De
Jehová son los pasos del hombre;
¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?
Prov. 20:24
¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?
Prov. 20:24
El
hombre no es capaz de ordenar sus pasos (Jer. 10: 23; PR 309, 310). No puede
entender su propio camino pues es incapaz de prever lo que le espera; además en
cualquier momento Dios puede intervenir para modificar los planes humanos
(Prov. 16: 25; 19: 21; MC 325). 3CBA
Hoy la
humanidad está, tan resuelto a no creer en Dios, menos le permitirá que guie su
vida. No es diferente a sus antepasados. Quiere vivir como le plazca. Pero eso es un
error muy grande. Porque creas o no en Dios y su señorío en ti; tiene poder
para confirmar
o destruir tus planes. Así, como fue con el orgulloso monarca Nabucodonosor. (Daniel 4).
Dios el dueño del mundo. Harías bien, en no olvidarlo.
o destruir tus planes. Así, como fue con el orgulloso monarca Nabucodonosor. (Daniel 4).
Dios el dueño del mundo. Harías bien, en no olvidarlo.
Tenemos
una misión en la vida. En descubrir que papel nos dio Dios. Así, todo saldrá
mucho mejor. Tenemos delante de notros, solo dos caminos: la vida o la muerte.
El cielo o la destrucción eterna…
El cielo o la destrucción eterna…
Entrad por
la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva
a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la
puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
Mt. 13,14.
11 Y vi un gran trono blanco y al que
estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y
ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y
pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue
abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las
cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y
el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno
según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron
lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el
libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Apoc. 20.
¡Decide
bien! ¡Construye bien!
24 Cualquiera, pues, que me oye estas
palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa
sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y
soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba
fundada sobre la roca. 26 Pero cualquiera que me oye estas
palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa
sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos,
y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue
grande su ruina. Mt. 7.
Ministerio
Hno. Pio
No hay comentarios:
Publicar un comentario