1 ME VOLVÍ y vi todas las violencias que se hacen
debajo del sol; y he aquí las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los
consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había
consolador. 2 Y alabé yo a los finados, los que ya murieron, más que a los
vivientes, los que viven todavía. 3 Y tuve por más feliz que unos y otros
al que no ha sido aún, que no ha visto las malas obras que debajo del sol se
hacen. (Eclesiastés 4).
1. Me Volví Y Vi. Expresión
hebrea que equivale a "reconsideré".
Violencias. Heb. 'ashuqim, de una raíz que significa "oprimir",
"ser injusto con", "extorsionar". Tiene relación con una
palabra arábiga que significa "rudeza" o "injusticia".
Salomón se refiere a los padecimientos de los pobres y los débiles a lo largo
de la historia (Job 35:9; Amós 3:9; cf. 1 Sam. 12:4).
Lágrimas. Las lágrimas de los oprimidos conmueven a Dios (Sal. 39: 12; 56: 9; Isa.
38: 5); pero las de los hipócritas le ofenden (Mal. 2: 13).
Fuerza. Ósea, la fuerza física, tal como la de Sansón (Juec. 16: 5, 6, 15); pero
también en un sentido más amplio, cualquier clase de capacidad y eficiencia
(Prov. 24: 5). Se describe la forma despiadada en que los más fuertes tratan a
los débiles e indefensos.
Consolador. Del verbo "consolar", "confortar". Los que están muy
afligidos anhelan palabras de consuelo del que comprende, y su pesar se ahonda
cuando nadie los conforta (Sal. 69: 20; Lam. 1: 2).
2. Alabé. O,
"congratulé", "felicité" (BJ).
Más que a los vivientes. Compárese con Job 3:13 y con las palabras de Cristo referentes a judas. (Mateo 26:24). En ciertas malas circunstancias, y desde determinado punto de vista, podría ser mejor morir que continuar viviendo. Es desde este punto de vista que Salomón razona y escribe. Representa una disposición de ánimo suscitada por las desigualdades y los males que han resultado de miles de años de pecado. Hoy día, más que nunca, mucha gente siente cuán vana es la vida.
3. Más Feliz. Mediante la fe en Dios y una firme confianza en el Salvador (Mat. 11:28), se hace frente mejor al pesimismo, que procede del diablo. Compárese con la tranquila confianza de Pablo (Rom. 5:1). 3CBA/Ministerio Hno. Pio
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