Dios es fiel. Le recuerda a su pueblo sus promesas, sus promesas de que
es su Dios y derrotará a sus enemigos.
10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. 11 He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. 12 Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. 13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. 14 No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor 15 He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y collados reducirás a tamo. 16 Los aventarás, y los llevará el viento, y los esparcirá el torbellino; pero tú te regocijarás en Jehová, te gloriarás en el Santo de Israel. 17 Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. 18 En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca. 19 Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y hojas juntamente, 20 para que vean y conozcan, y adviertan y entiendan todos, que la mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel lo creó. (Isaías 41).
10. No Temas. En tiempos de Isaías había
muchos motivos visibles que causaban temor. El reino del norte, Israel, había
sido eliminado por el poderío militar asirio, y parecía que Judá no podría
subsistir mucho tiempo más. El pueblo necesitaba con urgencia un
mensaje de consuelo y esperanza. Isaías procuró infundirles ánimo y alegría
(cap. 40:1-2; 41:13-14; 43:5; 44:2).
Yo Estoy Contigo. En la época de
Isaías el pueblo necesitaba muchísimo la promesa implícita en el nombre Emanuel
(ver com. cap. 7: 14), de que Dios estaría con su pueblo.
11. Avergonzados Y Confundidos. Esta promesa se
cumplió de una manera impresionante 291en la destrucción del ejército de
Senaquerib. El que lucha contra el pueblo de Dios lucha contra
Dios mismo. Con la ayuda de
Jehová, su hijo más débil supera a todas las potestades de las tinieblas. Todo
aquel que lucha contra Dios o contra su pueblo finalmente perecerá, mientras
que los mansos y leales heredarán la tierra (Sal. 37: 9-11, 20, 29, 37-38; Mat.
5:5). En vez de "perecerán", el rollo 1QIsb de los
Manuscritos del Mar Muerto dice "se secarán".
12. Como Nada. La aniquilación completa es
el fin que aguarda a los enemigos de Dios (Sal. 37: 9-10, 20; Prov. 10: 25;
Abd. 16; Mal. 4: 1). El rollo 1QIsª de los Manuscritos del Mar Muerto omite las
palabras "buscarás y no hallarás".
13. Te Sostiene De Tu Mano Derecha. Como señal de acuerdo y amistad (ver com. Amós 3:3). En este caso es
una prenda de la relación del pacto. Israel pertenecía a Dios, y podía gozar de
su dirección, fortaleza y protección.
14. Gusano De Jacob. Dios le
recuerda al pueblo de Israel que en sí mismo no tiene ni valor ni
fuerza. Sin Dios son una nación débil, desvalida e insignificante,
sólo para ser despreciada y pisoteada (ver Job 25: 6; Sal. 22: 6).
Tu Redentor. El Santo de Israel era el
Redentor de su pueblo. Ellos se encontraban perdidos y, al parecer, sin
esperanza, pero él se comprometía a hacer en favor de ellos lo que haría un
pariente cercano (Lev. 25: 47-49; ver com. Rut 2: 20). Isaías
presenta con frecuencia a Dios como Redentor de su pueblo (cap. 35: 9 -10; 43:
1, 14; 44: 6, 22-24; 47: 4; 48: 17, 20; 49: 26; 52: 9; 54:
5). También Job Dios como su Redentor Job reconoció a Dios como su
Redentor. (Job 19: 25). El Santo. Ver com. cap. 40: 25.
15. Trillarás. En el antiguo Cercano Oriente se trillaba el
trigo con pesadas rastras o trillos provistos de dientes, los cuales se
arrastraban sobre el grano (cf. Amós 1: 3). Asiria había
trillado cruelmente a Israel, y Babilonia haría lo mismo con
Judá. Pero finalmente el trillador sería trillado (Jer. 51: 2, 33; cf. Dan.
7: 21-22, 25, 27; Miq. 4: 13). Los "montes" representan a
los poderes impíos de la tierra (Jer. 51:25; Dan. 2: 35).
16. Los Aventarás. Después de ser
trillado, el grano era aventado a fin de separar el tamo. En el día
del juicio divino, cuando Dios se levante para trillar la tierra, los impíos
serán como el tamo sin valor (Sal. 1: 4; Dan. 2: 35; Mal. 4: 1; ver
com. Mat. 3: 12; 13: 41,42).
17. Buscan Las Aguas. Cuando los
castigos de Dios caigan sobre los impíos, éstos se encontrarán sin alimento ni
agua, pero el pueblo de Dios podrá satisfacer sus necesidades (ver com. cap.
33: 16). También es cierto que serán satisfechas las gentes espiritualmente
hambrientas y sedientas (Isa. 55: 1; Mat. 5: 6).
18. Fuentes. Varias veces Isaías
representa las partes de la tierra a las cuales no han llegado las bendiciones
del Evangelio, como si fueran regiones áridas y secas, necesitadas de la
refrescante agua de la gracia divina (cap. 12: 3; 35: 6-7; 43: 19-20; 44: 3).
En este pasaje predice cuál será la suerte de Israel si la nación se vuelve a
Jehová, y la maravillosa transformación que llevará a cabo la proclamación del
Evangelio (ver com. Eze. 47: 1-12). Cristo es el agua de vida para un mundo
sediento (Juan 4: 14-15; 7: 37; cf. Apoc. 22: 1-3; Zac. 13: 1).
También es cierto que este mundo, una vez hermoso, en muchos lugares se ha
convertido en un desierto.
19. Cedros. En este versículo se continúa la idea del vers. 18. Aquellas regiones que una vez estuvieron desprovistas de la gracia de Dios, florecerán como la rosa. Florecerán hermosos jardines de justicia en lugares donde antes no se conocieron las verdades de la Palabra de Dios. Toda la tierra será enteramente transformada cuando escuche y reciba el mensaje del sacrificio y del amor de Cristo. Ver com. cap. 35:1; cf. cap. 35:12-13. Cipreses. Posiblemente el enebro fenicio; o quizás el ciprés o el pino de Alepo. Pinos. Árboles no identificados con precisión. Bojes. Quizá el ciprés del Líbano.
20. La Mano De Jehová. Los esfuerzos
del hombre son insuficientes para transformar este mundo pecaminoso. Si este mundo impío ha de ser cambiado, lo será sólo mediante la
influencia del Santo Espíritu de Dios, y el hombre debe comprender que necesita
cooperar con Dios si quiere ver un mundo mejor. Dios creó al hombre justo, y sólo Dios puede
establecer de nuevo en él la justicia que una vez tuvo (ver 2 Cor. 5:
17). Es el Señor quien implanta en el corazón del hombre el anhelo
de lograr la santidad (Fil. 2: 13). Todo lo que en el mundo vemos de paz,
hermosura, justicia y pureza es el resultado de la obra del Espíritu de
Dios. 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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