1 COMO los repartimientos de las aguas, Así está el
corazón del rey en la mano de Jehová; 2 A todo lo que quiere lo inclina. Todo
camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los
corazones. 3 Hacer justicia y juicio es a Jehová Más agradable que sacrificio. (Proverbios
21).
1. Como Los Repartimientos. Debido a la gran influencia que les concede su
posición, los reyes pueden afectar a millones de personas. Para hacer que todas las cosas ayuden a bien,
muchas veces es preciso que Dios dirija el corazón de los reyes por caminos que
de otro modo no hubieran transitado. Dios impulsó a Ciro a que ordenara la
reconstrucción del templo
(2 Crón. 36: 22, 23; Isa. 44: 28; Dan. 10: 13).
Esta intervención divina no interfiere con la libertad humana de escoger
(2 Crón. 36: 22, 23; Isa. 44: 28; Dan. 10: 13).
Esta intervención divina no interfiere con la libertad humana de escoger
si se
ha de seguir el camino de la salvación o no. En el juicio cada persona verá que
Dios hizo todo lo posible para despertar en ella la determinación de rendirse
al poder regenerador del Espíritu Santo, y que se ha perdido porque ella misma
rehusó rendirse y permitir que ese poder operara en ella (Isa. 45: 22-24; Juan
1: 9; Tito 2: 11; CS 726).
2. Todo camino del hombre es recto en su propia
opinión.
Ver com. cap. 16: 2; cf. caps. 14: 12; 16: 25; 20: 24.
Ver com. cap. 16: 2; cf. caps. 14: 12; 16: 25; 20: 24.
*16:2. Todos los caminos del hombre son limpios en
su propia opinión;
Pero Jehová pesa los espíritus.
Si bien es cierto que la mayor parte de las personas reconocen sus propios defectos, es raro que, al pecar premeditadamente, no se justifiquen de algún modo. Quizás, al compararse con otros piensen que, en vista de su pasado y de sus dificultades, son por lo menos tan buenos como los demás. O tal vez piensen que tienen ciertas debilidades, por lo cual el Señor les perdonará sus deslices ocasionales. Aceptan las normas que Dios ha establecido, pero no están dispuestos a obedecerlas plenamente.
Pero Jehová pesa los espíritus.
Si bien es cierto que la mayor parte de las personas reconocen sus propios defectos, es raro que, al pecar premeditadamente, no se justifiquen de algún modo. Quizás, al compararse con otros piensen que, en vista de su pasado y de sus dificultades, son por lo menos tan buenos como los demás. O tal vez piensen que tienen ciertas debilidades, por lo cual el Señor les perdonará sus deslices ocasionales. Aceptan las normas que Dios ha establecido, pero no están dispuestos a obedecerlas plenamente.
El
que aún es ley para sí mismo está seguro de que sus caminos son puros. Si la
única norma de juicio que tiene es la suya propia, ¿cómo podrá llegar a otra
conclusión? El Espíritu Santo quebranta esta complacencia y convence a la
persona de que hay una norma absoluta, muy claramente expresada en la Palabra
de Dios, la cual Cristo ilustró y ejemplificó con su vida. Sólo el Creador de
la humanidad conoce los motivos básicos del engañoso corazón humano. El utiliza
todos los medios que el cielo tiene a su alcance para crear la convicción de la
necesidad de un Salvador y de la suficiencia del poder divino para la
regeneración.
(Prov. 21: 2; 24: 12; Jer. 17: 9, 10; Juan 16:8; Sant. 2: 12; PVGM 123, 124).
(Prov. 21: 2; 24: 12; Jer. 17: 9, 10; Juan 16:8; Sant. 2: 12; PVGM 123, 124).
14:12. Hay camino que al hombre le parece derecho;
Pero su fin es camino de muerte.
No se entra ciega ni precipitadamente en los caminos de muerte.
Se los escoge porque parecen ser los más convenientes.
Se amonesta a no confiar en la dirección de la conciencia sin antes
compararla constantemente con lo que enseña la Palabra de Dios.
Muchos están convencidos de que Dios aceptará un sustituto de lo que él expresamente requiere, pero descubren después que lo han perdido todo. Pilato es un notable ejemplo de esto: probablemente no estaba familiarizado con la Palabra escrita, pero Jesús, la Palabra viviente, lo instruyó con su voz y su ejemplo. Pensó que podía transigir con el mal y al mismo tiempo retener su riqueza y su posición de gobernador romano, pero su transigencia lo llevó a la desgracia y a la muerte (Mat. 27: 11-26; DTG 687).
Pero su fin es camino de muerte.
