Para fijar y dejar la señal a la vista de todo el pueblo. el profeta usa
el nombre de sus dos hijos. El primero simbolizaba que el remanente volvería
(7:14), y el segundo, que se presenta en éste capítulo, significa, que la
destrucción y castigo pronto llegaría.
1 ME DIJO Jehová: Toma una tabla gran y escribe en ella con caracteres
legibles tocante a Maher-salal-hasbaz. 2 Y junté conmigo por testigos
fieles al sacerdote Urías y a Zacarías hijo de Jeberequías. 3 Y me llegué
a la profetisa, la cual concibió, y dio a luz un hijo. Y me dijo Jehová: Ponle
por nombre Maher-salal-hasbaz. 4 Porque antes que el niño sepa decir: Padre
mío, y Madre mía, será quitada la riqueza de Damasco y los despojos de Samaria
delante del rey de Asiria. (Isaías 8).
1. Me dijo Jehová. El hebreo dice: "Y me dijo Jehová". El uso de la conjunción "y" (wau) en esta situación (wau conjuntiva o consecutiva; ver t. I, p. 3l) indica que la acción del verbo que le sigue debe considerarse como secuela del verbo anterior. Por lo tanto, el capítulo 8 es una continuación de lo que se relata en el cap. 7, es una explicación o aclaración de ese capítulo. La profecía del cap. 8 está estrechamente relacionada con la del capítulo anterior y debe entenderse dentro del marco de ese capítulo. Las dos profecías (cap. 7 y cap. 8) fueron dadas aproximadamente al mismo tiempo, a fines del año 735 a.C. o a comienzos del 734. Tabla. Heb. gillayon, "tablilla". La palabra se refiere a una plancha delgada sobre la cual podía escribirse: podía ser de metal, de cuero, de madera, o aún de papiro. La misma palabra aparece en Isa. 3:23 y se traduce Como "espejos".
Caracteres
legibles. Heb. jéret 'enosh, "estilete [punzón] de hombre".
No se habla de la forma de las letras sino del instrumento que se usa para
escribir, en este caso un instrumento común ("de hombre"):
"Escribe con buril" (BJ).
Maher-Salal-Hasbaz. Literalmente,
"despojo se apresura, la presa se precipita". Este nombre, que debía
registrarse en una tablilla, debía indicar la inminencia de la invasión asiria
predicha en el cap. 7: 17-25. Durante casi un año antes del nacimiento del
niño, este nombre fue testigo mudo ante los habitantes de Jerusalén, y les
proporcionó amplia oportunidad de considerar su significado. Ver com. vers. 8.
2. Testigos. Estos debían atestiguar la autenticidad, y
por ende, la importancia del documento. Más tarde Acaz pidió a Urías el
sacerdote que construyera un nuevo altar para el templo, según el modelo que
había visto en Damasco (ver com. 2 Rey. 16: 10-11). Se desconoce la identidad
de Zacarías.
3. La profetisa. Parece que la
esposa de Isaías también había recibido el don profético y ayudaba a Isaías en
su ministerio. La mujer que ejercía este don llevaba el título de
"profetisa" (Juec. 4: 4; 2 Rey. 22: 14; 2 Crón. 34: 22;
Luc. 2: 36); por otra parte, puede habérsele aplicado este título simplemente
porque era esposa de un profeta. Maher-salal-hasbaz era el segundo hijo de
Isaías (Isa. 7: 3). Así como el primer hijo de Isaías sería una señal para el
pueblo de que el "remanente" volvería, el segundo había de ser una
señal del castigo que caería pronto.
4. Padre mío. Los niños pueden decir
"papá" y "mamá" al cumplir aproximadamente el primer año de
edad. Antes de que este niño tuviera dos años, los asirios saquearían tanto a
Israel como a Siria. Esta profecía se cumplió en 732 a. C., cuando Peka y Rezín
perdieron el trono y, más tarde, la vida. (Isa. 7: 16; cf. 2 Rey. 15: 30; 16:
9). Por esto, el que se escribiera el nombre Maher-salal-hasbaz en la tablilla
era señal de que los asirios pronto llegarían para saquear y despojar a Samaria
y Siria (ver com. Isa. 8: 1). Aunque Israel y Siria cayeron ante Asiria, por un
tiempo Judá se mantuvo independiente. Dios le había dicho a Acaz que no temiera
(cap. 7: 4), y había predicho el nacimiento del niño Emanuel que habría de ser
la garantía de que Dios estaría con Judá y lo libraría de la desdichada suerte
que sobrecogió a sus vecinos del norte.
En una tablilla de barro cocido, Tiglat-pileser afirma que el pueblo de
Israel derrocó a su rey, y que después de eso él colocó a Oseas en el trono (t.
II, p. 87). Según 2 Rey. 15: 29-30, fue en los días de Peka cuando Tiglat-pileser
tornó a "Galaad, a Galilea y a toda la tierra de Neftalí, y los llevó
cautivos a Asiria"; y también cuando Oseas mató a Peka y ocupó su
trono. Según 2 Rey. 16: 7-9, cuando Acaz pidió auxilio a Asiria,
Tiglat-pileser tomó la ciudad de Damasco, llevó cautivos a sus habitantes y
mató a Rezín. En vez de confiar en Dios para que le ayudara, Acaz
había pedido a Tiglat-pileser que lo salvara de manos de los reyes de Israel y
de Siria (2 Rey. 16: 7). Al
Hacer Esto, Acaz abrió las puertas para la destrucción de
Judá. El cronista afirma que por su transgresión Acaz causó la humillación de
Judá, y que, a pesar de que Tiglat-pileser acudió, esta venida suya "lo
redujo 182 [a Acaz] a estrechez, y no lo fortaleció" (2 Crón. 28: 19-20). 4CBA/Ministerio
Hno. Pio
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