sábado, 12 de septiembre de 2020

314. CAMBIO DE TESOREROS (Isaías 22:15-25).

En medio de la apostasía del pueblo, los líderes no estaban exentos. Ése el caso de un funcionario muy importante del reino, llamado Sebna. Que, en vez de ser un Padre, que vela por las necesidades de su pueblo; olvidó ese privilegio y se privilegió a sí mismo. Por lo cual, cae en desagrado de Dios y promete que sería cambiado, y humillado al ser llevado cautivo en su carroza de lujo que se hizo, hacia tierras lejanas.

El funcionario que asumiría su lugar en el cargo de tesorero, tendría mejores atributos, y sería conforme a la voluntad de Dios.

¡Qué lección podemos sacar de éste capítulo! “Cuando nuestra vida está decidida en lo que hacemos; no hay poder que pueda cambiarnos. El fin es solo la destrucción y la muerte”. ¡Qué triste fin para los que conocieron alguna vez los caminos de Dios! Debería hacernos reevaluar día a día nuestra vida en el Señor. “Cuanto más alto nuestra posición, es más grande nuestra responsabilidad ante Dios y su pueblo. Pero leamos esta parte final de éste capítulo. 

15 Jehová de los ejércitos dice así: Ve, entra a este tesorero, a Sebna el mayordomo, y dile: 16 ¿Qué tienes tú aquí, o a quién tienes aquí, que labraste aquí sepulcro para ti, como el que en lugar alto ¡Labra su sepultura, o el que esculpe para sí morada en una peña? 17 He aquí que Jehová te transportará en duro cautiverio, y de cierto te cubrirá el rostro. 18 Te echará a rodar con ímpetu, como a bola por tierra extensa; allá morirás, y allá estarán los carros de tu gloria, oh vergüenza de la casa de tu señor. 19 Y te arrojaré de tu lugar, y de tu puesto te empujaré. 

20 En aquel día llamaré a mi siervo Eliaquim hijo de Hilcías, 21 y lo vestiré de tus vestiduras, y lo ceñiré de tu talabarte, y entregaré en sus manos tu potestad; y será padre al morador de Jerusalén, y a la casa de Judá. 22 Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá. 23 Y lo hincaré como clavo en lugar firme; y será por asiento de honra a la casa de su padre. 24 Colgarán de él toda la honra de la casa de su padre, los hijos y los nietos, todos los vasos menores, desde las tazas hasta toda clase de jarros. 25 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, el clavo hincado en lugar firme será quitado; será quebrado y caerá, y la carga que sobre él se puso se echará a perder; porque Jehová habló. (Isaías 22).

15. A Sebna. Sebna era el tesorero. Esta posición era una de las más importantes en el reino. Posiblemente era virrey, y actuaba en lugar del rey, en todos los asuntos importantes del Estado, entre los cuales pueden haberse incluido las finanzas nacionales, los asuntos internos y la responsabilidad de atender la casa real. Como regente, Jotam había estado a "cargo del palacio" (2 Rey. 15: 5).

16. Sepulcro. Isaías estaba indignado por la arrogancia de Sebna. Parece que hacía poco había subido al poder, se había enriquecido y aún no tenía una tumba familiar donde enterrar a sus antepasados. Por lo tanto decidió construir una tumba nueva y elegante, para que lo honraran en su importante cargo y para asegurarse un lugar en el recuerdo de las generaciones futuras. En vez de dedicar sus esfuerzos para salvar a la nación en ese tiempo de peligro, le era más importante promover sus intereses personales. En los alrededores de Jerusalén son comunes las tumbas labradas en la roca, similares a las que Sebna estaba haciendo construir para él.

El Prof. N. Avigad ha identificado la tumba de Sebna como una que se encuentra en la ladera del monte de los Olivos, descubierta hace muchos siglos, y de la cual fue llevada una inscripción al Museo Británico. Esta inscripción, escrita en el estilo de la época de Ezequías, dice: "Este es [el sepulcro de Sheban] yahu, quien está sobre la casa. Aquí no hay plata ni oro, sino con él [sus huesos] y los huesos de su sierva esposa. ¡Maldito el hombre que lo abra!" (Los corchetes indican la restauración conjetural de las porciones del texto que están incompletas y son ilegibles.)

17. Te Transportará. Heb. "Jehová te lanzará con gran lanzamiento". Sebna no ocuparía la tumba, sino que perecería en un país extranjero.

18. Te Echará A Rodar. Isaías describe en forma más gráfica el fin de Sebna. Tierra extensa. Quizá Mesopotamia. Carros. La debilidad de Sebna era su orgullo manifiesto. Había adquirido una espléndida carroza que, sin embargo, habría de acompañarlo al cautiverio.

19. Te Arrojaré. El Señor quitaría a Sebna de su honroso cargo. Cuando vinieron los mensajeros de Senaquerib a Jerusalén, otro (ver com. vers. 21) ya ocupaba su puesto como "mayordomo", mientras él desempeñaba el cargo inferior de escriba (cap. 36: 22).

20. Mi Siervo Eliaquim. Hasta ahora no se había mencionado a Eliaquim, y nada se sabe de su actuación anterior.

21. Lo Vestiré. A Eliaquim se le daría el puesto de Sebna, junto con las vestiduras y el talabarte, símbolos de su cargo. Esta predicción no tardó cumplirse (Isa. 36: 22; cf. Prov. 16:18; Dan. 4: 37; Luc. 14: 11). Será Padre. A diferencia de Sebna, Eliaquim ejercería sabiamente su cargo, gobernando para bien del pueblo, como "padre" para ellos en la hora de necesidad. Nada se sabe de sus actividades posteriores, excepto que fue el jefe de la delegación que atendió a los enviados de Senaquerib que fueron a exigir la rendición de Jerusalén (cap. 36: 11, 22).

22. La Llave. Como mayordomo real, Eliaquim llevaría las llaves del palacio real.

23. Como Clavo. O "clavija" (BJ), ya fuera para asegurar una tienda al suelo ("como estaca" [BC]) o un gancho donde colgar diversos enseres domésticos. Aquí parece emplearse en este segundo sentido, como símbolo de algo firme y seguro, en lo cual se puede confiar.

Asiento De Honra. Eliaquim sería una honra para la casa de su padre, humilde hasta ese momento. Es el Señor quien eleva a los pobres y humildes a puestos de confianza y honor (1 Sam. 2: 7-8; ver com. Luc. 14: 11).

24. Toda La Honra. Heb. "todo el peso (u honor)". Sigue empleándose la figura del clavo del cual pueden colgarse diversos objetos.

25. Será Quebrado Y Caerá. Este versículo ha dado lugar a muchos debates. Algunos piensan que se aplica a Eliaquim quien, a pesar de todo lo bueno que hasta este punto se dijo de él, finalmente demostraría que era indigno, así como lo había sido su predecesor, y por eso sería quitado de su cargo de confianza y honra. Otros piensan que estas palabras no pueden aplicarse a Eliaquim, porque parece inapropiado que, sin explicación alguna, una predicción de vergüenza siguiera tan de cerca a otra de honra. En este versículo se 232 encuentra el clímax de un solemne mensaje pronunciado contra Judá y Jerusalén (ver com. ver. 1). Esta parte del mensaje puede referirse a la nación en general, y no a Eliaquim en forma personal. Ese clavo sería quitado; lo que allí estuviera colgado, caería, y el fin sería desgracia y rutina. Tal en realidad la suerte de Jerusalén, de Judá y de todos aquellos contra cuyas orgías y banqueteos se pronunció esta profecía. 4CBA/Ministerio Hno. Pio

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