Isaías 33. Está inspirada en el castigo sufrido por los ejércitos
de Senaquerib (cap. 37: 36). Los invasores habían devastado el territorio de
Judá, pero el Señor libraría a la nación del poder de sus opresores. Es el
tiempo cuando reciben su merecido los enemigos de su pueblo.
Este capítulo alterna un gran consuelo para los fieles con severas
reprensiones para los impíos. La visión profética de Isaías contempla la
gloriosa edad mesiánica.
Se divide en dos: desde los versículos (1-12) Son los juicios de Dios
contra los enemigos de su pueblo. Del (13-24) Los privilegios de los piadosos:
Ver a Dios como una realidad… cara a cara.
¿Estás Preparándote Para Aquel Día Glorioso?
Hagamos Nuestro, Las Estrofas De Este Himno: En presencia estar de
Cristo, ver su rostro ¿que será, cuando al fin, en pleno gozo, mi alma le
contemplará? Cara a cara espero verle cuando venga en gloria y luz; cara a cara
allá en el cielo he de ver a mi Jesús…
Pero mientras tanto sigamos perseverando y leamos
nuestro capitulo para hoy:
1 ¡AY DE ti, que saqueas, y nunca fuiste saqueado; que haces deslealtad,
bien que nadie contra ti la hizo! Cuando acabes de saquear, serás tú saqueado;
y cuando acabes de hacer deslealtad, se hará contra ti. 2 Oh Jehová, ten
misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; tú, brazo de ellos en la mañana,
sé también nuestra salvación en tiempo de la tribulación. 3 Los pueblos
huyeron a la voz del estruendo; las naciones fueron esparcidas al levantarte
tú. 4 Sus despojos serán recogidos como cuando recogen orugas; correrán
sobre ellos como de una a otra parte corren las langostas. 5 Será exaltado
Jehová, el cual mora en las alturas; llenó a Sión de juicio y de justicia. 6
Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación;
el temor de Jehová será su tesoro. 7 He aquí que sus embajadores darán
voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente. 8 Las calzadas
están deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto,
aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres. 9 Se
enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue cortado; Sarón se ha
vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos. 10 Ahora me
levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido. 11
Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os
consumirá. 12 Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados
serán quemados con fuego.
13 Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. 14 Los pecadores se asombraron en Sión, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? 15 El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; 16 éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. 17 Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos. 18 Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba? ¿qué del pesador del tributo? ¿qué del que pone en lista las 266 casas más insignes? 19 No verás a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no comprendas. 20 Mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. 21 Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave. 22 Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará. 23 Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín. 24 No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad. (Isaías 33).
1. ¡Ay de ti! Este capítulo sin duda se
inspiró en el castigo sufrido por los ejércitos de Senaquerib (cap. 37: 36).
Los invasores habían devastado el territorio de Judá, pero el Señor libraría a
la nación del poder de sus opresores. Este capítulo alterna un gran consuelo
para los fieles con severas reprensiones para los impíos. La visión profético
de Isaías contempla la gloriosa edad mesiánica (ver com. cap. 32: 1).
Nunca fuiste saqueado. Las guerras
agresivas de Asiria contra sus vecinos habían sido devastadoras. Asiria se
interesaba mayormente en el botín, y enviaba a sus ejércitos para saquear. Pero
finalmente se le pagaría con la misma moneda (Mat. 7: 2; cf. Jer. 50: 15, 29;
51: 24; Apoc. 13: 10).
2. A ti hemos esperado. Ver com.
cap. 25: 8-9. Nuestra esperanza en esta vida y la venidera, solo
está en esperar la voluntad de Dios.
Brazo de ellos. Varios
manuscritos hebreos antiguos, los tárgumes y las versiones siríacas dicen
"nuestro brazo". Aquí Isaías pide ayuda para su propio pueblo, quizá
especialmente para los defensores de la ciudad. La siguiente frase,
"nuestra salvación", se refiere claramente a los que están con él en
Jerusalén.
