La gloria de los jóvenes es su fuerza,
Y la hermosura de los ancianos es su vejez.
Prov. 20:29
Y la hermosura de los ancianos es su vejez.
Prov. 20:29
Fuerza.
Un joven que ha conservado todo el vigor de su virilidad mediante una vida
limpia y trabajo arduo, tiene una gloria de la cual no puede jactarse ningún
anciano. Por otra parte, el anciano que
a través de una vida larga y útil ha estado aprendiendo las lecciones enseñadas
por el camino de justicia, tiene una belleza y una gloria propias. 3CBA
*La sabiduría de la vida, también alcanza
con bendiciones en la juventud. Porque ahí,
se continúa la siembra para tener la vida plena y feliz en la vejez, cuando cosechamos todo lo que le dimos a la vida.
se continúa la siembra para tener la vida plena y feliz en la vejez, cuando cosechamos todo lo que le dimos a la vida.
* Anhelo dirigirme a
los jóvenes y las señoritas que están deseosos de practicar únicamente normas
vulgares. Ojalá que el Señor influya en su mente para que comprendan en qué
consiste la perfección de carácter. Ojalá puedan conocer la fe que obra por
amor y purifica el alma. Vivimos en días
peligrosos. Únicamente Cristo puede ayudarnos y concedernos la victoria. Cristo
debe ser todo en todo para nosotros; debe morar en el corazón; su vida debe
circular dentro de nosotros, como la sangre circula por las venas. Su Espíritu
debe ser un poder vitalizador (Youth's Instructor, 31-10-1895).
Jóvenes
amigos, es cualquier cosa, menos cordura buscar el placer personal, sembrar
cizaña por medio de acciones necias y pecaminosas que no sólo inducirán a otros
a hacer lo mismo, sino que producirán
una amarga cosecha para vosotros mismos.
EL SEÑOR DICE: "Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne de la carne segará corrupción; mas el que el Espíritu segará vida eterna" (Gál. 6: 7, 8).
una amarga cosecha para vosotros mismos.
EL SEÑOR DICE: "Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne de la carne segará corrupción; mas el que el Espíritu segará vida eterna" (Gál. 6: 7, 8).
La juventud es el tiempo de la
siembra, y las palabras y las acciones de los primeros años son como semillas
que germinarán y producirán una cosecha según su especie. Entonces, ¿por qué no sembrar semillas de
bondad, amor, fe, paciencia abnegación y benevolencia, y mantener dominadas
toda las pasiones? Esta siembra
producirá una cosecha según su especie.
Que cada palabra y acción sean una semilla que produzca buenos frutos.
El Señor ama a los jóvenes. Ve en ellos grandes posibilidades, y está
listo para ayudarles a alcanzar normas elevadas, si tan sólo comprenden la
necesidad de su ayuda, y colocan un fundamento en el carácter que no pueda ser
movido (Youth's Instructor, 18-1-1894). A fin De Conocerle/EGW 238
Ministerio Hno. Pio
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