Dios es Dios. La omnipotencia de Dios, se manifiesta por medio de su creación
para nosotros sus criaturas. Por eso es nuestro deber, adorarlo por el simple hecho
de que existimos; y existimos porque nos creó.
12 ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? 13 ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? 14 ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? 15 He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. 16 Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio. 17 Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es. (Isaías 40).
12. ¿Quién Midió? El cuadro
sublime que Isaías presenta aquí de la sabiduría, el poder la eterna majestad
de Dios no tiene paralelo en las Escrituras (ver Job 38: 4-37). El profeta se
refiere de nuevo más adelante (Isa. 40: 26-28; 41: 19-20) al poder de Dios
manifestado en las obras de la creación. Compárese con Sal. 96: 5. Ver com.
Isa. 41: 21. Dios es el gran Artífice del universo, el que hizo los cielos y la
tierra. Para él no hay tarea que sea demasiado grande ni responsabilidad que
sea demasiado pequeña. Lo que es infinitamente grande e incomprensible para el
hombre es como nada para él. Tenemos el privilegio de confiar en un Dios que es
grande, y sabio, y bueno. Toda su sabiduría y su poder están a disposición de
los que creen y confían en él. Compárese con Isa. 57: 15; DTG 767.
13. ¿Quién Enseñó? Ante una tarea
difícil, el hombre suele buscar sabiduría y dirección en quienes tienen mayor
experiencia que él. Dios no pide ni necesita ayuda de nadie. No hay ninguno que
sea más sabio ni más poderoso que él. Pablo hace referencia a este pasaje de
Isaías en Rom. 11: 33-34, cuando menciona la infinita sabiduría y el
conocimiento de Dios (cf. 1 Cor. 2: 16).
14. El Camino Del Juicio. La serie de
preguntas formuladas aquí tiene que ver con el conocimiento, el entendimiento y
la sabiduría, un tema que aparece repetidas veces en el libro de Proverbios.
Dios es la fuente y la personificación de la sabiduría. De él proceden todo
conocimiento y todo entendimiento (ver com. Prov. 1: 7).
15. Las Naciones. En el tiempo
de Isaías, Asiria era la nación más poderosa de la tierra, y todos la temían.
Pero el Señor deseaba que su pueblo comprendiera que esta gran nación era como
nada delante de él. Cuando los hombres
temen a Dios no tienen por qué temer a los así llamados grandes poderes de la
tierra. A pesar de los planes y los propósitos de los hombres, Dios hace
cumplir su propia voluntad (Isa. 14: 24-27; ver com. Dan. 4: 17).
16. Ni El Líbano Bastará. Compárese con
Sal. 50: 10-12. Los hebreos daban mucha importancia a los sacrificios como
parte de su religión, pero aunque se empleara toda la leña de los grandes
bosques del Líbano como combustible para un enorme sacrificio en el cual se
inmolaran todos los animales que allí había, esa ofrenda todavía no sería
suficiente para la majestad de Dios. 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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