No se entra ciega ni precipitadamente en los caminos de muerte.
Se los escoge porque parecen ser los más convenientes.
Se amonesta a no confiar en la dirección de la conciencia sin antes
compararla constantemente con lo que enseña la Palabra de Dios.
Muchos están convencidos de que Dios aceptará un sustituto de lo que él expresamente requiere, pero descubren después que lo han perdido todo. Pilato es un notable ejemplo de esto: probablemente no estaba familiarizado con la Palabra escrita, pero Jesús, la Palabra viviente, lo instruyó con su voz y su ejemplo. Pensó que podía transigir con el mal y al mismo tiempo retener su riqueza y su posición de gobernador romano, pero su transigencia lo llevó a la desgracia y a la muerte (Mat. 27: 11-26; DTG 687).
20:24. De Jehová son los pasos del hombre;
¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?
El hombre no es capaz de ordenar sus pasos (Jer. 10: 23; PR 309, 310). No puede entender su propio camino pues es incapaz de prever lo que le espera; además en cualquier momento Dios puede intervenir para modificar los planes humanos (Prov. 16: 25; 19: 21; MC 325).
¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?
El hombre no es capaz de ordenar sus pasos (Jer. 10: 23; PR 309, 310). No puede entender su propio camino pues es incapaz de prever lo que le espera; además en cualquier momento Dios puede intervenir para modificar los planes humanos (Prov. 16: 25; 19: 21; MC 325).
3. Hacer justicia y juicio es a Jehová Más agradable
que sacrificio. Cf.
1 Sam. 15: 22.
“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios,
y el prestar atención que la grosura de los carneros”.
“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios,
y el prestar atención que la grosura de los carneros”.
*Impelido por
el Espíritu Santo, Samuel expresó esta profunda verdad que había de resonar a
través de los siglos siguientes (ver Sal. 51: 16-19; Isa.1:11; Ose. 6: 6; Miq.
6: 6-8; etc.). 2CBA
Dios como el Señor y Creador,
tiene la potestad De dirigir todo conforme a sus
designios. Solo hay dos alternativas en esta vida. Seguir sus caminos o no. Dios
respeta nuestra libertad, pero, jamás permitirá, que la libertad del hombre,
vaya en contra de los planes divinos.
*Vemos casos, como la matanza de
los niños por orden de Herodes.
En ese caso Dios, protegió al Salvador del mundo.
En ese caso Dios, protegió al Salvador del mundo.
*Cuando Senaquerib, amenaza a Jerusalén,
con destruirlo.
Esa misma noche destruye el ángel de Jehová, el ejército asirio.
(Mt. 2:13-23; Isa. 37,38).
Esa misma noche destruye el ángel de Jehová, el ejército asirio.
(Mt. 2:13-23; Isa. 37,38).
DIOS NOS DICE ESCOGE.
15 Mira, yo he puesto delante de
ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16 porque yo te mando hoy que
ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos,
sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu
Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 17
Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te
inclinares a dioses ajenos y les sirvieras, 18 yo os protesto hoy que de cierto
pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando
el Jordán, para entrar en posesión de ella. 19 A los cielos y a la tierra llamo
por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte,
la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu
descendencia; 20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a
él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites
sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les
había de dar.
Deut. 30.
Deut. 30.
Él es vida para ti. "En eso
está tu vida" (BJ).
En amar a Dios estaría la vida de Israel. Llevar una vida inspirada y dirigida por el amor de Dios es heredar la vida eterna. Las posibilidades de vida para cada hombre se reducen finalmente a dos. Una es amar a Dios con todas las facultades. El resultado final es la vida en toda su plenitud, una vida que acaba en la inmortalidad. La otra alternativa es desacatar la buena voluntad de Dios, dedicando la vida a las cosas de esta tierra. Una vida que transcurre persistentemente de esta forma, lleva a la muerte eterna. Estas alternativas constituyen una exhortación para cada hombre y cada mujer que llega al mundo. 1CBA
En amar a Dios estaría la vida de Israel. Llevar una vida inspirada y dirigida por el amor de Dios es heredar la vida eterna. Las posibilidades de vida para cada hombre se reducen finalmente a dos. Una es amar a Dios con todas las facultades. El resultado final es la vida en toda su plenitud, una vida que acaba en la inmortalidad. La otra alternativa es desacatar la buena voluntad de Dios, dedicando la vida a las cosas de esta tierra. Una vida que transcurre persistentemente de esta forma, lleva a la muerte eterna. Estas alternativas constituyen una exhortación para cada hombre y cada mujer que llega al mundo. 1CBA
Ministerio Hno. Pio
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