Isaías 17. Esta vez el juicio, es para Damasco y Israel. Por ser
aliados, en su lucha contra el pueblo Judá. (Vers. 1-5). Amenazas contra Siria
e Israel. (6-8). Un remanente rechazará la idolatría. (9-11). El resto sufrirá
calamidades por su impiedad. (12-14). Ayes sobre los enemigos de Israel.
1 PROFECÍA sobre Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y
será montón de ruinas. 2 Las ciudades de Aroer están desamparadas, en
majadas se convertirán; dormirán allí, y no habrá quien los espante. 3 Y
cesará el socorro de Efraín, y el reino de Damasco; y lo que quede de Siria
será como la gloria de los hijos de Israel, dice Jehová de los
ejércitos. 4 En aquel tiempo la gloria de Jacob se 218 atenuará, y se
enflaquecerá la grosura de su carne. 5 Y será como cuando el segador
recoge la mies, y con su brazo siega las espigas; será también como el que
recoge espigas en el valle de Refaim.
6 Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el olivo; dos o tres
frutos en la punta de la rama, cuatro o cinco en sus ramas más fructíferas,
dice Jehová Dios de Israel. 7 En aquel día mirará el hombre a su Hacedor,
y sus ojos contemplarán al Santo de Israel. 8 Y no mirará a los altares
que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los
símbolos de Asera, ni a las imágenes del sol.
9 En aquel día sus ciudades fortificadas serán como los frutos que
quedan en los renuevos y en las ramas, los cuales fueron dejados a causa de los
hijos de Israel; y habrá desolación. 10 Porque te olvidaste del Dios de tu
salvación, y no te acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás
plantas hermosas, y plantarás sarmiento extraño. 11 El día que las
plantes, las harás crecer, y harás que su simiente brote de mañana; pero la
cosecha será arrebatada en el día de la angustia, y del dolor desesperado.
12 ¡Ay! multitud de muchos pueblos que harán ruido como estruendo del mar, y murmullo de naciones que harán alboroto como bramido de muchas aguas. 13 Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo delante del torbellino. 14 Al tiempo de la tarde, he aquí la turbación, pero antes de la mañana el enemigo ya no existe. Esta es la parte de los que nos aplastan, y la suerte de los que nos saquean. (Isaías 17).
1. Profecía Sobre Damasco. Los vers. 1-11
constituyen un mensaje dirigido contra Damasco e Israel. Se recordará que en
los días de Acaz, Siria estaba unida con Israel en una alianza contra Judá, y
que Isaías había predicho la derrota tanto de Siria como de Israel (cap. 7:
1-16). Esta profecía presenta castigos más extensos.
Dejará De Ser Ciudad. Damasco habría
de recibir un fuerte golpe, y ya no sería más contada entre las grandes
ciudades del mundo. Por algún tiempo la ciudad pareció haber estado en ruinas,
pero posteriormente fue reconstruida, pues un siglo más tarde Jeremías
pronunció otros mensajes contra ella (Jer 49: 23 - 27).
2. Las Ciudades De Aroer. En Siria no se
conoce ningún distrito con este nombre, aunque en territorio israelita, al este
del Jordán, había una ciudad llamada Aroer (Núm. 32: 34; Deut. 2: 36; 3: 12;
Jos. 13: 25; 2 Sam. 24: 5). Quizá para evitar esta aparente dificultad, o tal
vez siguiendo algún otro texto hebreo, la LXX traduce todo el versículo como si
hablara de Damasco: "Abandonada para siempre, para guarida de rebaños y
descanso y no habrá perseguidor". Las ciudades dentro del territorio
designado serían tan completamente destruidas, que de allí en adelante los
rebaños pastarían dentro del recinto que una vez ocupara una floreciente
ciudad.
3. De Efraín. Efraín (el reino del norte,
Israel) está aún ligado a Siria en el pensamiento del profeta. Así como las dos
naciones se habían unido para atacar a Judá (2 Rey. 16: 5; Isa. 7: 1-2), así
también habrían de sufrir un castigo común decretado por el Señor (ver com.
Isa. 7: 4, 7, 16). La Gloria. La gloria de Israel era efímera
y pronto se acabaría. Lo mismo podía decirse del remanente de Siria.
4. Jacob. Aquí evidentemente se hace
referencia a Efraín, el reino del norte. Las diez tribus se extinguirían. Por
lo tanto, este mensaje debe haber sido presentado antes del año 723/722 a.C.,
fecha cuando el reino del norte llegó a su fin (ver t. II, pp. 87, 163).
5. El Segador. Ahora se usa otra imagen,
la de un segador que recoge el grano del campo (ver Lev. 2: 14). Del mismo
modo, las ciudades de Israel serían segadas por el cruel invasor asirio. Valle
De Refaim. Este era el pedregoso pero fértil "valle de los
gigantes", al sur de Jerusalén, camino de Belén (ver com. Jos. 15: 8).
