Isaías 7:1-9. Narra la crisis nacional en la que se encuentra el reino de Judá, por la amenaza de invasión de los reinos confederados de Siria y Efraín (Israel) o reino del norte.
1 ACONTECIÓ en los días de Acaz hijo de Jotam, hijo de Uzías, rey de Judá, que Rezín rey de Siria y Peka hijo de Remalías, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para combatirla; pero no la pudieron tomar. 2 Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento. 3 Entonces dijo Jehová a Isaías: Sal ahora al encuentro de Acaz, tú, y sear-jasub tu hijo, al extremo del acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador, 4 Y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni se turbe tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el ardor de la ira de Rezín y de Siria, y del hijo de Remalías. 5 Ha acordado maligno consejo contra ti el sirio, con Efraín y con el hijo de Remalías, diciendo: 6 Vamos contra Judá y aterroricémosla, y repartámosla entre nosotros, y pongamos en medio de ella por rey al hijo de Tabeel. 7 Por tanto, Jehová el Señor dice así: No subsistirá, ni será. 8 Porque la cabeza de Siria es Damasco, y la cabeza de Damasco, Rezín; y dentro de sesenta y cinco años Efraín será quebrantado hasta dejar de ser pueblo. 9 Y la cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria el hijo de Remalías. Si vosotros no creyerais, de cierto no permaneceréis. (Isaías 7).
1. En los días de Acaz. Ver la
tabla del t. II, p. 79. Evidentemente este mensaje fue dado alrededor del año
734 a. C., cerca del comienzo del reinado de Acaz (ver com. vers. 16). Véase en
el t. II, p. 88 el marco histórico de los hechos mencionados aquí. Rezín
rey de Siria, y Peka. Los documentos asirios indican que Uzías había
adoptado una posición firme contra Asiria. Quizá su hijo Jotam hizo lo mismo,
pero Acaz fue más amigable. Envió a Tiglat-pileser oro y plata que sacó del
templo y de su propio palacio, a fin de comprar la ayuda asiria (ver com. 2
Rey. 16: 5- 10). Por 2 Rey. 15: 29 se sabe que Peka, de Israel, era contrario a
los asirios, porque Tiglat-pileser vino contra él. Documentos asirios también
informan que lo mismo ocurría con Rezín de Siria. Es probable que por esta
época todos los reyes del Asia occidental estuvieran unidos en una alianza
contra Asiria, y el ataque de Peka y Rezín contra Acaz tenía el propósito de
derrocarlo para entronizar un nuevo rey, quizá con la idea de obligar a Judá a
entrar en la coalición contra Asiria.
No la pudieron tomar. Según 2 Crón.
28: 5-15, donde se relata esta misma campaña de Peka (rey de Israel) y de Rezín
(rey de Siria), Judá sufrió una terrible derrota frente a estos reyes. Pero 2
Reyes 16: 5 confirma que, a pesar de la derrota, Jerusalén no fue tomada. Según 2
Reyes 16: 6, este debilitamiento de Judá permitió al rey de Edom recuperar la
ciudad de Elat, en el golfo de Aqaba. Sin embargo, el texto hebreo dice que
"Rezín rey de Aram [Siria] devolvió Elat a Aram [Siria]"; lo mismo
dice la LXX. En el hebreo se parecen mucho las palabras Aram y Edom y no sería
difícil confundirlas. Sin embargo, el suprimir el nombre de Rezín puede hacerse
sólo en base a la conjetura de que Siria estaba demasiado lejos del golfo de
Aqaba como para tener allí una colonia y que como Elat estaba en territorio
edomita, debe enmendarse el texto bíblico. La nota de la BJ admite esta
conjetura.
2. Vino la nueva. Acaz, el
representante de la casa de David, se enteró de lo ocurrido. El ataque iba
dirigido especialmente contra la dinastía de David, puesto que tenía el
propósito de deponer a Acaz y poner en el trono de Judá a un nuevo rey, de la
casa de Tabeel (vers. 6). Se le estremeció el corazón. Según
el rollo 1QIsª de los Manuscritos del Mar Muerto sólo se estremeció el corazón
del pueblo. Como se estremecen. Acaz se aterrorizó frente a la
perspectiva de ser expulsado del trono (vers. 6). Como apóstata que era, no
confiaba en Dios; y le parecía que su reino pronto caería.
3. Sal ahora. Aunque Acaz era un rey
impío, el Señor no deseaba que se extinguiera la dinastía de David (Gén. 49:
10; 2 Sam. 7: 12-13). Por eso Isaías fue enviado al rey para anunciarle el
propósito de Dios de preservar a Judá y derrotar a sus invasores. Sear-jasub. Literalmente,
'remanente volverá". Dios hizo que Isaías y sus hijos fueran señales para
el pueblo (cap. 8: 18). Lo mismo puede decirse de Oseas, contemporáneo de
Isaías, cuyos hijos también llevaban nombres significativos (Ose. 1: 4-9).
Isaías constantemente mantuvo delante del pueblo este mensaje del regreso del
remanente (cap. 4: 2-3; 10: 21; etc.).