3. Las naciones fueron esparcidas. Aquí se
hace referencia a la destrucción de los ejércitos de Senaquerib (cap. 37:
36-37). En esa ocasión la "arrogancia" de Asiria
causó su perdición y derrota (cap. 37: 29).
4. Sus despojos. Se hace referencia
aquí al saqueo del campamento asirio después de la aniquilación de los
invasores y la huida precipitada de los pocos sobrevivientes. Así como las
orugas y las langostas devoran todo lo verde, así también, a su debido tiempo,
los hebreos despojarían a los arrogantes asirios.
5. Será exaltado Jehová. El espectacular
aniquilamiento de los ejércitos asirios (cap. 37:36) fue motivo de honra y
renombre para el verdadero Dios. Llenó a Sión. Se supone que
la lección de la invasión de Senaquerib daría como resultado un reavivamiento
religioso en la ciudad de Jerusalén y en las aldeas de Judá. Juicio. Es
decir, "equidad" entre los hombres.
6. Reinarán en tus tiempos. O "habrá
estabilidad en tus tiempos". Judá hallaría
su estabilidad y fortaleza no en el poderío militar, sino en el temor de Dios y
en la lealtad a su voluntad revelada (Job
28:28; Sal. 111:10; Prov. 1:7).
7. Mensajeros de paz. Las condiciones
de paz que los asirios ofrecieron a los mensajeros de Ezequías eran tan duras
(2 Rey. 18:14-16), que éstos lloraron "amargamente". Cuando los
enviados hebreos se enfrentaron con el Rabsaces, se enteraron de que sus
condiciones para la rendición eran tan severas que regresaron a la ciudad,
"rasgados sus vestidos" (2 Rey. 18:37).
8. Las calzadas están deshechas. Los caminos de
Judá ya no estaban abiertos para los viajeros. El ejército de Senaquerib había
reducido el país a tal estado, que la gente ya no se atrevía a andar por los
caminos. Ciudades. En el rollo 1QIsª de los Manuscritos del
Mar Muerto se lee 'edim, "testigos", en vez de 'irim,
"ciudades". En el texto, que consta sólo de consonantes, la única
diferencia es el cambio de la r por la d. Estas dos letras son muy similares y
fáciles de confundir (t. I, p. 30; ver com. Gén. 10: 4).
9. Enlutó. Toda la campiña de Judá fue
devastada durante la invasión asiria. Otros distritos de Palestina compartieron
la misma tragedia.
10. Ahora me levantaré. La hora de la
máxima necesidad del hombre es la hora de la oportunidad de Dios. Cuando parecía que la situación era sin esperanza y que el último 267
vestigio de la resistencia judía pronto sería aplastado por el conquistador, el
Señor se levantó para libertar al remanente de Jerusalén.
11. Concebisteis hojarascas. En este
versículo se hace resaltar la vacuidad y la vanidad de las pretensiones
asirias. A pesar de todos sus esfuerzos no producirían más que tamo. Sus
intrépidos proyectos terminarían devorando a quienes los habían concebido.
12. Cal quemada. El enemigo
sería totalmente destruido, como cuando la cal viva se quema o las espinas son
consumidas por el fuego.
13. Conoced mi poder. Cuando Dios
castigó a Asiria, enseñó a todos los hombres la inutilidad de la sabiduría y de
la fuerza humana. Dios permite muchas veces que una situación
llegue a ser crítica, para que cuando él intervenga los hombres reconozcan su
autoridad y poder.
14. Fuego consumidor. Para los impíos
Dios es como fuego consumidor (Heb. 12: 29). Únicamente "los de limpio
corazón" (Mat. 5: 8) podrán quedar vivos cuando vean a Dios. Las preguntas
que se hacen aquí son similares a las de Sal. 15: 1; 24: 3. Isaías responde en
el siguiente versículo.
15. Camina en justicia. Compárense
estas respuestas con las que da el salmista en Salmos 15:2-5;24:4. Sin duda,
la justicia fundamentalmente corresponde al corazón y a la mente; pero el
hombre también debe "andar en la luz" (1 Juan 1: 7). Los conceptos correctos se reflejarán en palabras y acciones correctas.
