domingo, 2 de agosto de 2020

186. EL INCESANTE DE VENIR DE LAS CRIATURAS Y LAS COSAS EN LA NATURALEZA.

4 Generación va, y generación viene; más la tierra siempre permanece. 
5 Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta. 
6 El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; 
va girando de continuo,  y a sus giros vuelve el viento de nuevo. 
7 Los ríos todos van la mar, y el mar no se llena; 
al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo.
8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; 
nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír. (Eclesiastés 1).

4. Generación. Heb. dor, "período", "edad", "generación", de un verbo que significa "amontonar", "apilar". Originalmente significó "moverse en círculo"; después, "morar en tiendas", quizá debido a la inestabilidad de la vida nómada. Por lo tanto, encierra la idea inherente de inestabilidad. Abarca conceptos como clase, calidad, condición, como en la frase "generación torcida" (Deut. 32: 5), y con referencia a gente que maldice con facilidad.
 (Prov. 30: 1 1) y a los que son enteramente implacables (Prov. 30: 14).
Va. En hebreo, tanto la palabra "va" como la palabra "viene" son participios simples que destacan la idea de un cambio incesante, interminable (ver Job 10: 20-22; Sal. 39: 13).
Siempre. La voz hebrea que así se traduce, siempre, deriva de una raíz verbal cuyo significado preciso no conocemos. El adverbio castellano "siempre" es la traducción de un sustantivo hebreo masculino que, a semejanza de su equivalente griego, se usa en muchas formas. Puede referirse a "antigüedad", "días de antaño", "larga duración", "existencia continua"; puede significar "indefinido", "futuro sin Fin", "eternidad", etc. A semejanza de su equivalente griego, se comprende mejor en cada caso en armonía con la naturaleza del tema son el cual se usa (ver com. Exo. 12: 14; 21: 6).
Permanece. Heb. 'amad, palabra común hebrea que significa "perdurar". Encierra la idea de continuidad y durabilidad. El contraste que Salomón presenta en este versículo se obtiene en parte de la permanencia aparente de las montañas, el incesante fluir de los ríos y la ininterrumpida sucesión del día y la noche.
5. Se Apresura. Heb. sha'af, "jadear en persecución de", "asir ávidamente", "estar ansioso de". Encierra la imagen de un caballo brioso que olfatea el aire, dominado por el deseo de echar a correr a toda velocidad. Jer. 2: 24 presenta un ejemplo de esta figura, y Sal. 119: 131 de su aplicación a la vida espiritual.
Se Levanta. Heb. zaraj. Forma participial que destaca una actividad continua o repetida.
6. El Viento. Heb. ruaj, "viento", vocablo que siempre implica actividad. Se usa muchas veces en relación con las diversas actividades de Dios en el manejo del plan de salvación.
Rodea. Una figura de actividad y repetición incesantes. El "norte" y el "sur" se mencionan en contraste con el este y el oeste (vers. 5), por donde "sale el sol, y se pone".
Va Girando De Continuo. En hebreo se emplean cuatro veces en este versículo los vocablos derivados de la raíz "volver", "rodear", para destacar la idea de actividad y repetición incesantes. La palabra también se usa al describirse la marcha del ejército de Josué alrededor de Jericó (Jos. 6: 3, 15) y las vueltas de los israelitas al rodear "el monte de Seir por mucho tiempo" (Deut. 2: 1, 3).
Salomón no se quejaba de los incesantes ciclos de la naturaleza, sino que veía en ellos un paralelo con los ciclos de la vida humana (cap. 1: 4). La vida del hombre, generación tras generación, ¿es acaso nada más que un asunto de repetición sin ningún propósito superior visible? ¿No habrá acaso un punto culminante para la existencia de la humanidad? 
¿No tiene Dios un propósito eterno que finalmente reemplazará esta secuencia aparentemente interminable de la actividad del género humano?
La exactitud científica de la descripción que aquí se da del movimiento de las masas de aire alrededor de la superficie de la tierra no tiene paralelo en la literatura antigua. Revela un conocimiento íntimo de las leyes de la naturaleza, muy superior al que tenían los hombres de la antigüedad.
7. Los Ríos Todos. Como tercer ejemplo del giro incesante de la naturaleza, Salomón presenta el ciclo del agua. Aunque las fuerzas de la naturaleza presentan un cuadro de repetición incesante, su actividad fue designada por Dios y funciona en armonía con su voluntad. Sin embargo, las actividades humanas -en la mayoría de los casos- no fueron designadas por Dios, y por lo tanto no tienden al propósito satisfactorio para el cual él creó al hombre. La humanidad busca continuamente nuevas sendas hacia la felicidad y la satisfacción, pero sólo podrá lograr su verdadero fin cuando esté en paz con su Hacedor.
 (ver Mat. 11: 28-30).
8. Cosas. Heb. dabar, se ha traducido como "palabras" en el (vers. 1), pero aquí sin duda significa "cosas". Rhema, Gr., "palabra" o "cosa", tiene en el NT el mismo significado doble de la palabra hebrea que aquí se usa.
Fatigosas. La aparente esterilidad de la actividad humana y los desengaños que la acompañan son los puntos que aquí se destacan.
El Hombre Puede Expresar. La voz traducida "hombre" no es el término genérico del vers. 3, sino uno que se refiere a "hombre" como distinto de mujer. La forma verbal traducida "expresar" es la raíz de "palabras" (vers. 1) y de "cosas" (vers. 8).
Nunca Se Sacia. La experiencia externa no puede satisfacer los anhelos íntimos del corazón. 
Las cosas, es decir las bendiciones materiales, no satisfacen a la persona que piensa. 
Un verdadero acercamiento a Dios no se logra por medio de los sentidos sino de una experiencia íntima. Dios es espíritu (Juan 4: 24) y, por lo tanto, el ser humano debe llegarse a él mediante su propio espíritu. Así también, lo que llega al oído físico no puede proporcionar un bien duradero a menos que se lo retransmita al sentido de la naturaleza espiritual, con la cual los mortales oyen la voz de Dios. (3CBA).
Ministerio Hno. Pio

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