Desde la caída de Adán y Eva. El enemigo
trata de destruir la imagen de Dios, Por medio de esculturas, imágenes, estatuas,
a través de los siglos, que ya dura este gran conflicto. Pregunta Dios ¿A qué,
pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? 40:18.
Los ídolos son nada; Dios es el único Dios verdadero, porque conoce y
predice el futuro, y es nuestro creador. Su pueblo puede confiar sin reservas,
plenamente en él. Por tanto, es
inútil, confiar en los ídolos.
El segundo mandamiento dice: 4 No te harás imagen, NI NINGUNA semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni
en las aguas debajo de la tierra.5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás;
porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los
padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me
aborrecen, 6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis
mandamientos. Éxodo 20.
21 Alegad por vuestra causa, dice Jehová; presentad vuestras pruebas,
dice el Rey de Jacob. 22 Traigan, anúnciennos lo que ha de venir; dígannos
lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazón en ello;
sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir. 23
Dadnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois
dioses; o a lo menos haced bien, o mal, para que tengamos qué contar, y
juntamente nos maravillemos. 24 He aquí que vosotros sois nada, y vuestras
obras vanidad; abominación es el que os escogió. (Isaías 41).
21. Alegad Por Vuestra Causa. Dios desafía a los adoradores de dioses falsos a que presenten
evidencias convincentes del poder de esos dioses. Aquí (vers. 21-26) se muestra la capacidad para predecir el futuro como
una prueba del poder divino. En esta parte de su libro, Isaías señala repetidas veces que las
predicciones proféticas son una prueba de que el verdadero Dios es todo lo que
pretende ser (cap. 41: 4; 42: 9; 43: 9; 44: 7; 45: 11, 21; 46: 9-10; 48: 3-7,
16). La otra gran prueba del verdadero Dios es su poder
creador (ver com. Isa. 40: 12, 26; cf. Sal. 96: 5).
22. Lo Que Ha Pasado. Que los ídolos
aleguen a favor de su propia causa; que demuestren lo que han hecho en favor
del mundo. ¿Acaso han hecho algo para que sea un lugar mejor donde vivir? ¿Han
traído justicia, misericordia, rectitud o verdad? ¿Qué pueden revelar de los
secretos del remoto pasado? ¿Pueden, acaso, explicar cómo el mundo llegó a ser,
o cómo llegó a existir el hombre?
Lo Que Ha De Venir. Que los ídolos
predigan, si pueden hacerlo, acerca de las cosas que han de venir. Que intenten
abrir el futuro como si fuera un libro. Dios puede hacerlo, pero ellos no. El
conoce el futuro tan bien como el pasado. Satanás sabe algo de lo
que ha de venir, pero lo que sabe lo ha aprendido de lo que Dios ha revelado.
Además, puede en parte predecir el curso de acción que adoptarán los que están
bajo su control. Pero sólo Dios puede en verdad predecir el futuro.
Después de presentar este reto a los adoradores de falsos dioses, el
Señor presenta una serie de predicciones notables en cuanto al futuro. Hay
profecías referentes a Ciro (cap. 44: 28; 45: 1), a la venida del Mesías para
dar su vida por el hombre (cap. 53), a su misión divina (cap. 61: 1-3), a la
proclamación del Evangelio al mundo (cap. 54: 1-3; 60: 1-5), a la humillación
de Babilonia y de sus ídolos (cap. 46: 1-2; 47: 1-5; 48: 14), a la liberación
de los Judíos del cautiverio babilónico (cap. 51: 11), a la restauración de la
tierra a su hermosura edénica (cap. 65: 19-25; 66: 22-23), y al castigo de los
impíos (cap. 66: 14-16, 24). El cumplimiento de estas predicciones es una evidencia
decisiva de que Jehová es el verdadero Dios.
23. Haced Bien, O Mal. Los paganos
creían tanto en espíritus buenos como en espíritus malos. Adoraban a ambos. Se
adoraba a los espíritus buenos a fin de recibir bienes de parte de ellos; y se
adoraba a los espíritus malos a fin de ganar su buena voluntad y evitar su ira.
Este desafío parecería indicar que estos dioses no hacían nada, ni bueno ni
malo.
24. Vosotros Sois Nada. Este es el veredicto de Isaías respecto a los ídolos (ver 1 Cor. 8:4). Quienes fabrican esos dioses y los adoran son abominación para el mundo. Ocasionan a sus prójimos el mal y no el bien, y se degradan a sí mismos y a sus semejantes. (Deut. 7:25-26). 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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