viernes, 10 de febrero de 2023

954. EL PROBLEMA DE SEGUIR A JESÚS: ¿Porque le dijo Jesús al joven rico, que vendiera todo lo que tenía?

 
…El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme... (Mateo 19:20-21).

Jesús sólo requirió de él [el joven rico] que siguiese el camino que él señalaba. El espinoso camino del deber se hace más fácil de seguir cuando vemos delante de nosotros sus pasos divinos que hallan los abrojos. Cristo habría aceptado a este talentoso y noble dirigente si él se hubiera sometido a sus requerimientos, con la misma prontitud con que aceptó a los pobres pescadores a quienes pidió que le siguiesen.

La habilidad del joven para adquirir bienes no se imputaba contra él, siempre que amara a su prójimo como a sí mismo y no perjudicara a otros en la adquisición de sus riquezas.

Si esa misma habilidad hubiese sido empleada al servicio de Dios para salvar a las almas de la ruina, el Maestro divino la habría aceptado y su poseedor habría sido un diligente y exitoso obrero para Cristo. Pero éste rehusó el elevado privilegio de colaborar con Cristo en la salvación de las almas; se apartó del glorioso tesoro prometido en el reino de Dios y se aferró a la efímera riqueza terrenal...


El joven rico representa a una numerosa clase de personas que serían cristianos excelentes si no tuvieran una cruz que llevar, si no tuvieran que soportar cargas humillantes, si no tuvieran que renunciar a ventajas terrenales, si no tuvieran que sacrificar bienes materiales o sentimientos.

Cristo les ha confiado un capital en términos de aptitudes y recursos financieros, y por lo tanto espera los intereses correspondientes.

Lo que poseemos no nos pertenece, sino que debemos emplearlo en el servicio de Aquel de quien hemos recibido todo lo que poseemos. —The Review and Herald, 21 de marzo de 1878.

Todo judío que se preciaba ser hijo de Abraham cumplía lo básico que ordenaba las leyes. ! Así cómo éste joven, hoy Muchos diezman y ofrendan, pero no ayudan a los pobres! ¿Están esperando que Dios, les quite todas tus posesiones para que lo sigan? Porque ser cristiano es vivir y tener la mente de Cristo. Amén.

¿Jesús pasaría delante de la gente sin darles nada?

A veces no tenemos más que lo que le dio Pedro y Juan al mendigo en la puerta del templo. Y puede ser lo mejor que necesitan. (Hechos 3:6), podemos orar por ellos. En mi camino veo mucha gente en las calles pidiendo haciendo lo que pueden para vivir. Algunas veces con menores en sus brazos. Jesús dijo: al que te pide dale… Más cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, (Mt. 5:42; 6:3).

¿Quieres vivir seguro y feliz? ¡Cumple la ley de Dios! ¡vive de acuerdo a la luz que tienes. Devuélvele a Dios sus diezmos y ofrendas… y no te olvides de los pobres. (Malaquías 3:8; Sal. 72:13; 112:9; Prov. 14:21;19:7).

¿No quieres asaltos y perdidas? El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, Para aquel que se compadece de los pobres las aumenta. (Proverbios 28:8). 

Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; No tengamos asalto, ni que hacer salida, Ni grito de alarma en nuestras plazas. (Salmo 144:14). Amen.

¡Dios te bendiga ha hacer la mejor inversión! Ministerio Hno. Pio