sábado, 1 de agosto de 2020

180. LA RIQUEZA REAL.

7 Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada; 
Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas.
8 El rescate de la vida del hombre está en sus riquezas; Pero el pobre no oye censuras.
9 La luz de los justos se alegrará; Mas se apagará la lámpara de los impíos.
10 Ciertamente la soberbia concebirá contienda; Mas con los avisados está la sabiduría.
11 Las riquezas de vanidad disminuirán; Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta. 12 La esperanza que se demora es tormento del corazón; Pero árbol de vida es el deseo cumplido. (Proverbios 13).

7. Pretenden Ser Ricos. Según esta interpretación, tanto los que presumen de ricos como de pobres, son hipócritas, pues pretenden ser algo que en realidad no son. No hay aquí, sin embargo, ninguna antítesis; pero sí se sugiere una similitud con la enseñanza de Jesús relativa a aquellos que ganan el mundo pero pierden la vida eterna, y los verdaderamente sabios que invierten sus riquezas en hacerse tesoros en el cielo (Mar. 8: 36; Luc.12: 5-21, 33).
8. El Rescate. Una interpretación sería: el rico puede usar su riqueza para salir de dificultades, sobre todo las que son causadas por falsas acusaciones hechas por gobernantes opresores que esperan obtener ganancias. Pero el pobre, por contraste, no cae en esas dificultades ni oye falsas acusaciones porque nadie espera sacarle dinero con falsas acusaciones.
Otra interpretación podría ser: las riquezas son valiosas para sacar a una persona de diversas dificultades, pero el pobre rehúsa escuchar el consejo que lo ayudaría a ganar tales riquezas.
9. Se Alegrará. Posiblemente se quiera hacer notar un contraste entre la "luz" y la "lámpara". 
La persona buena brilla con la luz divina que proviene de la Fuente de toda luz y vida; pero el malo, que ha rechazado la "luz verdadera", confía en hallar el camino recto con la luz trémula y humeante de la lámpara que él mismo ha hecho. La "luz" es eterna, pero las "lámparas" se apagarán. (ver Job. 18: 5; Isa. 50: 11; Juan 1: 8, 9).
10. La Soberbia. Heb. zadon, "arrogancia", "presunción". Se destaca el contraste entre el individuo demasiado orgulloso para aceptar consejos y que se ofende si alguien sugiere que los necesita, y el sabio que escucha el parecer de la gente de experiencia. El orgulloso no sólo disputa con los que quieren instruir sino que, como resultado de seguir sus propios caminos tortuosos, se ve envuelto en diversas clases de contiendas (caps. 11: 2; 12: 15).
11. Riquezas De Vanidad. La riqueza obtenida sin verdadera diligencia pronto se disipa. 
Lo que ha costado esfuerzo ganar, se gasta con cuidado, gradualmente; y se ahorra.
 (ver caps. 20: 21; 21: 5).
12. La Esperanza Que Se Demora. Hay un contraste nítido e implícito. 
El corazón enfermo ha perdido la esperanza. Las fuentes de energía y ambición se han agotado, y la persona ha quedado desamparada. Pero cuando se cumple una gran esperanza, se renueva la vida, se multiplican las fuerzas y la alegría como si se hubiera comido del fruto del árbol de la vida (ver cap. 11: 30). 
Es posible que para algunos la larga demora de la venida del Señor haya parecido una "esperanza que se demora".  Pero el que está preparado para dicha venida y ora para que ocurra pronto, camina tan cerca de Dios que constantemente experimenta el cumplimiento de sus deseos y la renovación de su confianza (ver Gén. 5: 22). 3CBA
Ministerio Hno. Pio

No hay comentarios:

Publicar un comentario