lunes, 17 de agosto de 2020

251. EL ESPOSO ALABA A LA ESPOSA.

1 HE AQUÍ que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa; Tus ojos entre tus guedejas como de paloma; Tus cabellos como manada de cabras Que se recuestan en las laderas de Galaad. 2 Tus dientes como manadas de ovejas trasquiladas, que suben del lavadero, Todas con crías gemelas, Y ninguna entre ellas estéril. 3 Tus labios como hilo de grana, Y tu habla hermosa; Tus mejillas, como cachos de granada detrás de tu velo. 4 Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería; Mil escudos están colgados en ella, Todos escudos de valientes. 5 Tus dos pechos, como gemelos de gacela, Que se apacientan entre lirios. 6 Hasta que apunte el día y huyan las sombras, Me iré al monte de la mirra, Y al collado del incienso. 7 Toda tú eres hermosa, amiga mía, Y en ti no hay mancha. 
8 Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía; Ven conmigo desde el Líbano. Mira desde la cumbre de Amana, Desde la cumbre de Senir y de Hermòn, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los leopardos. 9 Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; Has apresado mi corazón con uno de tus ojos, Con una gargantilla de tu cuello. 10 ¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! ¡Cuánto mejores que el vino tus amores, Y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas! 11 Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua; Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano. 12 Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; Fuente cerrada, fuente sellada. 13 Tus renuevos son paraíso de granados, con frutos suaves, De flores de alheña y nardos; 14 Nardo y azafrán, caña aromática y canela, Con todos los árboles de incienso; Mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas. 15 Fuente de huertos, Pozo de aguas vivas, Que corren del Líbano. 
16 Levántate, Aquilón, y ven, Austro; Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado a su huerto, Y coma de su dulce fruta. (Cantares 4). 1 YO VINE a mi huerto, oh hermana, esposa mía; He recogido mi mirra y mis aromas; He comido mi panal y mi miel, Mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados. (Cantares 5).
1. Tú eres hermosa. Hasta aquí, el principal interlocutor del Cantar ha sido la doncella sulamita. Ahora comienza un discurso 1137 más extenso del novio, quien ensalza la belleza de la novia y le propone matrimonio, lo cual ella acepta. Ojos . . . como de paloma. Cf. cap. 1: 15.
Tus guedejas. Mejor, "tu velo" (BJ). El velo que usan muchas mujeres del Cercano Oriente es una tela oscura que pende de la cabeza. La frente y los ojos quedan al descubierto. Este velo cubre no sólo el rostro, excepto la frente y los ojos, sino también el cuello. Cuelga suelto sobre el busto. Manada de cabras. Su cabello es negro y brillante como el pelo de las cabras de Palestina, que por lo general eran negras o de color marrón oscuro.
2. Manada de ovejas. Es bella la blancura de los dientes bien formados y simétricos, de los cuales no falta ninguno.
3. Tu habla. Más bien, "tu boca", como órgano indispensable del habla.
4. Escudos. Con frecuencia se colgaban escudos de las torres, así para adorno como para tenerlos a mano en una emergencia.
6. Apunte el día. Ver com. cap. 2: 17. Este parece ser otro estribillo, quizá presentado por la novia en su recato y humildad, a fin de morigerar el ardor del novio. Sin embargo, él continúa demostrando su amor con nuevas expresiones de afecto.
7. Toda tú eres hermosa. Todo en ti es hermoso; no tienes un solo defecto. Se presenta a Jesús como diciendo estas palabras a la iglesia, su novia (ver MC 275; DMJ 57).
8. Amana. Los montes del Antilíbano. Senir. El nombre amorreo, ugarítico y acadio del monte Hermón (cf.  Deut. 3: 9). Quizá aquí estén en aposición las dos montañas, o Senir puede ser una alta cumbre del Hermón.  Salomón anhela que la doncella sulamita deje todas las hermosas montañas de su país norteño.
9. Prendiste mi corazón. "Me robaste el corazón" (BJ). El verbo hebreo deriva del sustantivo "corazón". Quizá lo que quiso decir fue: "Me has reanimado".
10. Tus amores. Es decir, las muchas atenciones y manifestaciones de amor (cf. cap. 1: 2).
12. Huerto cerrado. Con la expresión simbólica de un huerto cerrado propone casamiento el rey Salomón, y con el mismo símbolo lo acepta la doncella sulamita (vers. 16). Nadie ha entrado jamás en ese huerto ni bebido de esa fuente, y nunca se ha roto el sello de esa fuente.
15. Pozo de aguas vivas. Se ha tomado el lenguaje de este versículo para describir las corrientes perennes y refrescantes que pueden obtenerse en la Palabra de Dios (ver PR 176; DMJ 22; Juan 4: 14).
16. Venga . . . a su huerto. Esta es la respuesta de la sulamita. Invita al novio a que entre en su huerto para comer de sus frutos. 5:1. A mi huerto. pues es la respuesta de Salomón al consentimiento de la doncella para casarse con él. Comed, amigos. Palabras sin duda dirigidas a los huéspedes de la fiesta de bodas.
*Cantares 4; 5:1. Expresa el amor que siente el esposo por la esposa, que es realmente muy grande. La describe físicamente con gran gozo y placer. No la encuentra ningún defecto, es perfecta. No espera la hora; de que su amada esté cerca a su lado.
Sí, siempre se diera eso en la vida conyugal, cuantos matrimonios serian siempre florecientes y el amor en vez de morir, seria fortalecida y crecería siempre más y más; y divorcios no habrían, y la sociedad sería más feliz.
Aplicando a lo espiritual. Es el amor de (1-7). Cristo nuestro Señor, que alaba la belleza de su iglesia. (como dice su palabra: “una iglesia sin mancha ni arruga”, una iglesia perfecta). 8-15. Él le demuestra su amor. 16. La iglesia ora para ser aceptada en la presencia de Cristo.  5:1. Y El Señor despierta a la iglesia con su llamado. Amen. 3CBA/Ministerio Hno. Pio

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