miércoles, 14 de octubre de 2020

388. EL PAPEL DE ISRAEL EN EL PLAN DIVINO (LA HERENCIA DE ISRAEL) “GANAR EL MUNDO PARA DIOS” (Isaías 54).

Isaías 54. Es la profecía acerca de lo que Israel haría si era fiel a la luz que recibió del señor: alcanzar al mundo enteros con la verdad de Dios.

En esta penúltima parte desde Los capítulos 54 al 62, se describen el glorioso triunfo del Evangelio en toda la tierra, se caracterizan por un tono de gozo sublime. Israel, que hasta ahora había sido "estéril", improductivo (ver pp. 32-34; cf. Isa. 5: 1-7; Juan 3: 3,5; Gál. 5: 22-23), habría de alcanzar el éxito en la tarea que se le había asignado; si se mantenía fiel. Pero ante su fracaso, ése papel lo cumpliría la iglesia remanente el nuevo Israel.

Vers. (1-3) El profeta anuncia a los gentiles, profetizando su aceptación en el pueblo de Dios, (4-5) su seguridad, (6-10) su indudable liberación de la aflicción, (11-14) su justa edificación, (15-17) y su segura preservación.

1 REGOCÍJATE, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová. 2 Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. 3 Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.

4 No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. 5 Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.

6 Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo. Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. 8 Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor. Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. 10 Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.

11 Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. 12 Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas. 13 y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos. 14 Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti.

15 Si alguno conspirara contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirara, delante de ti caerá. 16 He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir. 17 Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová. (Isaías 54).

1. Regocíjate, Oh Estéril. Los cap. 54 al 62, en los cuales se describe el glorioso triunfo del Evangelio en toda la tierra, se caracterizan por un tono de gozo sublime. Israel, que hasta ahora había sido "estéril", improductivo (ver pp. 32-34; cf. Isa. 5: 1-7; Juan 3: 3,5; Gál. 5: 22-23), habría de alcanzar el éxito en la tarea que se le había asignado. Sus propios hijos e hijas serían "enseñados por Jehová (Isa. 54: 13), los gentiles se convertirían (cap. 56: 6), y el templo de Jerusalén se transformaría en una "casa de oración para todos los pueblos" (cap. 56: 7). En las pp. 28-32 se estudia el papel de Israel como nación y el plan que Dios tenía para hacer de él un instrumento suyo para la conversión del mundo. El fracaso final de Israel, y la transferencia de los privilegios y las responsabilidades propios del pacto a la iglesia cristiana se tratan en las pp. 32-38.

https://ministeriohnopio1.blogspot.com/2020/09/el-papel-de-israel-en-la-profecia-del.html

2. Ensancha. En forma figurada, la tierra de Canaán era el "sitio" de la "tienda" de Israel. "A medida que aumentara el número de los israelitas, éstos habían de ensanchar sus fronteras, hasta que su reino abarcara el mundo" (PVGM 232-233); Jerusalén sería entonces establecida como poderosa metrópoli de la tierra" (DTG 530; ver también pp. 20-22).

No Seas Escasa. "No te detengas" (BJ). Israel debía avanzar con fe y prepararse para la gran cosecha de almas que aquí se promete. Actualmente el pueblo de Dios debería esperar grandes cosas de él, e intentar grandes cosas para él. Dios nunca estará conforme, y su obra en la tierra nunca podrá completarse, hasta que la iglesia se levante con fe para unirse a los agentes divinos a fin de proclamar al mundo el mensaje de un Salvador crucificado, resucitado y próximo a venir.

3. Te Extenderás. Si tan sólo Israel se levantaba con fe para hacer frente a su destino como nación, el éxito sobrepasaría sus más acariciadas esperanzas. Así habrá de ser en nuestros días cuando el pueblo de Dios esté listo para recibir el poder que el Señor desea impartirle. Heredará Naciones. Es decir, "poseerá las naciones" (NC). Ver com. vers. 2. 

