jueves, 30 de julio de 2020

143. CONSEJOS SOBRE LO MALES DE LA IRA, LA SOBERBIA, COMPLICIDAD EN EL ROBO, LA CORRUPCIÓN POLÍTICA Y LA COBARDÍA PARA DEFENDER LA JUSTICIA Y LA VERDAD.

22 El hombre iracundo levanta contiendas, Y el furioso muchas veces peca.
23 La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra.
24 El cómplice del ladrón aborrece su propia alma; Pues oye la imprecación y no dice nada. 25 El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.
26 Muchos buscan el favor del príncipe; Mas de Jehová viene el juicio de cada uno.
27Abominación es a los justos el hombre inicuo; Y abominación es al impío el de caminos rectos. (Proverbios 29).

22. Muchas Veces Peca. El que no domina su mal genio, pierde el dominio propio. 
La LXX traduce: "Un hombre iracundo suscita contiendas, y un hombre apasionado excava pecado" (Prov. 15: 18; Sant. 1: 20).
23. Sustenta. La frase entera dice: "El humilde de espíritu asirá honor". 
El humilde no sólo obtiene finalmente la honra, sino que la conserva porque la misma humildad que siempre ha demostrado lo caracteriza después de haber sido ascendido.
 (Prov. 15: 33; 16: 18, 19; 25: 6, 7; Dan. 2: 30; Luc. 14: 11).
24. Aborrece. El compañero del ladrón corre el peligro de ser capturado como cómplice de un crimen y de perder la vida. Cuando se le hace jurar que revelará todo lo que sabe, su silencio lo transforma en perjuro (ver Lev.5: 1: Juec. 17: 2).
25. El Temor Del Hombre. El que teme tanto a sus semejantes que descuida su deber, o hace a sabiendas lo incorrecto, pone en peligro su salvación. Pero quien teme a Jehová "será levantado" y estará, literalmente, "seguro", a salvo de todos los ataques del enemigo.
 (Prov. 18:10; Isa. 51:12; Mat. 10:28; Mar. 8:38).
26. De Jehová. Los gobernantes y magistrados no deciden el destino final de nadie, 
pues "de Jehová viene el juicio".
27. Abominación Es A Los Justos. Si éste es el final de la parte del libro que Salomón escribió, y así parece serlo (caps. 30: 1; 31:1), entonces este versículo constituye una buena terminación porque resume todo el tema del libro. La antipatía mutua que existe entre el bien y el mal, de la cual ha hablado el sabio, se reproduce entre quienes practican uno y otro. 
Al piadoso le resulta imposible mantener una relación íntima y personal con los impíos, 
porque sus propósitos, sus preocupaciones y sus normas son muy diferentes de los de éstos. Si no rebaja sus normas, no puede sentirse cómodo en presencia de ellos; y si lo hace, se sentirá en la misma situación (ver Isa. 53: 3; Juan 15: 19). A menos que el impío esté dispuesto a permitir que el buen carácter de los justos ejerza sobre él una influencia que modifique su conducta, le molestará la compañía de los justos. La "abominación" que el recto siente debiera ser una expresión de repudio de la impiedad del inicuo (ver Sal. 139: 19-21). 3CBA
Ministerio Hno. Pio

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