sábado, 1 de agosto de 2020

179. RECIBE EL CONSEJO.

EL HIJO sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones. 2 Del fruto de su boca el hombre comerá el bien; Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal. 3 El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad. 4 El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada. 5 El justo aborrece la palabra de mentira; Mas el impío se hace odioso e infame. 6 La justicia guarda al de perfecto camino; 
Mas la impiedad trastornará al pecador.
(Proverbios 13).

1. El Hijo Sabio. Salomón había visto en la casa de su padre una demostración clara y trágica de la enseñanza de este versículo.  Varios de sus hermanos menospreciaron las reprensiones de David y siguieron por el mal camino hasta que les sobrevinieron trágicas consecuencias.
 (2 Sam. 13-19; 1 Rey. 1; 2); pero Salomón escuchó, aprendió, 
y llegó a ser el hombre más sabio que hubiera existido.
2. Del fruto de su boca el hombre comerá el bien;
 Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.
*Las palabras son el resultado de los pensamientos que anidan en nuestro ser, y que estos a la vez son alimentados por la información que ingresaron a él. Todo esto forman las acciones. Y en el justo resulta en bendiciones, porque son acciones buenas, del agrado del Señor. Fil. 4:8.
*El justo recibe recompensa por sus buenas palabras y por lo que hace.
*¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? 
Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, 
sus bienes han aumentado sobre la tierra. Job 1: 10. 
El Enemigo menciona tres entidades bien custodiadas en la vida del Patriarca Job: 
El mismo, su casa, y sus posesiones. Estaba protegido porque hacia la voluntad de Dios.
“Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos”. Isa. 3: 10. 
Todos siegan lo que han sembrado. Los justos siembran buena simiente, la cual producirá una buena cosecha. La gran lección que los humanos necesitan aprender es que todo lo que siembran, eso habrán de cosechar. Padres y maestros no pueden cometer mayor error que el permitir que los jóvenes crean que cuando siembran el mal podrán cosechar el bien. Inexorablemente se ha pronunciado una maldición sobre el pecador. Por lo tanto, nadie debe decirle al pecador de Sión que en el futuro le irá bien. Esto no puede ser, pues Dios ha pronunciado una maldición. Sólo el que abandona el pecado 
y hace el bien puede esperar la bendición del cielo.
3. Guarda su alma. O sea, "su vida" (BJ). Salomón repite muchas veces la importancia de vigilar los labios (cap. 12: 13, 14, 22, 23; etc.). Aunque a través de la historia humana este consejo se ha presentado en repetidas ocasiones y se ha demostrado claramente su validez, sólo unos pocos lo han seguido. Se evitarían muchas desgracias si se hiciera caso de esta sabia amonestación, pero parece que la gente debe aprender lo que es correcto por medio de amarga experiencia. Desafortunadamente muchos nunca aprenderán en ninguna forma.
4. El Alma. Aquí equivale a la persona misma. Afanarse tras las riquezas materiales o intelectuales, olvidando casi por completo el alimento espiritual, empobrece el alma.
 (Sal.106: 13-15; Mat. 6: 2; Luc. 10: 38-42).
5. Aborrece La Palabra De Mentira. La mentira aniquila la confianza y destruye la amistad.
 Sin embargo, muchas personas se valen de falsedades cuando lo estiman necesario para rehuir alguna dificultad o para escapar de mayores dificultades. Uno se fortalece contra este mal sólo cuando llega a detestar todo tipo de pecado. Esto es posible por la presencia del Espíritu Santo en el corazón. El que miente se identifica con el pecado, y así se transforma él mismo en algo aborrecible y vergonzoso (Sal. 101: 7, 8; Juan 8: 44; Apoc. 21: 27).
6. La Impiedad. Ver com. caps. 1: 31; 5: 22; 11: 3. La persistente desobediencia del pecador hace que permanezca alejado del único camino a la vida, lo deja desamparado frente a las dificultades y lo lleva a la destrucción eterna de la gran consumación final. 3CBA
Ministerio Hno. Pio

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