lunes, 24 de julio de 2023

06. “LA OBRA DE SALVAR ALMAS EN SÁBADO”

Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? (Mateo 12:3-4).

Si estaba bien que David satisficiese su hambre comiendo el pan que había sido apartado para un uso santo, entonces estaba bien que los discípulos supliesen su necesidad recogiendo granos en las horas sagradas del sábado.

Además, los sacerdotes del templo realizaban en sábado una labor más intensa que en los otros días. En asuntos seculares, la misma labor habría sido pecaminosa; pero la obra de los sacerdotes se hacía en el servicio de Dios. Ellos cumplían los ritos que señalaban el poder redentor de Cristo, y su labor estaba en armonía con el objeto del sábado.

Pero ahora, Cristo mismo había venido. Los discípulos, al hacer la obra de Cristo, estaban sirviendo a Dios y era correcto hacer en sábado lo que era necesario para el cumplimiento de esa obra.

Cristo quería enseñar a sus discípulos y a sus enemigos que el servicio de Dios está antes que cualquier cosa.

El objeto de la obra de Dios en este mundo es la redención de la humanidad; por lo tanto, lo que es necesario hacer en sábado en cumplimiento de esta obra, está de acuerdo con la ley del sábado.

Jesús coronó luego su argumento declarándose “Señor del sábado”; es decir, un Ser por encima de toda duda y de toda ley.

Este Juez infinito absuelve a los discípulos de culpa, apelando a los mismos estatutos que se les acusaba de estar violando...

Otro sábado, al entrar Jesús en una sinagoga, vio allí a un hombre que tenía una mano paralizada.

Los fariseos lo vigilaban, deseosos de ver qué iba a hacer.

El Salvador sabía muy bien que al efectuar una curación en sábado, sería considerado como transgresor, pero no vaciló en derribar el muro de las exigencias tradicionales que rodeaban al sábado.

Jesús invitó al enfermo a ponerse de pie, y luego preguntó: “¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla?”

Era una máxima corriente entre los judíos, que al dejar de hacer el bien, cuando había oportunidad, era hacer lo malo; el descuidar de salvar una vida era matar.

Así se enfrentó Jesús con los rabinos en su propio terreno. “Pero ellos callaban. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de su corazón, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana”. Marcos 3:4,5. 

El Deseado de Todas las Gentes, 251-253. [141]

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=P_AkiV3zDUE&list=PLVsLdOIe7sVuUZaZ1uR2ftk0UT8XIe3vg&index=13&pp=sAQB

  

05. LOS SEGUIDORES DE CRISTO DEBEN DEFENDER LO CORRECTO.

Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha. (Isaías 62:1).

Dios llama a sus obreros en esta edad de piedad enfermiza y principios pervertidos, para revelar una espiritualidad sana e influyente...

Esto requiere Dios de usted. Cada jota de su influencia ha de ser usada en favor de Cristo. Usted tiene que llamar ahora las cosas por su nombre, y defender con firmeza la verdad tal como es en Jesús.

Corresponde a cada alma cuya vida está escondida con Cristo en Dios salir al frente ahora, y contender por la fe que una vez libertó a los santos.

La verdad debe ser defendida y el reino de Dios adelantado como si Cristo estuviera en persona sobre esta tierra...

Cuando el Espíritu Santo controle la mente de nuestros miembros de iglesia, se verá en nuestras iglesias un nivel mucho más alto en el lenguaje, en el ministerio, en la espiritualidad, del que ahora vemos. 

Los miembros de iglesia serán refrescados por el agua de vida, y los obreros, trabajando bajo la Cabeza, Cristo, revelarán a su Maestro en espíritu, en palabra, en obras y se animarán unos a otros a avanzar en la grandiosa obra final en la cual estamos comprometidos. 

Habrá un sano incremento de la unidad y el amor, lo cual dará testimonio al mundo de que Dios envió a su Hijo a morir por la redención de los pecadores. 

La verdad divina será exaltada; y a medida que brille como una lámpara encendida, la entenderemos más y más claramente.

La verdad probatoria para este tiempo no es la obra de ningún hombre. Es la de Dios...

En cada movimiento, los seguidores de Cristo han de revelar su consideración por los principios bíblicos -amar a Dios por sobre todo y a su prójimo como a sí mismos; reflejar la luz y las bendiciones sobre el camino de quienes están en la oscuridad; consolar a quienes están abatidos; dulcificar las aguas amargas en lugar de dar a beber hiel a los compañeros de peregrinación.

Incrementemos nuestro conocimiento de la verdad, dando toda la alabanza y la gloria a quien es uno con el Padre.

Busquemos más fervientemente la unción celestial, el Espíritu Santo. Tengamos un cristianismo puro, creciente, para que al fin en las cortes celestiales podamos ser declarados completos en Cristo.

"¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!" (Mateo 25:6).

No pierdan tiempo ahora: levántense y preparen sus lámparas. 

No pierdan tiempo: busquen la perfecta unidad unos con otros.

Debemos esperar dificultades. Vendrán pruebas.

Cristo, el capitán de nuestra salvación, fue hecho perfecto por medio del sufrimiento.

Sus seguidores enfrentarán al enemigo muchas veces, y serán severamente probados; pero no necesitan desesperar. 

Cristo les dice: "Confiad, yo he vencido al mundo" (Juan 16:33).

-Pacific Union Recorder, 17 de diciembre de 1903. RJ211/EGW/MHP 212

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=s6YtTCfw9pg&list=PLtrFh-HO7ogBX3lJ-BVlf4v1fLk5TmqV6&index=24&pp=sAQB