El justo cuida de la vida de su
bestia;
Mas el corazón de los impíos es cruel.
(Proverbios 12:10).
Cruel. Dios cuida tiernamente de los
animales que creó, y no pasa por alto sus sufrimientos inmerecidos (Jon. 4:11;
Mat. 6: 26; 10: 29). Las instrucciones de la ley incluían reglamentos en cuanto
al trato que debía darse a los animales (Exo. 23: 4, 5; Deut. 25: 4; PP 472;
DTG 463).
El enemigo de la humanidad ha agravado
mucho los sufrimientos de los seres humanos y de los animales. Los
servidores de Satanás se vuelven crueles, y su egoísmo los ciega frente a las
verdaderas necesidades de otros. 3CBA
Ministerio Hno. Pio
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