Isaías 43. Presenta al único que salva realmente. El Dios Creador y
Redentor. Feliz el pueblo que elige a Jehová como su Dios. Porque él hace que
se cumplan sus designios, al margen de la voluntad humana. Y juzgará a su
pueblo y las naciones que andan en contra de sus principios. Pero es vida
espiritual y material, a los que confían en él, siendo sus testigos de sus
obras ante la humanidad.
En esta parte del capítulo. El Señor conforta a sus hijos por medio de
sus promesas.
1 AHORA, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador
tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse
nombre, mío eres tú. 2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si
por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te
quemarás, ni la llama arderá en ti. 3 Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo
de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a
Etiopía y a Seba por ti. 4 Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste
honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu
vida. 5 No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré
tu generación, y del occidente te recogeré. 6 Diré al norte: Da acá; y al
sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la
tierra, 7 todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he
creado, los formé y los hice. (Isaías 43).
1. Ahora. Con referencia al contexto
de este capítulo, ver com. cap. 40: 1. Las amenazas y los reproches de los
últimos versículos del capítulo anterior están en notable contraste con las
promesas de esperanza que aquí se dan. El castigo es seguido de
misericordia. El amor de Dios es mayor que su ira. "En toda angustia
de ellos, él fue angustiado" (cap. 63:9). A pesar de sus transgresiones,
los amaba aún, y sobre todo deseaba que volvieran a él de todo corazón.
Creador Tuyo. Ver com. cap. 40: 12, 26,
28. Dios había creado a la nación de Israel para que honrase su nombre (vers.
7, 21), pero hasta ese momento los israelitas habían fracasado; sin embargo
Dios procuraba hacerles ver que todavía eran su pueblo, llamados por su nombre,
y ordenados para ser sus representantes y testigos especiales entre los hombres
(cap. 43: 10; 44:8). No Temas. Ver com. cap. 41: 10. Te
puse nombre. Ver com. Gén. 32: 28.
2. Por Las Aguas. Aun cuando se
encontrara en las situaciones más adversas, el pueblo de Dios tenía la
seguridad de que Dios lo acompañaría para sostenerlo y salvarlo. No se le
prometió ausencia de dificultades y aflicciones, sino consuelo y una liberación
final. Israel había pasado varias veces "por el fuego y por el agua",
pero Dios lo había salvado (Sal. 66:12; cf. Isa. 8:7-8). "Muchas son
las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová" (Sal.
34:19; cf. vers. 17-18). El fuego y el agua muchas veces aparecen en las
Sagradas Escrituras como instrumentos purificadores (Núm. 8:7; Job 23:10;
cf. 2 Ped. 3:5-7).
3. Santo De Israel. Ver com. cap. 40: 25.
A Etiopía Y A Seba. Ver com. Gén. 10: 6-7. Algunos han
sugerido que este versículo alude a la caída de Egipto, Etiopía y Seba en manos
de los persas a cambio de la liberación de los judíos del cautiverio
babilónico. Ciro expidió el primer decreto que permitía a los judíos que
salieran de Babilonia y reconstruyeran su templo (2 Crón. 36: 22-23; Esd. 1:
2-4), y Cambises, hijo de Ciro, conquistó a Egipto (ver. t. III, p. 328). La
idea predominante aquí es la gran estima en la cual Jehová tiene a Israel. Cf.
Eze. 29: 18-19.
4. Yo Te Amé. Ver Deut. 7: 7-8. Por causa
de su amor a Israel, Dios estaba dispuesto a hacer cuanto pudiera necesitar su
pueblo. En los días de Moisés este amor se demostró cuando los hebreos fueron
liberados de Egipto, y en los días de Isaías, cuando fueron salvados de
Senaquerib. El amor de Dios para con Israel era imparcial, pues Dios no hace
"acepción de personas" (Hech. 10: 34). Delante de Dios no tiene valor
la nacionalidad, sino el carácter (Hech. 10: 35).
5. Del Oriente. Estas palabras
se cumplieron parcialmente con el retorno de los judíos del cautiverio
babilónico; y se cumplirían en forma más amplia con la reunión de los fieles de
todas partes del mundo durante la era cristiana (pp. 37-38). Su cumplimiento
pleno sólo se realizará cuando los justos sean congregados de los cuatro
confines de la tierra en ocasión de la segunda venida de Cristo (Mat. 8: 11;
24: 31; Luc. 13: 29).
6. No Detengas. En lenguaje
poético Isaías continúa pintando su cuadro de la conversión de personas de
todas las naciones. En vez de "mis hijos, y mis hijas", el
rollo 1QIsb de los Manuscritos del Mar Muerto dice "tus hijos y tus
hijas".
7. Llamados De Mi Nombre. Por lo tanto,
pertenecientes a Dios. Aquí se incluye tanto a gentiles como a judíos, porque
ellos son "coherederos" (Efe. 3: 6), llamados a ser "linaje
escogido" para que anuncien "las virtudes de aquel que os llamó -dice
el apóstol- de las tinieblas a su luz admirable" (1 Ped. 2: 9). Compárese
esto con Hech. 11: 26; Sant. 2: 7. 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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