1 El Peso falso es abominación a
Jehová;
Más la pesa cabal le agrada.
Más la pesa cabal le agrada.
2 Cuando viene la soberbia,
viene también la deshonra;
Mas con los humildes está la sabiduría.
viene también la deshonra;
Mas con los humildes está la sabiduría.
3 La integridad de los rectos los
encaminará;
Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.
Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.
4 No aprovecharán las riquezas en el
día de la ira; Mas la justicia librará de muerte.
5 La justicia del perfecto enderezará
su camino; Mas el impío por su impiedad caerá.
6 La justicia de los rectos los librará; Mas los
pecadores serán atrapados en su pecado. (Proverbios 11).
1. El peso falso. El empleo de cualquier tipo de pesos falsos y
medidas adulteradas es un robo contra el cual Dios ha dado muchas y serias
advertencias (Lev. 19: 35, 36; Deut. 25: 13, 14).
Este robo afecta más a los pobres porque sus recursos
son muy pocos.
En el santuario de los israelitas quizá había medidas
y pesas que servían como patrón para las que se usaban en las transacciones
comerciales (ver Exo. 30: 13; Lev. 27: 25). Pero muchas veces las
autoridades civiles no controlaban el robo realizado por medio de medidas
y pesos falsos. Los profetas hablaron contra estos abusos (Eze. 45: 10; Amós 8:
5; Miq. 6: 11).
El problema se debía en parte a la codicia del comprador. Las medidas se llenaban más de lo justo, pero esto no era necesariamente un acto de generosidad pues la medida podía tener fondo falso que anulaba el aparente exceso.
El problema se debía en parte a la codicia del comprador. Las medidas se llenaban más de lo justo, pero esto no era necesariamente un acto de generosidad pues la medida podía tener fondo falso que anulaba el aparente exceso.
La pesa
cabal. Heb. "una piedra perfecta". Se
usaban piedras como pesas, y muchos comerciantes tenían dos juegos: para
comprar usaban el más pesado; y el que pesaba menos, para vender. El que comprende que "la bendición de Jehová es
la que enriquece" (cap. 10: 22) y tiene fe en el poder del Señor, no
participará en este robo bajo ninguna circunstancia.
Dios no exige que el comerciante dé más de lo que es
justo, pues esta generosidad podría ser causa de una inexactitud descuidada del
vendedor y del deseo del comprador de conseguir más de lo que ha pagado. A Dios
le agradan el minucioso cuidado en el comercio y la caridad generosa. El
mayor fraude en la historia del mundo fue perpetrado por Satanás en perjuicio
de Adán y Eva (Gén. 3: 1-6).
Con el engaño de que conseguirían una vida más
abundante, el primer mentiroso vendió desgracia y muerte a los que poseían vida
eterna y felicidad. Todos los fraudes menores, en todos los tiempos, han
tenido el mismo propósito, para el engañador y para el engañado.
No es pues de maravillarse que Dios odie el engaño y ame el trato justo.
No es pues de maravillarse que Dios odie el engaño y ame el trato justo.
2. Viene también la
deshonra. En la raíz del primer
pecado estuvo la soberbia.
Cuando Lucifer se ensoberbeció con su hermosura y su
sabiduría, el pecado se desarrolló misteriosamente en él (Eze. 28: 11-19; PP
11-23; CS 546-559). Lucifer se negó a someterse cuando se le indicó la
naturaleza de su rebelión y sus consecuencias, y entonces comenzó un camino
largo y desventurado que terminará finalmente cuando él sea objeto del
desprecio universal (Isa. 14: 12-20).
La ignominia llega inexorablemente, tarde o temprano,
para todos los soberbios.
Con los
humildes. El humilde recibe ricos tesoros de gracia porque
está dispuesto a aprender y siente la necesidad de la ayuda
divina. Discierne sin tardanza la orientación del Espíritu Santo y la
sigue, con lo cual halla acceso a la fuente de la sabiduría celestial.
