2 Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. 3 Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. 4 El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. 5 Mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los necios. 6 Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad. (Eclesiastés 7).
2. Luto. Entre los judíos, el período de luto duraba siete
días (Gén. 50: 10), durante los cuales mucha gente venía a consolar a los
enlutados (Mar. 5: 38; Juan 11: 19, 31).
Banquete. Los festejos de bodas
también duraban siete días (Gén. 29: 27) y, como el período de luto, se
compartían con otros (Rom. 12: 15; cf. Gál. 6: 2).
Todos los hombres. Heb. "cada
hombre". Siempre debe acompañarnos el pensamiento solemne de
que llegará el día cuando innevitablemente tendremos que encontrarnos con
nuestro Creador. Durante toda nuestra vida debemos prepararnos para este
encuentro.
3. Pesar. La frivolidad no fortalece el
carácter. Hay una máxima griega que afirma: "Sufrir es
aprender" (cf. Heb. 2: 10; 12: 1-11). El corazón. El
dolor con frecuencia es una bendición disfrazada, pues el fuego de la aflicción
purifica los motivos y capacita a la gente para simpatizar con otros.
4. Los sabios. El sabio se interesa en las cosas serias de
la vida, y aprende a apreciar sus lecciones morales y espirituales; pero al
necio le atraen las frivolidades de la existencia, y corre tras satisfacciones
y diversiones, inconsciente del más allá.
5. La reprensión. El vers. 5 magnifica
el pensamiento del vers. 4. La "reprensión" de Jehová es la
protección de su pueblo. La canción de los necios. Sin duda,
tanto los cantos obscenos y desmoralizantes de los lugares de diversión (ver
Amós 6: 5) como la clase de consejo que se espera que den los necios.
6. La risa. La risa del necio se provoca fácilmente, es
bulliciosa e insensata (ver Job 20: 5). Algunos entienden que esta expresión se
refiere al aplauso del necio, que carece de valor porque no está respaldado por
un sentido de responsabilidad. El estrépito. En el Cercano
Oriente con frecuencia escasea el buen combustible, y por eso se encienden
hojas secas y ramitas para la cocción de alimentos y la calefacción. Las
espinas, las ramitas y el rastrojo seco arden rápidamente y hacen mucho ruido,
pero no dan el calor uniforme que se necesita para cocinar o para calentar una
habitación. (ver Sal. 58: 9; 118: 12; cf. Isa. 9: 18). 3CBA/Ministerio Hno.
Pio
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