Isaías 6:13. A Pesar De Toda La Apostasía
General, Siempre Habría Un Remanente, Una Simiente Santa, Que Sería Salvo. El remanente siempre seria fiel en todo momento. Así como en el tiempo de
Elías, había un remanente; (1 Reyes 19:18), en Jerusalén quedarían un
remanente. Y ellos al final serian salvos. Rom. 9: 27; 11:5; Apoc. 12:17.
Y si quedare aún en ella la
décima parte, ésta volverá a ser destruida; pero como el roble y la encina, que
al ser cortados aún queda el tronco, así será el tronco, la simiente santa.
(Isaías 6:13).
La décima
parte. Puesto que algunos detalles del hebreo del vers. 13
no son muy claros, es difícil traducir e interpretar correctamente este pasaje.
La traducción literal es la siguiente: "Y todavía en ella [en la tierra;
vers. 12] una décima parte y ella [ la tierra o la décima parte] volverá y será
para quemar como terebinto o como encina que al cortar [queda] tronco en ella
[en la tierra, en la décima parte, o según algunas versiones en ellos, es decir
en el terebinto y la encina] semilla santa el tronco de ella". El sentido
básico del versículo es claro. En los vers. 11-12 se describe la desolación de
Judá a causa del cautiverio babilónico. Aunque la tierra quedara totalmente desolada,
esto no significaría el fin de Israel como nación (Jer. 4: 27; 5: 10, 18; 30:
11; 46: 28). Se levantaría otra vez. El cuadro desalentador de un pueblo que
persistía en su perversidad, ciego y sordo a los mensajes que Isaías había de
presentarle hasta que fuera arrastrado al cautiverio, se mezcla aquí con la
promesa de que la tierra no quedaría totalmente abandonada para siempre, y que
el propósito que Dios había tenido para con su pueblo se cumpliría (PR
229-230). Compárese esto con el nombre del primogénito de Isaías,
Sear-jasub, que significa literalmente "un remanente volverá". La
idea de que un "remanente" volvería aparece vez tras vez en todo el
libro (cap. 4: 2-3; 10: 21; etc.). No debe asignársela ningún significado
especial al hecho de que lo que quedaría sería una "décima parte" del
original. En la Biblia se habla del número diez como de un número pequeño, a
veces indefinido. Por ello, la décima parte sería un número pequeño.
Como el
roble. Las palabras hebreas que se traducen como
"roble" y "encina" se refieren a cualquier árbol grande,
aunque también pueden significar los árboles relacionados con el culto. También
se ha pensado que el "roble" sería más bien el "terebinto",
árbol del cual se extrae la trementina. Aunque no quedara de ese
árbol más que un tocón, brotaría un nuevo árbol. Por lo tanto, el mensaje era
de estímulo y esperanza. La misión de Isaías no habría de ser del todo vana. Al
final se salvaría un remanente.
Simiente
santa. La última parte de este versículo dice así en la
BJ: "En cuya tala queda un tocón: semilla santa será su tocón". En
ese tronco subsistiría vida, y ésta finalmente brotaría otra vez y llegaría a
ser un nuevo árbol. En el AT se emplea repetidas veces la figura del árbol para
representar al pueblo de Dios (Isa. 65: 22; Jer. 17: 8; cf. Dan. 4: 14, 23). De
esa "simiente santa" se levantaría un nuevo y glorioso Israel.
4CBA Ministerio Hno. Pio
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