuentra el camino de la bendición, y desde entonces puede seguir aprendiendo del abundante tesoro de conocimiento celestial. Todas las bendiciones están al alcance de la persona que, comenzando por el temor de Jehová, sigue con la sabiduría, y ahora bebe de la fuente que siempre mana agua de vida (ver Juan 4: 14).
14. La Ganancia De La Plata. Salomón
compara el valor de la sabiduría con el de otras cosas preciosas. Toma algunas
de sus comparaciones de su comercio con oro y plata.
(1 Rey. 10: 21-23). Bien conocía él las ganancias que podían obtenerse mediante el comercio con esos metales preciosos. Sin embargo, se daba cuenta de que era mayor y más duradera la ganancia obtenida al comerciar con la sabiduría. Cuando el amor al dinero se interpone entre una persona y el aumento de su adquisición de la verdadera sabiduría, sus riquezas materiales se convierten en una trampa (1 Tim. 6: 9, 10). Si hay que tomar una decisión, es mejor negociar con la sabiduría y ser pobre en oro y plata, que recoger una cosecha de riquezas terrenales y ser pobre en sabiduría y otros tesoros eternos.
(1 Rey. 10: 21-23). Bien conocía él las ganancias que podían obtenerse mediante el comercio con esos metales preciosos. Sin embargo, se daba cuenta de que era mayor y más duradera la ganancia obtenida al comerciar con la sabiduría. Cuando el amor al dinero se interpone entre una persona y el aumento de su adquisición de la verdadera sabiduría, sus riquezas materiales se convierten en una trampa (1 Tim. 6: 9, 10). Si hay que tomar una decisión, es mejor negociar con la sabiduría y ser pobre en oro y plata, que recoger una cosecha de riquezas terrenales y ser pobre en sabiduría y otros tesoros eternos.
15. Piedras Preciosas. Se desconoce
el sentido exacto de la palabra hebrea que aquí se emplea (ver com. Job 28:
18). Algunos traducen "perlas", y otros, "corales", pues en
árabe hay una palabra similar que significa "ramificación". La LXX
traduce "piedras preciosas".
En todo caso, se habla de algo muy preciado, quizá de más valor que el oro fino, porque Salomón parece estar llegando al grado máximo de su comparación. La sabiduría es tan deseable, que nada que el ser humano pueda desear sobrepasa su valor.
En todo caso, se habla de algo muy preciado, quizá de más valor que el oro fino, porque Salomón parece estar llegando al grado máximo de su comparación. La sabiduría es tan deseable, que nada que el ser humano pueda desear sobrepasa su valor.
16. Largura De Días. La sabiduría
nunca viene sola.
Cuando Salomón escogió pedir sabiduría, el Señor le prometió que además tendría larga vida, riquezas y honra (1 Rey. 3: 5-14). En este pasaje se representa a la sabiduría como portadora de esos otros dones. En la enumeración de los dones del primer libro de Reyes, la largura de días es el último de ellos, y está condicionada a la obediencia a los mandamientos de Dios.
En los Proverbios, Salomón le da el primer lugar, a la "mano derecha", posición de honor en el Cercano Oriente (ver Sal. 110: 1); pero "en su izquierda, [las] riquezas y honra".
Cuando Salomón escogió pedir sabiduría, el Señor le prometió que además tendría larga vida, riquezas y honra (1 Rey. 3: 5-14). En este pasaje se representa a la sabiduría como portadora de esos otros dones. En la enumeración de los dones del primer libro de Reyes, la largura de días es el último de ellos, y está condicionada a la obediencia a los mandamientos de Dios.
En los Proverbios, Salomón le da el primer lugar, a la "mano derecha", posición de honor en el Cercano Oriente (ver Sal. 110: 1); pero "en su izquierda, [las] riquezas y honra".
Si bien puede considerarse que esta promesa se
aplica hoy preferentemente a la recompensa eterna de los justos, también es
verdad que la prudencia y la sagacidad en buena medida aseguran larga vida y
prosperidad en este mundo. Muchos sufren los efectos nocivos de haber comido y
bebido lo que es perjudicial y haber seguido otras prácticas malsanas. Parte de
la sabiduría consiste en estudiar la relación que hay entre el régimen
alimentarlo y la salud, y procurar vivir en armonía con el plan del Creador. El
sabio no siempre adquirirá grandes riquezas, pero encontrará que la piedad
acompañada de contentamiento es una gran ganancia y que los buenos siempre
apreciarán la sabiduría (1 Tim. 6: 6).
17. Caminos Deleitosos. Muchos
piensan que las diversiones frívolas y las actividades improductivas son los
medios para disfrutar del placer, pero el verdadero gozo y la satisfacción
duradera sólo se encuentran si se busca la sabiduría. Salomón hace notar la
tranquilidad y la bienaventuranza de andar por los caminos poco transitados de
la sabiduría, en vez de seguir a las multitudes que persiguen los placeres
sensuales transitorios que no dan recompensa alguna.
18. Árbol De Vida. Como
nuestros primeros padres no se dejaron guiar por la sabiduría, sino que
siguieron a Satanás, ninguno de nosotros ha tenido el privilegio de comer del
árbol de la vida. Pero la sabiduría divina nos conducirá por un camino de vida
que tendrá el mismo resultado original: nos proporcionará una vida más plena y
larga en este mundo, y nos dará acceso al mismo árbol de la vida en el mundo
venidero (Apoc. 22: 14). 3CBA
Ministerio
Hno. Pio
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