miércoles, 22 de julio de 2020

23. LA VENGANZA JUSTA.

No digas: Yo me vengaré; Espera a Jehová, 
y él te salvará. Prov. 20:22.
Yo Me Vengaré. El ejemplo de Cristo (1 Ped. 2: 23) obliga a los cristianos a resistir todo impulso de vengarse. Dios dice que la venganza es suya (Heb. 10: 30). El Señor protege a los que depositan en él su confianza, de modo que todos los ataques de los enemigos redundarán en realidad para su bien (Rom. 8: 28). 3CBA

*La venganza en Israel era una costumbre traída, no sé de dónde. Por lo cual se creó, 6 lugares de refugios, en distintas partes del país. Tres en Canaán y tres al lado este del Jordán (ver Núm. 35: 14; Deut. 4: 43; Jos. 20: 7, 8). 
“Y de las ciudades que daréis a los levitas, seis ciudades serán de refugio, las cuales daréis para que el homicida se refugie allá; y además de éstas daréis cuarenta y dos ciudades… Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado al otro lado del Jordán a la tierra de Canaán, os señalaréis ciudades, ciudades de refugio tendréis, donde huya el homicida que hiriere a alguno de muerte sin intención. Y os serán aquellas ciudades para refugiarse del vengador, y no morirá el homicida hasta que entre en juicio delante de la congregación. Num. 35:6,10-12.

Y os serán aquellas ciudades para refugiarse del vengador. De una palabra cuya raíz significa generalmente "redimir", "actuar como un pariente", lo que implica una relación personal íntima. 
Los deberes de este "pariente-redentor" llegaron  a ser variados y numerosos. Uno de sus deberes era vengar el asesinato de un pariente. También debía contraer matrimonio de acuerdo con la ley del levirato (Rut 3: 13), comprar rescatando a un pariente de la esclavitud a la que lo hubieran forzado circunstancias desafortunadas (Lev. 25: 47, 48), impedir la enajenación de la propiedad familiar (Jer. 32: 8-12), y rescatar por medio de una compra la propiedad que pudiera haber caído en manos ajenas (Lev. 25: 25). 1CBA

Pero el ideal de Dios al respecto, era diferente. El vengador seria Dios. con su juicio justo podía dar al culpable lo que se merecía. (Num. 31:2; Deut. 32:43). En cambio, el familiar vengador, actuaria motivado por las emociones y el odio. Y llegando a extremos que podrían ir más allá de lo debido. Por eso como fue en el AT, y el NT. La palabra de Dios, es la misma. No te vengues tu; yo lo haré, dice el Señor. 
“Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo su pie resbalará, 
Porque el día de su aflicción está cercano, 
Y lo que les está preparado se apresura”. Deut. 32:35.
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; 
porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Romanos 12:19.
Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. 
Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. Hebreos 10:30.
Por eso: No digas: Yo me vengaré; Espera a Jehová, y él te salvará. Amen.
Ministerio Hno. Pio

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