En medio de la apostasía del pueblo, los líderes no estaban exentos. Ése
el caso de un funcionario muy importante del reino, llamado Sebna. Que, en vez
de ser un Padre, que vela por las necesidades de su pueblo; olvidó ese
privilegio y se privilegió a sí mismo. Por lo cual, cae en desagrado de Dios y promete
que sería cambiado, y humillado al ser llevado cautivo en su carroza de lujo
que se hizo, hacia tierras lejanas.
El funcionario que asumiría su lugar en el cargo de tesorero, tendría mejores
atributos, y sería conforme a la voluntad de Dios.
¡Qué lección podemos sacar de éste capítulo! “Cuando nuestra vida está decidida en lo que hacemos; no hay poder que pueda cambiarnos. El fin es solo la destrucción y la muerte”. ¡Qué triste fin para los que conocieron alguna vez los caminos de Dios! Debería hacernos reevaluar día a día nuestra vida en el Señor. “Cuanto más alto nuestra posición, es más grande nuestra responsabilidad ante Dios y su pueblo. Pero leamos esta parte final de éste capítulo.
15 Jehová de los ejércitos dice así: Ve, entra a este tesorero, a Sebna el mayordomo, y dile: 16 ¿Qué tienes tú aquí, o a quién tienes aquí, que labraste aquí sepulcro para ti, como el que en lugar alto ¡Labra su sepultura, o el que esculpe para sí morada en una peña? 17 He aquí que Jehová te transportará en duro cautiverio, y de cierto te cubrirá el rostro. 18 Te echará a rodar con ímpetu, como a bola por tierra extensa; allá morirás, y allá estarán los carros de tu gloria, oh vergüenza de la casa de tu señor. 19 Y te arrojaré de tu lugar, y de tu puesto te empujaré.
20 En aquel día llamaré a mi siervo Eliaquim hijo de Hilcías, 21 y
lo vestiré de tus vestiduras, y lo ceñiré de tu talabarte, y entregaré en sus
manos tu potestad; y será padre al morador de Jerusalén, y a la casa de
Judá. 22 Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá,
y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá. 23 Y lo hincaré como clavo en
lugar firme; y será por asiento de honra a la casa de su padre. 24
Colgarán de él toda la honra de la casa de su padre, los hijos y los nietos,
todos los vasos menores, desde las tazas hasta toda clase de jarros. 25 En
aquel día, dice Jehová de los ejércitos, el clavo hincado en lugar firme será
quitado; será quebrado y caerá, y la carga que sobre él se puso se echará a
perder; porque Jehová habló. (Isaías 22).
15. A Sebna. Sebna era el tesorero. Esta
posición era una de las más importantes en el reino. Posiblemente era virrey, y
actuaba en lugar del rey, en todos los asuntos importantes del Estado, entre
los cuales pueden haberse incluido las finanzas nacionales, los asuntos
internos y la responsabilidad de atender la casa real. Como regente, Jotam
había estado a "cargo del palacio" (2 Rey. 15: 5).
16. Sepulcro. Isaías estaba indignado por
la arrogancia de Sebna. Parece que hacía poco había subido al poder, se había
enriquecido y aún no tenía una tumba familiar donde enterrar a sus antepasados.
Por lo tanto decidió construir una tumba nueva y elegante, para que lo honraran
en su importante cargo y para asegurarse un lugar en el recuerdo de las
generaciones futuras. En vez de dedicar sus esfuerzos para salvar a la nación
en ese tiempo de peligro, le era más importante promover sus intereses
personales. En los alrededores de Jerusalén son comunes las tumbas labradas en
la roca, similares a las que Sebna estaba haciendo construir para él.
