14 No
entres por la vereda de los impíos, Ni vayas por el camino de los malos. 15
Déjala, no pases por ella; Apártate de ella, pasa. 16 Porque no duermen ellos
si no han hecho mal, Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno. 17
Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos; 18 Mas la senda de los
justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es
perfecto. 19 El camino de los impíos es como la oscuridad; No saben en qué
tropiezan. (Proverbios 4).
14-15. No Entres. Cf. Sal. 1:
1. Permanecer cerca de los límites del pecado y de los pecadores menoscaba la
percepción de la conciencia, y hace que sea más fácil sentarse con los
escarnecedores. De ahí la sexta advertencia
de mantenerse lejos del mal (Prov. 4: 15, 16).
16-17. Porque No Duermen. En su accidentada vida, David había tenido que
tratar con diferentes clases de individuos malos, y conocía bien el impulso
siniestro que mueve a los pecadores cuando convencen a otros para que compartan
con ellos su pecado favorito. Si a tales personas se les preguntara si
aconsejarían a otros a hacer lo que ellos han hecho, quizá responderían que no.
Sin embargo, siguen atrapando a otros en la red que los ha hecho caer a ellos,
en forma tan natural como comen y beben (ver Job 15: 16).
18. La Senda De Los Justos. Cuando amanece, la luz comienza a aparecer casi imperceptiblemente en el
horizonte, y se va tornando cada vez más brillante hasta que llega la gloria
plena del día; en la misma forma, la luz de la verdad brilla cada vez más sobre
el sendero de los justos. Cuanto más se
acerca una persona a su Señor, más tiempo y esfuerzo dedica a obtener un
conocimiento de él por medio del estudio de la Biblia con oración, y tanto más
brillante llega a serle la luz.
No sólo aumenta la luz que brilla sobre el
cristiano. La luz reflejada que emana del justo también se magnífica
proporcionalmente. Las tinieblas de los últimos días acentuarán el crecimiento
de este resplandor. En el momento de la traslación, la apariencia exterior
armonizará con el brillo interior de los santos sin pecado (ver CS 523, 529).
19. El Camino De
Los Impíos. La
oscuridad que ciega a los que insisten en seguir sus propios caminos es tan
engañosa, que quienes así proceden piensan que son los que tienen la verdadera
luz. Tropiezan y caen sin saberlo. Para ellos, las revelaciones del juicio les
sobrevendrán como una sorpresa terrible (ver Mat. 25: 44; CS 697, 711). 3CBA
Ministerio
Hno. Pio
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