lunes, 10 de agosto de 2020

227. LA PROVIDENCIA DIVINA GOBIERNA SOBRE TODOS.

11 Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos. 12 Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos. (Eclesiastés 9).

11. Los ligeros. A diferencia de los seres humanos, el Señor no depende del vigor físico y mental              (1 Sam. 14: 6; 17: 47). Aun en la existencia humana, estas cualidades externas que parecen dar a unas personas ventajas sobre otras no son lo más importante. Tiempo y ocasión. Hay un tiempo propicio, un momento preciso para determinada tarea. Cuando alguien deja que se le escape el tiempo apropiado, fracasarán sus esfuerzos, total o parcialmente, para cumplir lo que podría alcanzar.

12. El hombre. El artículo definido destaca la relación individual de cada uno con el problema de la muerte. Su tiempo. Tal vez una referencia a la muerte (ver cap. 7: 17), aunque también podría aludir a cualquier desgracia. En lazo. Figura que describe un súbito desastre (Sal. 91:3; 124:7; Prov. 1:17; 6:5; Ose. 7:12). 3CBA/Ministerio Hno. Pio


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