Las Ciudades Asoladas. Sería necesario ocupar otra vez las ciudades de Israel que habían quedado arruinadas cuando sus habitantes fueron muertos a espada o llevados cautivos, pues habría un aumento de la población. 

4. La Vergüenza De Tu Juventud. Jehová sacó a Israel de Egipto para que fuera su esposa, pero la nación había sido como tina ramera que fue tras otros dioses ver. 3: 1-11; Eze. 16: 8-16; Ose. 2: 5-13). Esta era su desgracia y vergüenza. Su triste pasado sería olvidado y perdonado, y la nación recibiría los privilegios y el honor que originalmente le habían sido prometidos (ver pp. 30-34). Tu Viudez. Se alude así al cautiverio babilónico, cuando debido a haber sido infiel a su Esposo, Israel tuvo que ir al exilio (Lam. l:l; 2: 5-6; cf. Ose. 2: 6-13).

5. Tu Marido. Aunque Israel había abandonado a su "marido", él buscaría de nuevo a su "mujer", Israel, y sería otra vez su esposo (ver Eze. 16: 8; Ose. 2: 14-20; 3:1-5). Dios De Toda La Tierra. Ver com. cap. 56: 7. Llegará el tiempo cuando todos los habitantes de la tierra se someterán al gobierno justo y sabio de Dios, y toda la tierra estará nuevamente bajo la jurisdicción divina (ver pp. 30-32; com. cap. 45:23). Todos los que rehúsen someterse al Dios del cielo perecerán (Zac. 14: 9-19). Jehová no sólo es Dios de los judíos, sino también de los gentiles (Rom. 3: 29). Isaías contempló toda la tierra "llena de su gloria" (Isa. 6: 3). Habacuc habló del tiempo cuando la tierra sería "llena del conocimiento de la gloria de Jehová como las aguas cubren el mar" (Hab. 2: 14).

6. Te Llamó Jehová. Cuando Israel abandonó al Señor, Dios siguió amándolo e invitándolo a volver. Compárese con el caso de Óseas con Gomer, su esposa infiel (Ose. 2:2-23; 3:1-5).

7. Por Un Breve Momento. Durante los 70 años del cautiverio babilónico, Israel parecía haber sido abandonado y olvidado. Pero en realidad, Dios permitió esa amarga Prueba para revelar a Israel la necedad de su conducta y para que se convenciera de que hay sabiduría en ser fiel a Dios (Ose. 2: 6-23). Muchas veces, en medio de las dificultades y chascos de la vida, tenemos el privilegio de oír la tierna voz de Dios que nos llama a apartarnos de los caminos que hemos elegido y nos invita a caminar con él. Te Recogeré. El acto de reunir a Israel es uno de los temas preferidos de Isaías (cap. 11: 12; 27: 12; 43: 5-6; 56: 8; 60: 4; 66: 18). El retorno literal de los judíos a su patria después del cautiverio babilónico, aquí predicho, prefiguraba la reunión más grande de todo el pueblo de Dios para entrar en la Canaán celestial.

8. Un Poco De Ira. En este versículo se repite la idea del vers. 7. Con referencia a la ira de Dios, ver com. 2 Rey. 13:3.

9. Me Será Como En Los Días De Noé. Después del diluvio, Dios prometió que nunca volvería a destruir la tierra por medio de un diluvio (Gén. 9: 11,15). Aquí se le hace una promesa similar al pueblo de Judá, con la condición de que sea fiel a Dios una vez que él lo haya reunido en su patria.

10. Los Montes Se Moverán. Por medio de Isaías, Dios reafirma sus promesas. Compárese esto con la afirmación de Cristo acerca de la perdurabilidad de la voluntad divina, tal como se revela en las Escrituras (Mat. 5:18). El Pacto De Mi Paz. Es decir, el pacto divino que como resultado trae la paz (ver Núm. 25:12; Eze. 34: 25; 37: 26). Cuando el Mesías vino al mundo, las huestes angélicas proclamaron el mensaje divino de "paz, buena voluntad para con los hombres" (Luc. 2: 14) y cuando Cristo volvió al Padre, dejó una promesa de paz (Juan 14: 27).

