jueves, 1 de octubre de 2020

357. DIOS RECUERDA A SU PUEBLO SU MISERICORDIA (Isaías 41:1-9).

Aquí y en los capítulos siguientes Isaías presenta al Señor como Amigo de Israel y su Libertador del poder de Babilonia (cap. 43: 14; 44: 26-28; 45: 1-6; 46: 1-2; 47; 48:14, 20). Para que eso se realice, usa a su siervo Ciro. De quien se profetizó, antes que naciera. Dios arguye con su pueblo, recordándole su misericordia.

1 ESCUCHADME, costas, y esfuércense los pueblos; acérquense, y entonces hablen; estemos juntamente a juicio. 2 ¿Quién despertó del oriente al justo, lo llamó para que le siguiese, entregó delante de él naciones, y le hizo enseñorear de reyes; los entregó a su espada como polvo, como hojarasca que su arco arrebata? 3 Los siguió, pasó en paz por camino por donde sus pies nunca habían entrado. 4 ¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros. 5 Las costas vieron, y tuvieron temor; los confines de la tierra se espantaron; se congregaron, y vinieron. 6 Cada cual ayudó a su vecino, y a su hermano dijo: Esfuérzate. 7 El carpintero animó al platero y el que alisaba con martillo al que batía en el yunque, diciendo: Buena está la soldadura; y lo afirmó con clavos, para que no se moviese. 8 Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. 9 Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. (Isaías 41).

1. Escuchadme. Dios ordena a los pobladores de las tierras distantes que escuchen en silencio mientras les había.  En cuanto al escenario de este pasaje, ver com. cap. 40: 1.

Esfuércense. "Renueven sus fuerzas las naciones" (BJ).  Ver com. cap. 40: 31. Aquí y en los capítulos siguientes Isaías presenta al Señor como Amigo de Israel y su Libertador del poder de Babilonia (cap. 43: 14; 44: 26-28; 45: 1-6; 46: 1-2; 47; 48:14, 20). Babilonia, que tanta confianza depositó en sus ídolos y tanto se jactó en contra de Dios y de su pueblo, está condenada; pero los santos han de ser el objeto de una gloriosa liberación. La liberación de Israel del cautiverio babilónico y su retorno a Jerusalén es un símbolo de la liberación del pueblo de Dios del poder del enemigo en los últimos días, justamente antes de que los redimidos entren en la Jerusalén celestial (Apoc. 18: 1-4; 22: 14).

2. Justo. Es decir, Ciro (ver com. cap. 44: 28; 45: 1), rey de Persia, quien destruyó el Imperio Babilónico y libertó a los judíos (2 Crón. 36: 22-23; Esd. 1: 1-4; 5: 13-15; 6: 3-5). Dios suscitó a Ciro "en justicia" para reconstruir la ciudad de Jerusalén y libertar a sus cautivos (Isa. 45: 13). Ciro fue un símbolo de Cristo, quien también fue llamado "en justicia" (cap. 42: 6) y cuya tarea era "publicar libertad a los cautivos" (cap. 61: 1-2). Así como Ciro derrotó a la antigua Babilonia, así también Cristo hará juicio contra la moderna Babilonia espiritual (Apoc. 16: 19; 17: 1, 5; 18: 1, 21). Ciro fue muy honrado en la antigüedad como varón íntegro y valiente, único entre los antiguos conquistadores del Cercano Oriente por su noble carácter y la justicia y la sabiduría de sus decretos. Fue Dios quien suscitó a su siervo Ciro y subyugó a las naciones de la tierra delante de él (Isa. 44: 28; 45: 1-5; ver com. cap. 41: 4, 8).

La primera parte de este versículo (41: 2) dice literalmente: "Quien hizo levantar [a uno] del este, justicia [o victoria, o vindicación] lo encontrará a su pie". Así describe Isaías el avance victorioso de Ciro, cuando sus enemigos uno tras otro, se inclinarían ante él en señal de sumisión.

3. Por Camino. Ciro escribió un nuevo capítulo en la historia del Cercano Oriente. Sus conquistas se extendieron desde las orillas del mar Egeo por el oeste, hasta Partia, las regiones del río laxartes y las extensas estepas al este del mar Caspio. La rapidez y gran extensión de sus conquistas le dieron la reputación de ser el más grande monarca hasta su tiempo. Tan grande fue su fama, que hasta hoy hay muchos que recuerdan su nombre en el Cercano Oriente. A diferencia de los conquistadores que le habían precedido, era generoso y relativamente humano con los enemigos vencidos. Ningún general antes de él le igualó como estratega y caudillo.

4. ¿Quién Hizo? ¿Fue Ciro quien se levantó por sí mismo para ser el gran conquistador de la antigüedad, o era la mano de Dios la que dirigió lo que entonces acontecía en el cercano Oriente?  Dios es quien ordena y dispone en todo lo que tiene que ver con la tierra y con el cielo. Él es quien define las tareas que los hombres deben realizar para él, e instruye a sus siervos en cuanto al momento preciso de poner por obra sus decretos. Los propósitos de Dios han sido ordenados desde el mismo comienzo, y siglo tras siglo Dios llama a los hombres a cumplir su voluntad.

5. Los Confines De La Tierra. Hasta las regiones más remotas de la tierra quedaron atónitas y aterrorizadas por las rápidas conquistas de Ciro (ver com. Dan. 8:4).  Parecía estar acompañado de poderes sobrenaturales, los cuales le dirigían para alcanzar todas sus metas.