(ver Isa. 57: 15; Sant. 4: 6).
(ver Isa. 57: 15; Sant. 4: 6).
3. La integridad. Heb. tummah, del verbo tamam, que significa
"ser completo", no en el sentido de no tener defecto alguno, sino en
el de que se ha logrado el desarrollo natural en una etapa determinada. En este
sentido se declaró que Job era perfecto (Job 1: 1, 8), aunque tenía flaquezas
que se revelaron durante su adversidad (Job 40: 2-5; 42: 2-6).
Los
encaminará. Cuando uno ha entregado el corazón al Salvador, cuando
su única meta en la vida es agradar a Dios, no necesita tener miedo de
descarriarse (Juan 7: 17; Isa. 30: 21).
Por otra parte, la persistente desobediencia del pecador hace que permanezca alejado del único camino a la vida, lo deja desamparado frente a las dificultades y lo lleva a la destrucción eterna de la gran consumación final.
Por otra parte, la persistente desobediencia del pecador hace que permanezca alejado del único camino a la vida, lo deja desamparado frente a las dificultades y lo lleva a la destrucción eterna de la gran consumación final.
4. No aprovecharán. Al parecer, las riquezas proporcionan muchas
ventajas a los ricos, quienes tienen más privilegios que los pobres; por eso se
hacen a la idea de que sus riquezas les conseguirán el favor de Dios en el juicio
venidero. Se describe patéticamente el terrible chasco de esas personas cuando
comprendan su verdadera condición.
(Isa. 2:20, 21;10:1-4; Jer. 9:23; Mat. 19:23; Sant. 5:1;
(Isa. 2:20, 21;10:1-4; Jer. 9:23; Mat. 19:23; Sant. 5:1;
Apoc. 6:15). Los mayordomos infieles verán a los
pobres - a quienes despreciaron y oprimieron- gozar de los placeres de la
justicia en una vida que nunca acabará. Será inexpresable el pesar que
sufrirán por causa de lo que han perdido.
(ver Luc. 16:22, 23; CS 711, 712).
(ver Luc. 16:22, 23; CS 711, 712).
5. Perfecto. Heb. tamim, de la misma raíz de tummah (ver com.
vers. 3). Tamim es un término relativo y debe entenderse dentro de su contexto.
De Noé se dice que era perfecto (Gén. 6: 9), y sin embargo más tarde se vio su
debilidad ante las flaquezas de la carne (Gén. 9: 21).
Los perfectos son los cristianos maduros, enteramente consagrados al Señor, que a pesar de tener debilidades que vencer, prosiguen hacia la meta (Fil. 3: 12-15). Llegará el día cuando será completa la obra de erradicar todo pecado y egoísmo de los redimidos, y los santos quedarán total y permanentemente sin mancha ni arruga (Efe. 5: 27; TM 506).
Los perfectos son los cristianos maduros, enteramente consagrados al Señor, que a pesar de tener debilidades que vencer, prosiguen hacia la meta (Fil. 3: 12-15). Llegará el día cuando será completa la obra de erradicar todo pecado y egoísmo de los redimidos, y los santos quedarán total y permanentemente sin mancha ni arruga (Efe. 5: 27; TM 506).
Enderezará. Heb. yashar, "alisar", "enderezar", es decir,
librar de obstáculos.
Al quitar toda piedra de tropiezo, la justicia allana
el camino. Las tentaciones permanecen, pero no
hallan cabida (ver Juan 14: 30; cf. DTG 98; CS 680, 681). Así también el mal
deseo es lo que hace que el impío encuentre tantos motivos de tropiezo que
finalmente lo hacen caer definitivamente.
6. Su pecado. Aquí se hace notar la importancia de la lección
del versículo anterior, pues repite la misma idea de otra manera. La palabra
traducida "pecado" puede traducirse "codicia", "mal
deseo" (ver com. cap. 10: 3). Es su propio deseo indebido el
que atrapa al impío. 3CBA
Ministerio Hno. Pio
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