viernes, 31 de julio de 2020

160. LA VIDA DEL MALO.

23 El hacer maldad es como una diversión al insensato; 
Mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento.
24 Lo que el impío teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean. 25 Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; Mas el justo permanece para siempre. 26 Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, Así es el perezoso a los que lo envían. (Proverbios 10).

23. El Hacer Maldad. Una característica del necio 
es que se deleita en hacer lo malo. 
Conoce la diferencia entre lo bueno y lo malo, pero no tiene ningún sentimiento arraigado respecto a la rectitud moral y no refrena sus impulsos de hacer lo malo. Tiene la conciencia tan endurecida que ya no parece preocuparse por el perjuicio y el sufrimiento que ocasiona.
Pero en contraste directo está el individuo de entendimiento que ha permitido que el Espíritu de Dios obre de tal modo en su corazón que su conciencia se ha vuelto delicada y tierna. Comprende claramente las consecuencias de sus acciones, y se deleita cuando ve que todas ellas tienden al bien de otros (ver Gál. 6: 2).
24. Lo Que El Impío Teme. Es decir, el presentimiento de una calamidad que acosa a los impíos. Aunque muchos de ellos siguen por sus malos caminos, aparentemente sin tomar en cuenta los resultados inevitables de su conducta, algunas veces se sienten turbados por lúgubres temores acerca del futuro. El necio procura disipar estos temores y trata de tomar livianamente su perspectiva, pero la realidad siempre es la misma. 
El impío nunca puede tener todo lo que desea. 
Lo que quiere es hacer su propia voluntad y, sin embargo, ser feliz. 
Quiere sembrar mal y cosechar bien; pero esto nunca podrá ser. 
Por su misma naturaleza, el pecado inevitablemente trae desgracia y muerte, 
aunque a veces tarde el castigo (ver Sant. 1: 15).
La persona buena desea regenerarse para poder obrar el bien. Se propone andar por el camino de la vida y de la felicidad. Cuanto más lo desea, más le concede Dios lo que anhela. La felicidad es consecuencia tan natural de la justicia como la tristeza lo es del pecado (ver Gál. 6: 7).
25. Como Pasa El Torbellino. La LXX traduce: 
"Cuando pasa la tormenta, desaparece el impío". 
Pero el justo permanece firme (ver Job 21: 18; Isa. 17: 12-14).
26. Como El Vinagre..., Y ... El Humo. Por medio de este doble símil, Salomón hace notar cuán molesto es el mensajero perezoso que demora en hacer lo que se le pide. 
El vinagre es el producto de la fermentación del vino, proceso por el cual el alcohol se transforma en ácido acético. 
El efecto del vinagre en la boca es tan irritante como el del humo en los ojos. La LXX dice: "Como uva agria a los dientes daña, y humo a los ojos, así también daña la iniquidad a quienes la practican". 3CBA
Ministerio Hno. Pio

No hay comentarios:

Publicar un comentario