6. Cada Cual Ayudó. Las naciones se consultaron una a otra para tratar de detener las conquistas de Ciro. Lidia, Babilonia y Egipto se aliaron contra Ciro.

7. El Carpintero. Los artífices que se ocupaban en la fabricación de imágenes se aliaron para animarse y ayudarse mutuamente en la multiplicación de dioses, los cuales aquéllos esperaban que los librarían de manos de Ciro. Se describe a las naciones de la tierra buscando auxilio en sus falsos dioses para frenar un movimiento inspirado y dirigido por el Señor de los cielos.

8. Pero Tú, Israel. Ciro vino como conquistador para las naciones de la tierra, pero para Israel fue un libertador. Cuando llamó a Ciro a su servicio, Dios no había rechazado a Israel y reafirma la invitación hecha a los 290 antepasados de éste (Exo. 19:5-6). Con referencia a la relación entre los nombres Israel y Jacob, ver com. Gén. 32:28. Los dos se emplean indistintamente para representar tanto a Jacob como a sus descendientes.

Siervo Mío. El vocablo "siervo", Heb.'ébed, es característico de toda esta parte de Isaías (cap. 40-66) y, junto con la idea de la liberación por medio del gran Libertador, constituye su tema (ver com.  Rut 2: 20). En el término 'ébed se combinan las ideas de adoración y de servicio. El 'ébed no sólo servía a su señor, sino que también lo honraba.  Por eso el término significaba mucho más que un servicio a cambio de salario. Con ello se daba a entender que dicho servicio era la manifestación externa de una actitud interior. Tal servicio no era forzado, sino voluntario (cf.  Exo. 21: 5-6). El servicio manual, físico, acompañaba al del corazón. La mano ayudadora daba evidencia de un corazón amante. Del mismo modo, un "siervo" de Dios es el que le ama y le sirve, el que le rinde un servicio amante.

En hebreo, el término 'adon significa tanto "señor" como "amo", y es el complemento de 'ébed, "siervo". En esta sección de Isaías, 'ébed se refiere algunas veces a Israel como "siervo" de Jehová, como aquí y en los cap. 41: 9; 42: 19; 43: 10; 44: 1-2, 21; 45: 4; 48: 20; 49: 3, 5; 54: 17; 63: 17; 65: 8-9, 13, 15; 66: 14.

Cuando se aplica a Israel, 'ébed indicaba la relación del pacto, por el cual Israel se había convertido en "siervo" de Jehová (Exo. 19: 3-9; 24: 3-8). De acuerdo con ese pacto, Israel debía adorar o servir al Señor, obedeciendo todos sus mandatos, y como representante de él, debía inducir a todas las otras naciones a que sirvieran a Dios y le obedecieron (ver pp. 28-32). Dentro del marco de la relación del pacto, con el sentido que Isaías le da a la palabra 'ébed al referirse a Israel, el término abunda en matices que por lo general escapan a quien no conoce el idioma original.

El término'ébed se emplea con menos frecuencia para designar al Mesías como "siervo" de Jehová para la salvación de la humanidad (cap. 42: 1; 49: 6; 50: 10; 52: 13; 53: 11).  En el cap. 53 el Mesías aparece como el "siervo" sufriente de Jehová (cap. 52: 13; 53: 2, 11). Antes de la venida de Jesús los comentadores judíos generalmente reconocían que el cap. 53 se aplicaba al Mesías, pero desde entonces casi siempre han negado su sentido mesiánico, y explican que aquí, como ocurre en otros pasajes, el "siervo" designa a algún personaje de la época o a Israel como pueblo.

En Isa. 56: 6 'ébed designa a los prosélitos judíos, es decir los gentiles que se convertían a la fe judía. En el cap. 65: 15, puede entenderse que 'ébed se refiere específicamente a los cristianos, pues los "siervos" de Jehová que aquí se mencionan han de ser llamados por "otro nombre" (1 Ped. 2: 9-10).  En un caso, en Isa. 44: 26, 'ébed parece aplicarse al mismo profeta Isaías.

9. Los Confines De La Tierra. Dios llamó a Abrahán de Ur para que fuera su representante y fundador de la nación de Israel. Cuatrocientos treinta años después de que Abrahán entrara en la tierra prometida (Exo. 12: 40-41; Gál. 3: 17), Israel fue llamado a salir de Egipto para entrar de nuevo en la tierra prometida; pero esta vez como un "reino de sacerdotes, y gente santa" (Exo. 19: 5-6). Sin embargo, es probable que en este pasaje Isaías se refiera específicamente a la reunión de los exiliados procedentes de las tierras donde habían sido esparcidos (Isa. 11: 16; 56: 8; etc.).

Te Escogí. Israel pertenecía a Dios por el derecho de elección divina, para que fuera su representante escogido en la tierra (ver cap. 28-29). No los había desechado a pesar de sus pecados, a pesar de que Asiria había esparcido a las tribus del norte y de que Judá pronto sería llevado al exilio por Nabucodonosor. Isaías hace resaltar esta idea vez tras vez (cap. 42: 1; 43: 1, 10; 44: 8, 21; 45: 4; 55: 3-4; 65: 8-9, 22). El desánimo de Israel, insinuado en el cap. 40:1-2, se debía al temor de que Dios los hubiera abandonado (ver com. 2 Rey. 19: 30; Isa. 37: 31; 40: 1-5, 9-11; cf.  Isa. 5: 1-7). 4CBA/Ministerio Hno. Pio


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