sábado, 10 de octubre de 2020

382. LA CAUSA DE LA CAUTIVIDAD DE JUDÁ (Isaías 50:1-3).

Isaías 50. Habla del porqué, Judá es llevado cautivo: “Por su maldad” Porque tanto tiempo los soportó, pero no quisieron cambiar y vivir conforme a la palabra de Dios. Dios les da evidencias de como los libró de enemigos poderosos.

Cristo declara que no se le debe imputar la pérdida de los judíos, porque él ayuda a quienes confían en él,

1 ASÍ dijo Jehová: ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿O quiénes son mis acreedores, a quienes yo os he vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos, y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre. 2 ¿Por qué cuando vine, no hallé a nadie, y cuando llamé, nadie respondió? ¿Acaso se ha acortado mi mano para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; convierto los ríos en desierto; sus peces se pudren por falta de agua, y mueren de sed. 3 Visto de oscuridad los cielos, y hago como cilicio su cubierta. (Isaías 50).

1. La carta de repudio de vuestra madre. La madre es Judá; los hijos, los judíos, y el padre, Dios. No había certificado de divorcio porque Dios no había repudiado a Judá (ver Deut. 24:1-4). Ella lo había abandonado a él. Compárese con la parábola representada por Óseas, contemporáneo de Isaías (Ose. 1 al 3; cf. Eze. 16:8, 15). Dios nunca renunció a sus derechos como esposo legal de Judá, y por todos los medios posibles procuraba persuadirla para que volviera al hogar. Compárese con el caso de Óseas y Gomer, registrado en Ose. 2.

Mis Acreedores. Cambia la figura de lenguaje. En el cautiverio babilónico Judá se encontraría esclava, lo que le haría suponer que su Señor la habría vendido para satisfacer las demandas de sus acreedores (Lev. 25: 39; Deut. 15: 12). Pero Dios no tiene acreedores. Fue por su conducta impía que los judíos se vendieron a sí mismos y se convirtieron en siervos del pecado (Isa. 52: 3; cf. Rom. 6: 16). Esta era la razón por la cual fueron esclavos de los paganos.

2. ¿Se ha acortado mi mano? ¿Se debía la esclavitud de Judá a la incapacidad de Dios para libertarla? ¡No Lo Había libertado a Israel de Egipto, lo había salvado de Asiria, y aun lo libraría de Babilonia! Sus peces se pudren. Alusión a la primera de las diez devastadoras plagas de Egipto (Exo. 7: 17-21).

3. Oscuridad. Referencia a la novena plaga de Egipto (Exo. 10: 21-23). (4CBA) 

Ministerio Hno. Pio

 

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