lunes, 28 de septiembre de 2020

349. EL REY EZEQUÍAS DICE: “EL QUE VIVE ALABA A DIOS, NO LOS MUERTOS” (Isaías 38:17-22).

Una mezcla de sentimientos se da en la vida de Ezequías al saber que morirá. (Tenía 39 años, cuando se dio esta prueba. Porque el comienza a reinar a los 25 años, y reinó 29 años). Pero, no cesa en su lucha por la vida.

17 He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, más a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados. 18 Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad. 19 El que vive, el que vive, éste te dará alabanza, como yo hoy; el padre hará notoria tu verdad a los hijos. 20 Jehová me salvará; por tanto cantaremos nuestros cánticos en la casa de Jehová todos los días de nuestra vida. 21 Y había dicho Isaías: Tomen masa de higos, y pónganla en la llaga, y sanará. 22 Había asimismo dicho Ezequías: ¿Qué señal tendré de que subiré a la casa de Jehová? (Isaías 38).

17. En La Paz. "Paz" en el más amplio sentido: "todo lo que es bueno para mí" o "lo que es para mi bienestar".  La aflicción -"amargura grande" - que había traído tanta angustia a Ezequías no era para su mal sino para su beneficio. Dios lo observaba con tierna compasión y lo sacó del hoyo de la corrupción. El amor divino fue lo que lo salvó de la muerte. "Entonces mi amargura se trocará en bienestar" (BJ). Todos Mis Pecados. La curación física era evidencia tangible de la curación del alma. El perdón divino no es sólo una transacción legal que libera al hombre de tener que pagar la condena por sus faltas pasadas; es un poder transformador que restaura y fortalece la naturaleza espiritual del hombre y lo forma de nuevo a la imagen moral de su Creador.

18. Seol. La muerte provoca la completa cesación de todo pensamiento y de toda actividad (ver com. Sal. 115:17; 146:4; Ecl. 9:5). Lo que más perturbaba a Ezequías era la idea de que en la muerte ya no podría agradecer a Dios ni alabarlo (Sal. 6:5; 30: 9; 88:10 -11; 115:17).

19. Hará notoria tu verdad. La gratitud inspiró a Ezequías a hablar a otros de la fidelidad y la bondad de Dios.

20. Me salvará. El reconocimiento de que Dios salvaría a Ezequías lo indujo a expresar en este salmo el arrebato de gozo que sentía (ver com. vers. 9). Cantaremos. El resto del versículo es una especie de posdata en la cual se afirma cuál había sido el propósito de Ezequías al componer ese salmo y su intención en cuanto a la forma de usarlo.

21. Masa De Higos. O sea, una cataplasma de higos (ver com. 2 Rey. 20: 7). El Señor podría haber sanado a Ezequías sin que se empleara la masa de higos, pero cuando existen remedios naturales Dios desea que se los emplee para la curación de las enfermedades. El emplear estos remedios no demuestra falta de fe; por el contrario, el negarse a hacerlo es presunción, y revela una falta de buen juicio.

22. Señal. Ver com. 2 Rey. 20: 8. Por medio de Isaías, el Señor ya le había dicho a Ezequías que sanaría, y que al tercer día podría ir a la casa de Jehová (2 Rey. 20: 5). 

Ver Isa. 38: 7-8 para encontrar un comentario más amplio acerca de este tipo de señal. 4CBA/Ministerio Hno. Pio

 

 

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