1 Palabras del predicador, hijo de David rey en
Jerusalén.
2 Vanidad de vanidades, dijo el predicador; vanidad de vanidades todo es vanidad.
3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? (Eclesiastés 1).
2 Vanidad de vanidades, dijo el predicador; vanidad de vanidades todo es vanidad.
3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? (Eclesiastés 1).
1. Palabras. Así empieza el versículo que da el título a este
libro. Otros tres libros de la Biblia comienzan en una forma similar: Nehemías,
Jeremías y Amós. El término hebreo traducido "palabras" significa
también "noticias", "informe", "mensaje",
"relato", "encargo".
Predicador. Heb. Qohéleth, del verbo qahal:
"congregarse", "reunirse". Hay ejemplos del uso de qahal en
2 Crón. 20: 26; Est. 9: 2, 16, 18; etc. El sustantivo a fin, traducido
"asamblea", "congregación", "compañía", aparece 122
veces en el AT
Algunos escritores judíos han explicado que Qohéleth
significa "uno que reúne una congregación y expone enseñanzas". Otros
lo traducen como "predicador" porque -según se dice- Salomón presentó
estos discursos delante de una congregación. Es similar a una raíz arábiga
traducida de diferentes formas como "gran coleccionador",
"profundo investigador"
(ver PR 62, e Introducción a Eclesiastés).
(ver PR 62, e Introducción a Eclesiastés).
Hijo De David. Es decir, Salomón.
Este, a quien Dios había dotado con una capacidad
genial (1 Rey. 3: 9-13) pero que había malgastado su herencia en la alocada
búsqueda de la felicidad, era el que estaba mejor capacitado para presentar las
profundas verdades que se registran en este libro.
Rey En Jerusalén. Se refiere al predicador, no al rey David.
En el momento en que habla el "predicador",
gobierna como "rey".
Esta expresión es, sin duda, una referencia directa al rey Salomón, a pesar de que su nombre no aparece en el libro. Otras expresiones que indican que se trata de Salomón son las referencias a su sabiduría y a él mismo como autor de diversos proverbios.
(cap. 1:12, 13, 16; 2:15; 12:9; cf. 1 Rey. 3:12; 4:32).
Esta expresión es, sin duda, una referencia directa al rey Salomón, a pesar de que su nombre no aparece en el libro. Otras expresiones que indican que se trata de Salomón son las referencias a su sabiduría y a él mismo como autor de diversos proverbios.
(cap. 1:12, 13, 16; 2:15; 12:9; cf. 1 Rey. 3:12; 4:32).
Jerusalén, la capital de la nación, gloriosamente
situada, no sólo era el único lugar de la residencia real sino, sobre todo, la
sede de Dios entre su pueblo divinamente elegido.
La religión y la sabiduría divinas deberían haber estado aquí en su grado de máxima pureza y excelencia. El que gobernaba en su trono desde una ciudad tal, debería haber sido un instrumento ideal, dócil a la dirección de Dios y sujeto a su voluntad, para irradiar sabiduría celestial ante un pueblo receptivo.
La religión y la sabiduría divinas deberían haber estado aquí en su grado de máxima pureza y excelencia. El que gobernaba en su trono desde una ciudad tal, debería haber sido un instrumento ideal, dócil a la dirección de Dios y sujeto a su voluntad, para irradiar sabiduría celestial ante un pueblo receptivo.
2. Vanidad De
Vanidades. Heb. habel habalim.
Estas palabras declaran el tema de todo el libro y constituyen la esencia del prefacio.
Hébel, "vanidad", aparece 37 veces en Eclesiastés, y sólo 33 veces en todo el resto del AT.
Su significado original es "aliento" o "vapor". Se usa para referirse a los "ídolos" como cosas vanas y sin valor, y también para su culto (2 Rey. 17: 15; Jer. 2: 5; 10: 8).
Estas palabras declaran el tema de todo el libro y constituyen la esencia del prefacio.
Hébel, "vanidad", aparece 37 veces en Eclesiastés, y sólo 33 veces en todo el resto del AT.