Ganancia de violencias. Asiria se había enriquecido oprimiendo a las naciones más débiles. Pero
muchos de los habitantes de Jerusalén y Judá habían amasado sus fortunas en una
manera muy similar (ver com. cap. 5:7). Sacude sus manos. Con
un gesto de las manos, los rectos rehúsan participar en ganancias
ilícitas.
Tapa sus oídos. Rehúsa
participar en planes contra la vida de los inocentes. Cierra sus
ojos. El Señor es "muy limpio . . . de ojos para ver el mal"
(Hab. 1: 13). Los que le sirven no podrán tolerar ninguna forma de mal.
16. Habitará en las alturas. Es decir, en un
lugar seguro. En la antigüedad se construían las ciudades en lugares altos como
una medida de protección ante una posible invasión. Como es muy obvio, en caso
de guerra, siempre es ventajoso ocupar un terreno alto. Fortaleza. A
los que le aman y le sirven, el Señor ofrece protección y cuidado durante todo
tiempo de prueba. La promesa que aquí se hace será de especial consuelo para el
pueblo de Dios durante la gran crisis de los últimos días, cuando se le
proporcionarán lugares seguros, fuera del alcance de los que quieren destruirlo
(Sal. 61: 2-3; 91: 1-2). Mientras los impíos sufran por falta de alimento y de
agua (Apoc. 16: 4-9; cf. CS 684, 686), los santos tendrán lo que necesiten para
subsistir.
17. Rey. Durante las pruebas y tribulaciones de los últimos
días, el pueblo de Dios se consolará con la seguridad de que Cristo pronto
vendrá. Lo verán en su gloria (ver com. cap. 25: 8-9), y la tierra prometida
que han visto con los ojos de la fe, desde "lejos" (cap. 33: 17),
llegará entonces a ser una realidad.
18. Imaginará el espanto. Una vez
liberado de sus enemigos, el pueblo de Dios reflexionará en las terribles
peripecias por las cuales ha pasado, y las pruebas del pasado le parecerán un
sueño. Así ocurrió cuando Jerusalén fue librada de los ejércitos de Senaquerib,
y se repetirá cuando los santos sean libertados en ocasión de la segunda venida
de Cristo. Escriba... pesador del tributo. ¿Dónde estaban los
escribas asirios que determinaban el tributo que debía exigirse de cada
infortunada víctima? ¿Dónde estaban lo que recibían el tributo y los señores
del asedio? Todos habían desaparecido, y todo estaba en paz. De la misma
manera, cuando. venga Cristo por segunda vez los fieles se regocijarán por la
liberación de manos de aquellos que tan recientemente habían procurado
matarlos.
19. Pueblo orgulloso. O "insolente". Los orgullosos e insolentes invasores asirios, con su lengua extraña y
comportamiento cruel, desaparecerían. En vez de ver a los asirios, verían
"al Rey en su hermosura" (vers. 17). Cf. Exo. 14: 13.
20. Mira a Sión. Los invasores
enemigos se han retirado; todo peligro ha desaparecido; la santa ciudad está en
paz. Compárese con la descripción de Joel 3: 16-20.
Fiestas solemnes. Ver com. Lev. 23: 2. Eran Las fiestas solemnes de Jehová.Las "fiestas solemnes" anuales (Núm. 29: 39) son seis: (1) la pascua (Núm. 28: 16); (2) la fiesta de los panes sin levadura (Núm. 28: 17); (3) "la fiesta de la siega", "la fiesta de las semanas" o Pentecostés (Exo. 23:16; 34: 22; Núm. 28:26; Hech.2:1); (4) la fiesta de las trompetas (Núm. 29: 1); (5) el día de la expiación (Núm. 29: 7); (6) la "fiesta de la cosecha", la "fiesta de los tabernáculos" o de las cabañas (Exo. 23: 16; Lev. 23: 34; Núm. 29: 12).
