*Dios, siempre previene
antes de actuar con sus juicios.
9 Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados; oíd, todos los que sois de
lejanas tierras; ceñíos y seréis quebrantados. 10 Tomad consejo, y será
anulado; proferid palabra, y no será firme, porque Dios está con nosotros. (Isaías
8).
9. Reuníos. Heb. ro'u, del verbo ra'a',
que puede significar "ser malo", "irritarse" o
"quebrar". Por lo tanto, ro'u significaría "irritaos" o
"quebrantaos". Es probable que en la traducción de la Vulgata latina
se pensara que, en el texto hebreo, sin vocales (t. I, pp. 31, 38-39), ro'u
provenía de la raíz ra'ah, "tratar uno con otro", y por eso se
tradujo ro'u como congregamini, "reuníos". La RVR sigue esta posible
traducción de la Vulgata latina. Los traductores de la LXX parecen haber tenido
ante ellos un texto que rezaba de'u en vez de ro'u, y tradujeron de'u al griego
como gnote, "sabedlo" (BJ). En hebreo la r y la d son casi
idénticas, y no sería difícil confundir la una con la otra (ver p. 17; hay
ejemplos en com. de Gén. 10: 4; 25: 15; Jos. 9: 4; 1 Sam. 12:11; 2 Sam. 8: 12;
23: 30). la palabra de'u proviene de la raíz yada', "saber". Esta
traducción, "sabedlo", está más en armonía con el contexto. En
hebreo, Isa. 8: 9 tiene una forma poética. Si el original fuera
"sabedlo", esta palabra formaría un paralelo con "prestad
oído" (ver t. III, pp. 26-29). La BJ reza: "Sabedlo, pueblos: seréis
destrozados".
Pueblos. "Confines todos de la tierra" (BJ).
Isaías habla aquí a las naciones paganas que pensarían en aconsejarse
mutuamente (vers. 10) para ir contra Dios, y les advierte: "Con nosotros
está Dios". En la forma poética del 183 vers. 9, "Pueblos" forma
un paralelismo con "los que sois de lejanas tierras".
10. Tomad consejo. Dios puede
anular todos los consejos de los impíos que se proponen contrariar los
propósitos divinos. Lo hizo en tiempo de Acaz, y lo está haciendo ahora.
Dios está con nosotros. Heb.
'immanu'el, las mismas palabras que se transliteran como Emanuel en el vers. 8.
Los vers. 9 y 10 presentan el significado del mensaje centrado en Emanuel que
Dios estaba procurando inculcar en el corazón de su pueblo. Los consejos de los
asirios finalmente no prevalecerían contra el pueblo de Dios, porque el Señor
estaría "con" él (cap. 10: 5-12). Isaías predicó fervorosamente al
pueblo de Judá este mensaje de la presencia de Dios, y sin duda hubo muchas
personas que aprendieron a confiar en Dios. El rey Ezequías, hijo de Acaz,
estuvo entre ellas. Cuando Senaquerib atacó a Judá, Ezequías estimuló a su
pueblo con estas palabras inspiradas: "Esforzaos y animaos; no temáis, ni
tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene;
porque más hay con nosotros que con él. Con él está el brazo de carne, mas con
nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras
batallas" (2 Crón. 32: 7-8). Como Ezequías confió en el Señor, Dios lo
acompañó y finalmente 185.000 soldados de Senaquerib murieron en una sola noche
por obra del ángel de Jehová (2 Reyes. 19: 35). 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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