12 Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia; 13 y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios. 14 Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad. 15 Por tanto, alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le concede debajo del sol. (Eclesiastés 8).
12. CIEN VECES. Con frecuencia el pecador hace lo malo y parece escapar al castigo
correspondiente a sus faltas (ver prov. 17: 10). Prolongue. "Días"
es una palabra añadida. Algunos se sienten molestos por una aparente demora en
el juicio de los impíos (Mal. 2: 17). Sin embargo, cuando Dios lo crea oportuno
recibirán su castigo (ver Isa. 3: 11; Mat. 16: 27; Apoc. 20: 11- 15). Les
irá bien. Finalmente, todo irá bien para los que temen a Dios (Sal.
37:11; Isa. 3:10; Mal. 3:16).
13. No le irá bien. Compárese con Job 20: 4- 9; 22: 15, 16. Sombra. Ver la enseñanza del salmista. (Sal. 102: 11; 109: 23; 144: 4).
14. Vanidad. A pesar de su convicción ya
declarada en los vers. 12, 13, a Salomón le angustian algunas paradojas
aparentemente insolubles. Justos. El término hebreo que se traduce "justos"
sugiere
hombres que practican rectitud. Job tuvo el mismo conflicto (Job 9:22;
cf. Ecles. 9:2,3; Ezeq. 21:3,4). Impíos. Compárese
con Job 21: 7; Sal. 73: 3; Jer. 12: 1. No debiéramos permitir que las
injusticias de esta vida debiliten nuestra fe en la forma en que Dios procede.
Se corregirán todos los errores en el mundo eterno.
15. Alegría. Es decir, vivir
para el placer. Aquí se sugiere el eclipse de la fe de Salomón debido a su
enfoque materialista de las cosas. Coma. Las actividades que
aquí se presentan no son malas en sí. Dios dio al hombre la facultad de comer,
de beber y de disfrutar las cosas buenas que ofrece la vida. No obstante, Salomón quiere decir que por causa de que el dominio
propio y el control del apetito aparentemente no le habían proporcionado
ninguna recompensa, llegó a pensar que era mejor vivir para satisfacer los sentidos,
para usufructuar al máximo las cosas materiales. Esto le quede. Salomón
continúa con la descripción de los sentimientos que una vez lo abrumaron. 3CBA/Ministerio
Hno. Pio
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