Estanque de arriba. La provisión de
agua para la ciudad era muy importante en caso de asedio. El "estanque de
arriba" se ha identificado con el estanque de la fuente de Gihón, hoy
llamado Fuente de la Virgen (ver el mapa frente a la p. 625, t. II). Se
encontraba en el valle de Cedrón, al este del Ofel y al sur de la zona del
templo. Partiendo de la fuente de Gihón, Ezequías hizo excavar más tarde su
famoso acueducto: el túnel de Siloé (2 Rey. 20: 20; 2 Crón. 32: 30), el cual
llevaba el agua al estanque de Siloé, dentro de la ciudad. En tiempo de Acaz,
esta fuente de agua quedaba fuera de la ciudad, y sin duda se estudió la manera
de llevar el agua dentro de la ciudad para que en caso de asedio los sitiadores
no pudieran aprovecharla.
4. Guarda y repósate. Con la ayuda
del Señor del cielo no había por qué temer. Pero el rey había rehusado confiar
en Dios y, en consecuencia, se desesperó cuando se vio ante circunstancias a
las cuales no sabía cómo hacer frente. Dos cabos de tizón. Expresión
despectiva. Los debilitados reinos de Siria e Israel, así como sus reyes,
aunque parecían vigorosos no eran más que restos humeantes de lo que había sido
una vez una brillante antorcha. Casi se habían extinguido. Apenas les quedaba
un poco de vida. El Dios del cielo predijo su fin para que Acaz pudiera seguir
una política inteligente respecto a ellos. Acaz debía tener en cuenta el
poderío creciente de Asiria, y no el de los tambaleantes reinos de Siria e
Israel. En el transcurso de los 40 ó 50 años siguientes Judá sería casi
totalmente raída por Asiria, y sin embargo, Acaz seguía una política que
inevitablemente facilitaba la obra de los asirios.
5-6. Contra Judá. El plan era
vencer a Judá y anexarlo. Pongamos . . . por rey. Acaz sería
destronado; terminaría la dinastía de David, y un nuevo rey, "hijo de
Tabeel', sería colocado en el trono. Se desconoce la identidad de este nuevo
rey, pero se cree que era sirio, pues el nombre Tabeel es arameo y significa
"bueno [es] Dios". Israel y Siria se habían puesto de acuerdo en
cuanto al nuevo monarca títere que debía ocupar el trono de David.
7. No subsistirá. La casa de David no
debía caer. El plan propuesto por Siria e Israel iba dirigido contra Dios, y no
podía tener éxito. Dios tenía otros planes para la casa de David (Gén. 49: 10;
2 Sam. 7: 12). No permitiría que los hombres interfirieran en su propósito con
Judá, ni que terminaran con la dinastía a través de la cual habría de venir el
Mesías.
8. Dentro de sesenta y cinco años. No es claro el significado exacto de esta predicción. Según la
cronología "corta" empleada en este Comentario (t.II, pp. 79, 146,
748), la predicción fue hecha alrededor del año 734 a. C., si bien ninguna
cronología "larga" ubica la entronización de Acaz antes de 742 a. C.
Sin embargo, en el 722 Israel, el reino del norte, dejó de existir después que
Samaria cayó en poder de los asirios. Algunos eruditos recientes han llegado a
la conclusión de que la frase que comienza con estas palabras fue interpolada
por un escriba posterior. Destacan que esta afirmación parece interrumpir la
idea que se expresa en los vers. 8 y 9. Pero no puede aducirse ninguna
evidencia segura de que esta frase haya sido insertada posteriormente.
Suponiendo que el número 65 estuviera en el texto original del libro de
Isaías, y no hay razón convincente para pensar que no estuviera, puede pensarse
en dos posibles cumplimientos. Sesenta y cinco años después de 734, siguiendo
el cómputo inclusivo, llegan al año 670, cuando Esar-hadón (681669) reinaba en
Asiría. Esar-hadón (y después de él su sucesor Asurbanipal, llamado Asnapar en
Esd. 4: 10) hizo transportar a ciertos pueblos mesopotámicos al antiguo
territorio del reino del norte (Esd. 4: 2-10). 175 Esto ocurrió
mucho después de que terminara la nación de Israel (723/722 a. C). La política
asiria de esparcir los pueblos sometidos tenía el propósito de borrar la
antigua identidad y lealtad nacionales. Las diez tribus fueron absorbidas de
tal manera entre los pueblos vecinos, que con frecuencia se las llama las
tribus "perdidas". Es probable que algunos israelitas más tarde se
unieran con los cautivos de Judá y regresaran con ellos después del exilio,
pero como individuos que formaban parte de la comunidad judía, que era la
continuación del antiguo reinó de Judá, y no de Israel.
Otra interpretación es que los 65 años pueden haber comenzado
aproximadamente al mismo tiempo del terremoto, durante el reinado de Uzías o de
Jeroboam II. Este terremoto era la prueba tangible de los castigos del Señor
que Amós profetizó sobre Israel. Si así fuera, Isaías aquí meramente se refiere
a la caída de Samaria en 723/722. Esto es posible, pero no puede probarse,
porque no se conoce la fecha exacta del terremoto. Puesto que no se especifica
el momento cuando debía comenzarse a contar ese período de 65 años, hoy no es
posible -ni tampoco necesario- determinar el sentido de la predicción. Con toda
probabilidad, una profecía específica como ésta era clara y tenía significado
para la gente en cuya época fue dada. Obviamente, tenía más importancia que
ellos la comprendieran entonces, de la que pueda tener para nosotros que la
comprendamos ahora.
9. Si vosotros no creyerais. Es evidente que
Acaz no creyó lo que Dios aseguraba: que Peka y Rezín no tendrían éxito.
Todavía estaba temeroso. "Sin fe es imposible agradar a Dios" (Heb.
11: 6), y mucho menos someterse a su sabia y misericordiosa conducción. 4CBA/Ministerio
Hno. Pio
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