1 EL HIJO sabio recibe el
consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones. 2 Del fruto de su boca el hombre
comerá el bien; Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal. 3 El que guarda su boca guarda
su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad. 4 El alma del perezoso desea, y nada
alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada. 5 El justo aborrece la palabra
de mentira; Mas el impío se hace odioso e infame. 6 La justicia guarda al de perfecto
camino;
Mas la impiedad trastornará al pecador.
Mas la impiedad trastornará al pecador.
(Proverbios 13).
1. El Hijo Sabio. Salomón había visto en la casa de su padre una
demostración clara y trágica de la enseñanza de este
versículo. Varios de sus hermanos menospreciaron las reprensiones de
David y siguieron por el mal camino hasta que les sobrevinieron trágicas
consecuencias.
(2 Sam. 13-19; 1 Rey. 1; 2); pero Salomón
escuchó, aprendió,
y llegó a ser el hombre más sabio que hubiera
existido.
2. Del
fruto de su boca el hombre comerá el bien;
Mas
el alma de los prevaricadores hallará el mal.
*Las palabras son el resultado de los pensamientos que
anidan en nuestro ser, y que estos a la vez son alimentados por la información
que ingresaron a él. Todo esto forman las acciones. Y en el justo resulta en
bendiciones, porque son acciones buenas, del agrado del Señor. Fil. 4:8.
*El justo recibe recompensa por sus buenas palabras y
por lo que hace.
*¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a
todo lo que tiene?
Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto,
sus bienes han aumentado sobre la tierra. Job 1: 10.
Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto,
sus bienes han aumentado sobre la tierra. Job 1: 10.
El Enemigo menciona tres entidades bien custodiadas en
la vida del Patriarca Job:
El mismo, su casa, y sus posesiones. Estaba
protegido porque hacia la voluntad de Dios.
“Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los
frutos de sus manos”. Isa. 3: 10.
Todos siegan lo que han sembrado. Los justos siembran
buena simiente, la cual producirá una buena cosecha. La gran lección que los
humanos necesitan aprender es que todo lo que siembran, eso habrán de cosechar.
Padres y maestros no pueden cometer mayor error que el permitir que los jóvenes
crean que cuando siembran el mal podrán cosechar el bien. Inexorablemente se ha
pronunciado una maldición sobre el pecador. Por lo tanto, nadie debe decirle al
pecador de Sión que en el futuro le irá bien. Esto no puede ser, pues Dios ha
pronunciado una maldición. Sólo el que abandona el pecado
y hace el bien puede esperar la bendición del cielo.
3. Guarda su alma. O sea, "su vida" (BJ). Salomón
repite muchas veces la importancia de vigilar los labios (cap. 12: 13, 14, 22,
23; etc.). Aunque a través de la historia humana este consejo se ha presentado
en repetidas ocasiones y se ha demostrado claramente su validez, sólo unos
pocos lo han seguido. Se evitarían muchas desgracias si se hiciera caso de esta
sabia amonestación, pero parece que la gente debe aprender lo que es correcto
por medio de amarga experiencia. Desafortunadamente muchos nunca aprenderán en ninguna
forma.
4. El Alma. Aquí equivale a la persona misma. Afanarse
tras las riquezas materiales o intelectuales, olvidando casi por completo el
alimento espiritual, empobrece el alma.
(Sal.106: 13-15; Mat. 6: 2; Luc. 10: 38-42).
5. Aborrece La Palabra
De Mentira. La mentira aniquila la
confianza y destruye la amistad.
Sin embargo, muchas personas se valen de
falsedades cuando lo estiman necesario para rehuir alguna dificultad o para
escapar de mayores dificultades. Uno se fortalece contra este mal sólo cuando
llega a detestar todo tipo de pecado. Esto es posible por la presencia del
Espíritu Santo en el corazón. El que miente se identifica con el pecado, y así se
transforma él mismo en algo aborrecible y vergonzoso (Sal. 101: 7, 8; Juan 8:
44; Apoc. 21: 27).
6. La Impiedad. Ver com. caps. 1: 31; 5: 22; 11: 3. La
persistente desobediencia del pecador hace que permanezca alejado del único
camino a la vida, lo deja desamparado frente a las dificultades y lo
lleva a la destrucción eterna de la gran consumación final. 3CBA
Ministerio Hno. Pio
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