20 No estés con los bebedores de vino,
Ni
con los comedores de carne; 21 porque el bebedor y el comilón empobrecerán, Y
el sueño hará vestir vestidos rotos. 29 ¿Para
quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para
quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de
los ojos? 30 Para los que se detienen mucho en el vino, Para los que van
buscando la mistura. 31 No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su
color en la copa, Se entra suavemente; 32 Mas al fin como serpiente morderá, Y
como áspid dará dolor. 33 Tus ojos mirarán cosas extrañas, Y tu corazón hablará
perversidades. 34 Serás como el que yace en medio del mar, O como el que está
en la punta de un mastelero. 35 Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió;
Me azotaron, mas no lo sentí; Cuando despertaré, aún lo volveré a buscar. (Proverbios 23).
Me azotaron, mas no lo sentí; Cuando despertaré, aún lo volveré a buscar. (Proverbios 23).
20. Ni Con Los Comedores De Carne. Heb. "con los que ávidamente comen carne para
sí". Algunos han interpretado que comer "carne para sí"
significa "comer la propia carne", lo que significaría que los que
disfrutan de banqueteos y comilonas arruinan su propio cuerpo, y en ese sentido
comen su propia carne; pero el paralelismo implica que se habla de la gula
literal.
21. Empobrecerán. Para esto hay al menos dos razones: la afición a
las bebidas y la glotonería que son vicios costosos en los que se cae a pesar
de la escasez de recursos, y que también impiden que el bebedor y el glotón
trabajen bien, con lo que limitan su capacidad productiva (ver cap. 24: 33,
34).
29. ¿Para Quién Será El Ay? Aquí comienza un poema sobre las bebidas
alcohólicas.
La forma poética y las imágenes literarias presentan una situación sumamente real de una de las mayores causas de pecado y tristeza.
La forma poética y las imágenes literarias presentan una situación sumamente real de una de las mayores causas de pecado y tristeza.
Las
palabras hebreas traducidas "ay" y "dolor" son dos
interjecciones. Son las exclamaciones y
gemidos que profiere el bebedor cuando despierta de su estupor y siente la
agobiante reacción provocada por una noche de embriaguez.
Rencillas. En las últimas etapas de la ebriedad son frecuentes
las peleas. Los borrachos están dispuestos a pelear hasta con sus mejores
amigos. Aunque su capacidad queda muy reducida por el licor, cuando vuelven a
sus casas después de haber bebido en exceso, muchos pueden lastimar física y
psicológicamente, y en forma irreparable, susfamiliares.
Las Quejas. Heb. 'síaj, "queja" (como en Job 7: 13; 9:
27; 10: 1); pero quizá se refiera al remordimiento que sienten la mayoría de
las víctimas del alcohol cuando comprenden lo que han hecho.
Heridas En Balde. O sea heridas completamente innecesarias, que sufren
tanto los bebedores como algunos de sus familiares.
Lo Amoratado De Los Ojos. Literalmente, "oscuridades de los ojos". Los
ojos enrojecidos son algo característico del ebrio cuando recobra la razón.
30. Van Buscando La Mistura. Los que se detienen mucho en el vino son los que
sufren las aflicciones que se acaban de enumerar. Cuanto más tiempo bebe una
persona, tanto más desea el vino, y finalmente busca las mezclas de bebidas
alcohólicas. Se piensa que no se trata de la mezcla de vino con agua, sino vino
al cual se le añaden especias y drogas para aumentar su poder embriagante.
31. Cuando Resplandece Su Color. El hebreo dice: "da su ojo". Así se
advierte contra la atracción del aspecto rojo del vino, que es agradable a la
vista.
Se Entra Suavemente. Heb. "va derecho", o sea, sin dificultad.
Si fuera difícil beber licores embriagantes, es probable que menos personas beberían
hasta perder el juicio. La costumbre ha intentado rodear de cierta distinción
el brindar con vino y lo ha vinculado con las ocasiones importantes, tanto
familiares como nacionales. Sin embargo, el vino sigue siendo tan cruel y
engañoso, ya sea en una mansión o en una choza.
32. Como Áspid. Heb. tsif'oni ' Quizá alguna clase no identificada
de serpiente venenosa.
Es adecuada la comparación del vino con el veneno de una serpiente. Ambos afectan mortalmente el cuerpo.
Es adecuada la comparación del vino con el veneno de una serpiente. Ambos afectan mortalmente el cuerpo.
33. Cosas Extrañas. En hebreo sólo aparece el adjetivo
"extrañas". Como está en femenino, es posible que se refiera a
"mujeres extrañas". Es cierto que la ebriedad hace ver cosas
fantásticas, pero las repetidas advertencias de Salomón en contra de las
mujeres extrañas (caps. 2: 16; 5: 3, 20; 7: 5; 22: 14) y la conocida relación
entre la inmoralidad y la ebriedad, hace probable que se refiera a mujeres
extrañas".
Perversidades. Al principio el alcohol afecta las funciones
superiores del cerebro: el, juicio y la discreción. Se retarda la capacidad de
tomar decisiones y se anubla la diferencia entre lo bueno y lo malo. El
bebedor, dice lo que nunca diría si estuviera sobrio, y se ríe de las tonterías
de otros como si fueran producto del humor más refinado. Pero el cerebro
embriagado no sólo produce necedades; de él surgen malos pensamientos y planes
que, con frecuencia, son llevados a cabo por personas que nunca los concebirían
si estuvieran en pleno uso de sus facultades.
34. En Medio Del Mar. Heb. "en el corazón del mar" (BJ). Con
frecuencia se considera que ésta es la figura de la persona que trata de dormir
en un mundo que parece moverse como el mar agitado. Otros han pensado que se
refiere al sueño causado por los narcóticos, que finalmente vence al bebedor y
lo sume en un estado de coma, no muy distante de la muerte. Todas sus
facultades están embotadas por el alcohol, y se halla tan inerte y desvalido
como un cadáver que flota sobre las olas del mar.
En La Punta De Un Mastelero. La palabra hebrea que se traduce
"mastelero" es jibbel, y sólo aparece aquí. No se ha determinado con exactitud
su verdadero sentido. Si designa el mástil de una embarcación donde se coloca
el vigía, representa gráficamente el terrible mareo del borracho y los muchos
peligros a los cuales inconscientemente se expone. En la LXX la segunda frase
se traduce: "Y como un piloto en tina gran tormenta". Esta traducción
se refiere al juicio disminuido del embriagado.
35. Y Dirás. Aquí el ebrio puede hablarse a sí mismo o contestar
los regaños de un amigo. Admite que ha peleado, pero pretende no haber sufrido
daño alguno. Percibe apenas la
disminución de sus facultades; con 1043 todo, ya anhela recuperarse lo
suficiente como para comenzar de nuevo a beber. En verdad, es esclavo del amo
que ha escogido (cf. Rom. 6: 16), pero
Dios puede librarlo de esa servidumbre (Rom. 6: 18; 7: 23-25). 3CBA
Ministerio
Hno. Pio
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