Su significado original es "aliento" o "vapor". Se usa para referirse a los "ídolos" como cosas vanas y sin valor, y también para su culto (2 Rey. 17: 15; Jer. 2: 5; 10: 8).
Algunos afirman que en el Eclesiastés no hay una sola
referencia contra la idolatría.
Sin embargo, este mismo término, clave del libro, se usa con frecuencia en relación con los ídolos y su culto. El Predicador dice que es "vanidad" cualquier cosa que se busque en lugar de Dios y la obediencia a él. Habel habalim es un superlativo comparable con expresiones tan enfáticas como "cielo de los cielos" (1 Rey. 8: 27) y "cantar de los cantares"
(Cant. 1:1). Mediante esta forma enfática, literalmente "vapor de vapores", "soplo de soplos", Salomón pone de manifiesto la inutilidad y el desdichado fin de toda vida y de todo esfuerzo humanos, a menos que se orienten hacia Dios.
Sin embargo, este mismo término, clave del libro, se usa con frecuencia en relación con los ídolos y su culto. El Predicador dice que es "vanidad" cualquier cosa que se busque en lugar de Dios y la obediencia a él. Habel habalim es un superlativo comparable con expresiones tan enfáticas como "cielo de los cielos" (1 Rey. 8: 27) y "cantar de los cantares"
(Cant. 1:1). Mediante esta forma enfática, literalmente "vapor de vapores", "soplo de soplos", Salomón pone de manifiesto la inutilidad y el desdichado fin de toda vida y de todo esfuerzo humanos, a menos que se orienten hacia Dios.
Dijo. La expresión "dijo el predicador" es
un recordativo de que Salomón
es el orador y, por lo tanto, el autor.
Todo Es Vanidad. Podría traducirse adecuadamente: "La suma
total es vanidad", o sea que el mundo en su totalidad -incluso toda la
vida- es como si no fuese más que un "aliento" o "vapor",
carente de promesa alguna de esperanza.
3. Provecho. Heb. yithron.
Vocablo que aparece nueve veces más en este libro
(caps. 2: 11, 13; 3: 9; 5: 9, 16; 7: 12; 10: 10, 11), y se traduce de diversas
maneras: "sobrepasa", "provecho", "aprovechó",
"excede" y "provechosa". Yithron deriva de un verbo que
significa "permanecer encima", y por lo tanto, el sustantivo que
deriva de él contiene la idea de "restante", y luego,
"exceso", "abundancia"; en hebreo,
"superioridad", "ventaja". El ser humano se esfuerza
perpetuamente,
pero sin obtener un resultado permanente.
pero sin obtener un resultado permanente.
Es posible que la metáfora que aquí usa Salomón la
hubiera tomado del mundo de los negocios con sus actividades incesantes, cuyo
propósito es una ganancia que valga la pena (ver com. cap. 2: 11). Pero con frecuencia una persona pasa su vida
construyendo algo que luego derriba su sucesor. La inutilidad y la inseguridad caracterizan todo
esfuerzo humano.
El pronombre interrogativo "¿qué?" demanda
una respuesta negativa rotunda.
Podría compararse con las palabras de Mat. 16: 26, donde literalmente pregunta el Maestro: "¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?"
La respuesta anticipada por el Predicador es "nada".
Podría compararse con las palabras de Mat. 16: 26, donde literalmente pregunta el Maestro: "¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?"
La respuesta anticipada por el Predicador es "nada".
Hombre. La voz hebrea es el término genérico para
"hombre", o como diríamos nosotros, "humanidad". El ciclo
de la vida humana se repite una y otra vez con cada nueva generación.
Trabajo. De una palabra hebrea que significa
"esfuerzo", "molestia", "daño". Aquí el
término se aplica a la suma total de los esfuerzos de una persona durante toda
la vida.
Con Que Se Afana. Expresión que se refiere a toda forma de
actividad
que se efectúa bajo la luz del sol.
Debajo Del Sol. Equivalente a la frase "debajo del
cielo" (caps. 1: 13; 2: 3; 3: 1).
Aparece
unas 30 veces en el Eclesiastés. (3CBA).
Ministerio Hno. Pio
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