lunes, 3 de agosto de 2020

191. LA AFLICCIÓN SIN SENTIDO DE DEJAR NUESTRAS POSESIONES A OTRO.

18 Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, 
el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí.
19 Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo 
en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría?  
Esto también es vanidad.
20 Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo 
en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría.
21 ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, 
y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! 
También es esto vanidad y mal grande.
22 Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, 
y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol?
 23 Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; 
aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.
 (Eclesiastés 2).

18. Todo Mi Trabajo. Le resultaba penoso a Salomón el pensamiento de que todos los grandes edificios que había levantado y los muchos proyectos que había ejecutado fueran más tarde disfrutados por otros (ver com. vers. 19).
19. ¿Quién Sabe? Salomón suele usar el verbo "saber" para expresar duda. Aquí expresa preocupación porque no sabe si los que heredarán sus obras las apreciarán y serán dignos de ellas. Y lo peor es que él no puede cambiar nada. Algunos creen que la preocupación de Salomón se debía al carácter de Roboam, su sucesor.
Enseñoreará. El término hebreo sugiere completo poder sobre personas o cosas. Es algo penosísimo pensar que los frutos de las labores de toda una vida puedan ser malgastados por un sucesor. (ver Job 27: 16, 17; Sal. 39: 6; Prov. 23: 5; Isa. 65: 22; Luc. 12: 20).
20. Volvió ... Mi Corazón. Es decir, fue en una dirección diferente u opuesta. Sugiere un cambio completo de la perspectiva de Salomón, y tal vez de sus actividades, como resultado de examinar la obra de su vida.
A desesperanzarse. A regañadientes Salomón se resigna ante los hechos que ha comprobado. (ver 1 Sam. 27: 1; Job 6: 26).
21. Rectitud. El vocablo del cual se traduce "rectitud" no se encuentra en ningún otro libro de la Biblia. Deriva de una raíz que significa "propio", "adecuado", "correcto", por lo cual podría traducirse como "aptitud", "habilidad natural". Por esto el pensamiento de Salomón es: No importa cuán habilísimo haya sido un hombre o cuán resonante su triunfo, una cosa es innegable: deberá dejar los frutos de sus labores a otro que no contribuyó a acrecentarlos y, por lo tanto, es incapaz de apreciarlos.
Hacienda. Es decir, su herencia: una porción de tierra, posesiones o botín.
22. ¿Qué tiene el hombre? ¿Qué resultado o fruto permanente del cual disfrutar?  
La única respuesta es "nada". La ganancia no parece compensar en absoluto 
el trabajo realizado.
23. Días. En contraste con "noche". Las horas de trabajo han estado plenas de actividades, y la "noche" de insomnio, para examinar los afanes del día.  Salomón no parece haber comprendido plenamente las bendiciones de la disciplina del esfuerzo, el dolor y los desengaños. (ver Job 35: 10; cf.  Rom. 8: 35; 2 Cor. 12: 9; Heb. 12: 11; Apoc. 3: 19).  3CBA
Ministerio Hno. Pio

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