Junto
con estas seis fiestas se celebraban siete días de "santa
convocación": el primero y
últimos días de la Fiesta de los panes sin levadura (Núm. 28: 18, 25); el día
de las primicias (Núm. 28:26); la fiesta de las trompetas (Núm. 29: 1); el día
de la expiación (Núm. 29: 7); y el primero y último días de la fiesta de los
tabernáculos (Lev. 23: 35, 36).
La
palabra traducida "fiesta" en este capítulo viene de uno de los dos
vocablos hebreos siguientes: (1) Mo'ed, una reunión señalada (por ejemplo se
usa en Lev. 23: 2,4, 37; Núm. 29: 39). (2)Jag, una fiesta (se usa por ejemplo
en Lev. 23: 6, 34, 39,41; Núm. 28: 17; 29: 12). Algunas veces estas
dos palabras se emplean en forma intercambiable, aunque mo'ed recalca el tiempo
de la fiesta, "vuestras fiestas" (Núm. 29: 39). Jag hace resaltar el
carácter de la fiesta. Jag se deriva de un verbo que tiene como uno de sus
sentidos posibles: "realizar un peregrinaje", "hacer un viaje
hacia un objeto de reverencia". La palabra árabe relacionada
hadj describe el sagrado peregrinaje a la Meca. En la lista de las
"Fiestas solemnes" anuales, es de notar que sólo se aplica Jag a tres
de ellas: la fiesta de los panes sin levadura, la fiesta de las primicias, y la
fiesta de los tabernáculos. "Tres veces en el año me celebraréis
fiesta" [Jag] (Exo. 23: 14). A fin de celebrar estas fiestas, todos los
varones debían comparecer "delante de Jehová tu Dios en el lugar que él
escogiera" (Deut. 16: 16). Hasta allí debían "hacer
peregrinaje".
Por
lo tanto, no existe contradicción entre la declaración de Exo. 23: 14, deque
los israelitas debían celebrar fiesta "tres veces en el año", y la
enumeración levítica de seis fiestas anuales (cf. Núm. 28,
29). Cada una de estas seis fiestas era un mo'ed, pero tres de ellas
se designan también como Jag. Es decir que había seis mo'ed, pero
sólo tres jag. Estas tres eran "fiestas o festivales de
peregrinaje" (International Standard Bible Encyclopedia).
Aunque
la pascua con propiedad podría considerarse como una "fiesta" o mo'ed
aparte, también se la puede considerar como parte de la fiesta de los panes sin
levadura. El cordero pascual era degollado el día 14 del primer mes,
y comido esa misma noche, al comienzo del día 15, primer día de la fiesta de
los panes sin levadura. La pascua y la fiesta de los panes sin levadura eran en
realidad dos partes de un todo, y en algunos casos se las consideraba así (Eze.
45: 21). En vista de esto, podríamos hablar de cinco fiestas anuales
y no de seis.
21. Arroyos muy anchos. Una descripción
de la fertilidad y la hermosura de la tierra prometida renovada: el
"río" y las "corrientes" que "alegran la ciudad de
Dios" (Sal. 268 46: 4). Compárese con el río de Ezequiel 47. No
andará galera de remos. Ninguna embarcación enemiga surcaría sus ríos
(Eze. 47: 1; Joel 3: 18; Zac. 14: 8; Apoc. 22: 1).
23. Tus cuerdas. Se continúa con
la imagen del vers. 21. El enemigo es como una nave cuyas cuerdas están flojas,
cuyo mástil se bambolea y cuyas velas son inútiles. La hora de la
victoria para los santos es la hora de vergüenza y derrota para sus enemigos. Los
"cojos", que no suelen tomar parte en el servicio militar, se
convierten en los vencedores que despojan a sus enemigos.
24. Estoy enfermo. No habrá
enfermedad física ni espiritual en la tierra renovada (Jer. 31:34). También
aparecen juntos la curación de la enfermedad y el perdón del pecado en Sal.
103: 3; Mat. 9: 2, 6. Cristo es quien sana las dolencias físicas y espirituales
del hombre. (4CBA) Ministerio Hno. Pio
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