jueves, 23 de julio de 2020

45. RESPETA LA VOLUNTAD DE LOS PADRES.

No traspases los linderos antiguos Que pusieron tus padres.
(Proverbios 22:28).

Los Linderos Antiguos. Los límites de las propiedades se indicaban con montoncitos de piedras, o con piedras más grandes, si las había. Era, pues, fácil mover un hito sin que el defraudado pudiera probarlo. Las repetidas advertencias contra esta costumbre hacen suponer que ese delito era muy común

Deut. 19: 14. En la heredad que poseas en la tierra que Jehová tu Dios te da, 
no reducirás los límites de la propiedad de tu prójimo, que fijaron los antiguos.
No reducirás. Es decir, no reducir lo ajeno para aumentar la propiedad de uno. Desde los tiempos antiguos se consideraban inviolables los hitos que marcaban los límites de una propiedad. Se pronunció una maldición sobre aquel que los cambiase en forma solapada.
 (Deut. 27: 17; ver también Job 24: 2; Prov. 22: 28; 23: 10; Ose. 5: 10).
Los antiguos. Los que originalmente dividieron la tierra y fijaron los límites.
27:17 Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.

Job 24: 2. “Traspasan los linderos, Roban los ganados, y los apacientan”.
Los linderos. Job comienza a presentar lo que le parece ser una demostración de que Dios no recompensa a los justos ni castiga a los impíos. Con referencia a los "límites", cf.  Deut. 19: 14; 27: 17; Prov. 22: 28; 23: 10; Ose. 5: 10. En el Cercano Oriente se empleaban hitos para señalar el límite entre dos propiedades cuando no había cerco, por lo general de piedras bajas colocadas a intervalos.  Era fácil robar terrenos con sólo mover esos hitos para invadir la propiedad del vecino.

Prov. 15: 25. Jehová asolará la casa de los soberbios; 
Pero afirmará la heredad de la viuda.
La Heredad. Con referencia a la santidad de los linderos, cf cap. 22: 28.
La Viuda. El Señor se preocupa especialmente por la viuda y el huérfano. 
Aunque parezca que estos desafortunados sufren en esta vida y con frecuencia son víctimas de los codiciosos, el Señor hará que todas esas cosas resulten en provecho de ellos si confían plenamente en él. El milagro de la multiplicación del aceite simboliza lo que Dios puede y quiere hacer, aunque generalmente por medios menos espectaculares, para ayudar a esos enlutados (ver Sal. 68: 5; Jer. 49: 11; DMJ 95, 96; MC 154-156). 3CBA
Ministerio Hno. Pio

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