11. Tus Piedras Sobre Carbunclo. El hebreo dice: "Yo cubriré tus piedras con antimonio". La misma palabra aparece en 2 Rey. 9:30. La LXX dice: "Piedras de carbón". No se puede determinar exactamente el significado. Te Fundaré. El Señor predice cuál ha de ser la condición de Jerusalén cuando sea restaurada. Compárese con la descripción que hace Juan de la nueva Jerusalén (Apoc. 21:14-20). Zafiros. Ver com. Job 28: 6.

12. Ventanas. Literalmente, "tus soles". La LXX dice "almenas", o "defensas". "Baluartes" (BJ) Piedras Preciosas. Quizá rubíes.

 Toda Tu Muralla. Cf. Apoc. 21:18.

13. Hijos. Esta palabra se emplea comúnmente en hebreo para referirse a la descendencia, sin tener en cuenta la edad. Abarca a niños y mayores. Aquí se refiere a todos los judíos, como "hijos" de su madre Jerusalén. Enseñados Por Jehová. Hasta ese momento, debido a su extravío, los judíos habían rechazado la instrucción de Jehová (ver com. cap. 1:2). En adelante, después de la restauración, estarían dispuestos a ser enseñados por Dios. En Juan 6:45, Cristo aplica estas palabras de Isaías a sí mismo y a su propia 333 enseñanza. En el nuevo pacto, Dios escribiría los principios de su ley en el corazón de los hombres (Jer. 31:33-34; Juan 14:26-27; 1 Tes. 4:9; Heb. 8:10-11; 1 Juan 2:27).  Con referencia a la importancia de hacer caso a la voluntad revelada de Dios, ver com. Mat. 7:21-27. Paz. Es decir, el bienestar completo, tanto del corazón, la mente, el cuerpo, como de la relación con los demás.

14. Con Justicia. Sólo lo recto permanece. La voluntad revelada de Dios es lo único seguro que este mundo conoce. 

No Se Acercará A Ti. Ver Sal. 46:1-7; cf. com.  Sal 91:7.

15. Si Alguno Conspira. Con frecuencia los impíos han conspirado contra el pueblo de Dios, pero tales esfuerzos están condenados al fracaso. Si al regresar del cautiverio, los judíos hubieran sido fieles a Dios, habrían recibido bendiciones maravillosas (ver pp. 3132). Sus enemigos habrían conspirado para quitarles por la fuerza esas bendiciones, pero al hacerlo habrían "caído" (Eze. 38:8-23; Zac. 12:2-9; 14:2- 3). También en los últimos días todas las fuerzas del mal se pondrán de acuerdo para realizar un esfuerzo unido a fin de destruir a los santos, pero no tendrán éxito (Apoc. 16:14-16; 19:11-21). Ver pp. 32, 37-38.

16. Destruidor. Dios afirma su dominio soberano sobre las potencias de la tierra. Ninguna fuerza puede operar si él no lo permite (ver com.  Dan. 4:17). Ningún enemigo podrá pasar más allá de los límites que Dios le fije.

17. Ninguna Arma. Ver com. vers. 16. Dios cuidará de los suyos y los vindicará ante sus enemigos. Ni los impíos ni los demonios podrán prevalecer contra ellos            (Isa. 50:8-9; Zac. 3:1-2). 

Los Siervos De Jehová. Es decir, el pueblo de Israel (ver com. cap. 41:8). 

Su Salvación. Mejor, "su vindicación". Dios vindicará la causa de sus siervos. Cuando el enemigo los acuse y luche contra ellos, el Señor los declarará inocentes y los librará. 

Cuando se ven rodeados de circunstancias difíciles, cuando parece que están a punto de ser víctimas de hombres impíos, los cristianos fieles tienen el privilegio de decir con el salmista: "Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre" (Sal. 11 8:6). 4CBA/Ministerio Hno. Pio

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