El Prof. N. Avigad ha identificado la tumba de Sebna como una que se
encuentra en la ladera del monte de los Olivos, descubierta hace muchos siglos,
y de la cual fue llevada una inscripción al Museo Británico. Esta inscripción,
escrita en el estilo de la época de Ezequías, dice: "Este es [el sepulcro
de Sheban] yahu, quien está sobre la casa. Aquí no hay plata ni oro, sino con
él [sus huesos] y los huesos de su sierva esposa. ¡Maldito el hombre que lo
abra!" (Los corchetes indican la restauración conjetural de las porciones
del texto que están incompletas y son ilegibles.)
17. Te Transportará. Heb.
"Jehová te lanzará con gran lanzamiento". Sebna no ocuparía la tumba,
sino que perecería en un país extranjero.
18. Te Echará A Rodar. Isaías describe
en forma más gráfica el fin de Sebna. Tierra extensa. Quizá
Mesopotamia. Carros. La debilidad de Sebna era su orgullo
manifiesto. Había adquirido una espléndida carroza que, sin embargo, habría de
acompañarlo al cautiverio.
19. Te Arrojaré. El Señor
quitaría a Sebna de su honroso cargo. Cuando vinieron los mensajeros de
Senaquerib a Jerusalén, otro (ver com. vers. 21) ya ocupaba su puesto como
"mayordomo", mientras él desempeñaba el cargo inferior de escriba
(cap. 36: 22).
20. Mi Siervo Eliaquim. Hasta ahora no
se había mencionado a Eliaquim, y nada se sabe de su actuación anterior.
21. Lo Vestiré. A Eliaquim se
le daría el puesto de Sebna, junto con las vestiduras y el talabarte, símbolos
de su cargo. Esta predicción no tardó cumplirse (Isa. 36: 22; cf. Prov. 16:18;
Dan. 4: 37; Luc. 14: 11). Será Padre. A diferencia de Sebna,
Eliaquim ejercería sabiamente su cargo, gobernando para bien del pueblo, como
"padre" para ellos en la hora de necesidad. Nada se sabe de sus
actividades posteriores, excepto que fue el jefe de la delegación que atendió a
los enviados de Senaquerib que fueron a exigir la rendición de Jerusalén (cap.
36: 11, 22).
22. La Llave. Como mayordomo real,
Eliaquim llevaría las llaves del palacio real.
23. Como Clavo. O
"clavija" (BJ), ya fuera para asegurar una tienda al suelo
("como estaca" [BC]) o un gancho donde colgar diversos enseres
domésticos. Aquí parece emplearse en este segundo sentido, como símbolo de algo
firme y seguro, en lo cual se puede confiar.
Asiento De Honra. Eliaquim sería
una honra para la casa de su padre, humilde hasta ese momento. Es el Señor
quien eleva a los pobres y humildes a puestos de confianza y honor (1 Sam. 2:
7-8; ver com. Luc. 14: 11).
24. Toda La Honra. Heb. "todo
el peso (u honor)". Sigue empleándose la figura del clavo del cual pueden
colgarse diversos objetos.
25. Será Quebrado Y Caerá. Este versículo
ha dado lugar a muchos debates. Algunos piensan que se aplica a Eliaquim quien,
a pesar de todo lo bueno que hasta este punto se dijo de él, finalmente
demostraría que era indigno, así como lo había sido su predecesor, y por eso
sería quitado de su cargo de confianza y honra. Otros piensan que estas
palabras no pueden aplicarse a Eliaquim, porque parece inapropiado que, sin
explicación alguna, una predicción de vergüenza siguiera tan de cerca a otra de
honra. En este versículo se 232 encuentra el clímax de un solemne mensaje
pronunciado contra Judá y Jerusalén (ver com. ver. 1). Esta parte del mensaje
puede referirse a la nación en general, y no a Eliaquim en forma personal. Ese
clavo sería quitado; lo que allí estuviera colgado, caería, y el fin sería
desgracia y rutina. Tal en realidad la suerte de Jerusalén, de Judá y de todos
aquellos contra cuyas orgías y banqueteos se pronunció esta profecía.
4CBA/Ministerio Hno. Pio
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