1 ECHA tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. 2 Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. 3 Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará.
1. Echa. Heb. shalaj, "despachar", "enviar". Tu pan. La interpretación tradicional es la de practicar la caridad o bondad para con otros, por lo cual algún día se recibirá la debida recompensa. Otra posible interpretación sería proceder con sabiduría en empresas comerciales de diversas clases.
Lo hallarás. Compárese con Luc. 16: 9. Cualquiera sea el significado de la metáfora del "pan", la lección es actuar con espíritu de liberalidad sin esperar una recompensa inmediata,
2. Reparte. Quizá el consejo se refiera a diversificar
las actividades y no restringirlas a un área, y a invertir el capital en
distintas empresas comerciales. En un sentido moral, sugiere ser bondadoso con
tantos como sea Posible. Los dos números, "siete" y "ocho"
juntos, sugieren un número indefinido, pero con la tendencia a aumentar y no a
disminuir. Hay otros ejemplos de enumeraciones semejantes (Job 33: 14; Sal. 62:
11; Prov. 30: 15, 18, 21; Isa. 17: 6; Miq. 5: 5). Mal. Uno no
puede decir qué calamidad podrá ocurrir: ¿inundación?, ¿terremoto?, ¿guerra?,
¿crisis económica?
3. Si Las Nubes. La declaración se
puede entender mejor así: "Si las nubes están llenas, descargan lluvia
sobre la tierra". La naturaleza obedece leyes. También las hay en la
esfera moral. Si el árbol cayere. No se puede determinar la
dirección en que caerá un árbol durante un violento huracán. Hay que aprender a
prepararse para la tormenta de la mejor manera que se pueda, y luego ir en la
dirección de ella y no tratar de dominarla. No tienen una base sólida las
interpretaciones fantásticas que hacen de este versículo un comentario acerca
de la muerte y del destino humano.
Allí quedará. Cualquiera sea la
adversidad que sobrevenga, no se debe renunciar a la lucha, sino tomar las
cosas como son y proseguir con valor. Pero es necesario recordar que algunos
sucesos están más allá de los límites de nuestra capacidad. La vida abunda en eventos
imprevistos, pero éstos no tienen por qué desalentarnos ni hacernos perder
nuestra determinación. 3CBA/Ministerio Hno. Pio
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