miércoles, 26 de agosto de 2020

270. AYES SOBRE LOS MALVADOS: LOS REINOS PAGANOS, INSTRUMENTOS EJECUTORES DE LOS JUICIOS DE DIOS. (ISAÍAS 5:26-30).

 26 Alzará pendón a naciones lejanas, y silbará al que está en el extremo de la tierra; y he aquí que vendrá pronto y velozmente. 27 No habrá entre ellos cansado, ni quien tropiece; ninguno se dormirá, ni le tomará sueño; a ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus sandalias. 28 Sus saetas estarán afiladas, y todos sus arcos entesados; los cascos de sus caballos parecerán como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino. 29 Su rugido será como de león; rugirá a manera de leoncillo, crujirá los dientes, y arrebatará la presa; se la llevará con seguridad, y nadie se la quitará. 30 Y bramará sobre él en aquel día como bramido del mar; entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz. (Isaías 5).

26. Pendón. Heb. nes, "pendón", "estandarte", "señal". En la antigüedad el medio más rápido de transmitir un mensaje era por medio del fuego y el humo, que podían verse de un cerro a otro. Dios anuncia que del mismo modo hará saber su mensaje a las naciones. Este antiguo medio de comunicación proporcionó a Isaías una figura que empleó 168 con frecuencia (cap. 11: 10, 12; 13:2; 18:3; 49:22; 62:10). El "pendón" divino podría ser una señal en la tierra o en el cielo. Era cualquier mensaje que el Señor enviara, ya fuese por medio de mensajeros angélicos o humanos, por fenómenos naturales, o por cualquier otro medio que quisiera emplear para hablar al corazón de los hombres. Cuando Dios hable a las naciones, responderán enviando sus ejércitos a la guerra (cap. 5: 26-30). En este caso Isaías se refiere específicamente a los asirios, que pronto habrían de invadir Palestina (cap. 10: 5-7). Silbará. Así como el "pendón" sería una señal visible, el "silbido" sería una señal audible. Las naciones entenderían las dos señales, y responderían prestamente a la llamada del Señor.

27. No habrá entre ellos cansado. En los vers. 27-30 se presenta el cuadro de un ejército que avanza con rapidez (cf. cap. 10: 28-33). El ejército avanza en perfecto orden para cumplir su misión señalada. Nada lo impedirá. Compárese esto con la forma en que Dios impidió el ataque de los egipcios cuando éstos avanzaban en contra de la voluntad divina (Exo. 14: 23-25). Entre ellos. Esta frase no aparece ni en la LXX ni en el rollo 1QIsª de los Manuscritos del Mar Muerto (ver t. I, p. 35; t. IV, p. 128).

28. Sus saetas estarán afiladas. El ejército está dispuesto para la batalla. Sus armas están afiladas; sus caballos, en condiciones para realizar el difícil y largo viaje; las ruedas de los carros giran como torbellinos. 29. Su rugido. O sea, su grito de guerra. El ejército se aproxima como león: fiero, temerario, fuerte y decidido. La presa no se ha de escapar. Dios le ha dado a este ejército sus órdenes de marcha, y el propósito divino se habrá de cumplir. 30. Bramará. En este versículo el profeta emplea otra figura de lenguaje. Compara el avance de los asirios con las aguas de una inundación que arrasa con todo y deja desolación y ruina a su paso (cf. cap. 8:7-8). He aquí tinieblas de tribulación. El bramido del mar es acompañado de la oscuridad y el terror de la tempestad. 4CBA/Ministerio Hno. Pio 

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