27 No te niegues a hacer el bien a quien es
debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo. 28 No digas a tu prójimo: Anda,
y vuelve, Y mañana te daré, Cuando tienes contigo qué darle. 29 No intentes mal contra tu prójimo Que
habita confiado junto a ti. (Proverbios 3).
27. No Te Niegues A Hacer El Bien. El sabio se dedica inmediatamente a los asuntos
prácticos. Los vers. 27-31 comienzan todos con una prohibición: qué cosas no
deben hacerse. Practicar oportunamente
los actos de bondad multiplica su valor. Cuando una persona se niega a hacer el
bien que puede, roba a Dios y a su prójimo. Jesús, "el Hijo del hombre", en su trono de juicio, considera
que los que descuidan a los más pequeños de sus hermanos lo descuidan a él
mismo (Mat. 25: 45). Si
demoramos el pago de una deuda justa cuando estamos en condiciones de
cancelarla, defraudamos al acreedor en el uso de su propio dinero y podemos causarle
serios inconvenientes. Cuando negamos ayuda al que la necesita, agravamos
innecesariamente su angustia. Es posible que cuando finalmente nos aprestemos a
brindarle el socorro tan necesario, ya sea demasiado tarde. La situación puede
ser ya irremediable, o algún benefactor menos tardío puede haber ganado la
bendición que no alcanzamos porque fuimos demasiado tardos.
28. Anda Y Vuelve. Muchos tienen la costumbre de demorarse cuando se
les pide ayuda.
Si se trata del pago de una deuda o de hacer alguna donación, algunas personas parecen deleitarse en obligar al que solicita a que vuelva una y otra vez, hasta que finalmente le dan el dinero. El motivo de la demora quizá no sea más que darse importancia o mostrar la autoridad que tienen sobre otros. Salomón pone de relieve que dicha conducta no es propia de un siervo de Dios. Muestra que en el corazón de tal persona no existe el desinteresado amor de Dios. Sin este amor, ninguno puede ufanarse de ser un verdadero seguidor de Cristo.
Si se trata del pago de una deuda o de hacer alguna donación, algunas personas parecen deleitarse en obligar al que solicita a que vuelva una y otra vez, hasta que finalmente le dan el dinero. El motivo de la demora quizá no sea más que darse importancia o mostrar la autoridad que tienen sobre otros. Salomón pone de relieve que dicha conducta no es propia de un siervo de Dios. Muestra que en el corazón de tal persona no existe el desinteresado amor de Dios. Sin este amor, ninguno puede ufanarse de ser un verdadero seguidor de Cristo.
29. No Intentes Mal. Una advertencia contra la insinceridad o el engaño
premeditado en el trato con el prójimo confiado. Si la verdadera sabiduría trae
la recompensa de la felicidad eterna en medio de las riquezas de la tierra
nueva, es una necedad poner en peligro ese futuro por mezquinas maldades
cometidas en perjuicio de un amigo confiado. El corazón humano es tan engañoso,
que algunos que perjudican de esa manera a sus prójimos están convencidos de
que no hacen mal (ver Jer. 17: 9). 3CBA
Ministerio Hno. Pio
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