6. Rebuscos. Aunque la palabra hebrea
empleada aquí 'oleloth, puede significar también el "rebusco" de las
uvas, es obvio que aquí se refiere a la cosecha de aceitunas. Es 219 clara la
idea de un remanente que escapará de la destrucción general, en este caso de un
remanente de Israel. Aunque la nación toda fuera azotada con un castigo
devastador, unos pocos escaparían así como quedan unas pocas aceitunas en las
ramas más altas, aun cuando se sacuda violentamente el árbol. Este concepto de
un remanente aparece vez tras vez en Isaías (cap. 10: 20- 22; 11: 11, 16; 37:
4, 32). El "remanente" es siempre un grupo de personas que sobrevive
al tiempo del castigo divino sobre Judá por sus transgresiones. Es posible que
el remanente ha aprendido a obedecer y se puede confiar que permanecerá leal a
Dios.
7. Mirará… A Su Hacedor. El castigo no
sería en vano, porque haría que el ferviente y sincero levantara sus ojos a
Dios. El mensaje importante de Isaías al pueblo era: "¡Ved aquí al Dios
vuestro!" (cap. 40: 9). Quizá fuera necesario que sufrieran amarga
desilusión y desastre para que los hombres apartaran los ojos de las cosas
terrenales; pero los castigos del Señor finalmente los obligarían a apartar la
vista de sus ídolos para mirar al Creador.
8. Lo Que Hicieron Sus Dedos. Es decir, los
ídolos (Deut. 4: 28; Isa. 2: 8; 31: 7; 37: 19; Ose. 14: 3; Miq. 5: 13). Los
paganos buscaban ayuda en los dioses que ellos mismos habían hecho. Los hebreos
encontraban socorro en Dios, su Hacedor.
10. La Roca. Dios es la verdadera
defensa de su pueblo (Sal. 28: 1; 31: 2; 62: 2; 71: 3; 89:26; 95: 1). Después
de haberse apartado de Dios, el pueblo vanamente buscaría protección en sus
diversos ritos idolátricos.
Plantas Hermosas. Estas eran
plantas de trigo, cebada, o diversas clases de verduras o flores que se
plantaban en cestas o en jarros, y que se hacían germinar o crecer en forma
apresurada. Se las consideraba como símbolos del poder sobrenatural de los
dioses de la fertilidad. Por más poder que se les atribuyera a estas deidades
de la naturaleza, en realidad no tenían fuerza alguna, y no podían hacer nada
en favor de sus adoradores.
Sarmiento Extraño. Literalmente,
"sarmiento de extraño". Quizá deba entenderse "sarmiento de dios
extraño" (cf. Sal. 44: 20; 81: 9). Tal vez pueda referirse a algún ritual
del culto pagano, similar a las "plantas hermosas". En nota de pie de
página, la BJ interpreta que se refiere a los jardines de Adonis, dios de la
primavera.
11. La Cosecha. De estas
plantas, cuyo crecimiento era forzado, no podía esperarse ninguna cosecha
abundante. Así como brotaban rápidamente, también fácilmente se marchitarían.
Parece expresarse la idea de que la gente, después de apartarse de Dios, su
verdadera fuerza, buscaría en vano la fuerza en sus dioses de la fertilidad.
Esas deidades no les darían más que una cosecha de tristeza y decepción en el
día del peligro y la derrota.
12. Muchos Pueblos. No se designa
por nombre al pueblo contra quien se pronuncia este
ay. Indudablemente era algún enemigo del pueblo de Dios que lo
atacaría como las aguas de una gran inundación, amenazando anegarlo por
completo. Tal profecía había sido dada con referencia a Asiria (cap. 8: 7-8), y
es posible que en este pasaje también se haga referencia al mismo poder.
13. Dios Los Reprenderá. Aunque los
ejércitos asirios en los días de Senaquerib amenazaron con inundar
completamente a Judá, Jehová intervino (cap. 37: 36). En vez de ser derrotado
Israel, lo fue su enemigo.
El Tamo De Los Montes. Los símbolos
aquí empleados expresan bien la completa insignificancia y debilidad de los
ejércitos asirios frente al poder de Dios. En cierto momento avanzarían como
las impetuosas olas de un poderoso mar que amenazaran anegar el territorio de
Judá, pero que de pronto serían como tamo, o plantas de cardo, arrojados por el
viento. Polvo. Literalmente, "rueda". Se supone que
se trata del cáliz de un cardo (Gundelia tournefortii), que al secarse toma
forma de rueda.
14. Antes De La Mañana. La noche que
para Sión había comenzado con tinieblas y angustia, terminaría en victoria y
regocijo (cap. 37: 22-36). Que nos saquean. Según lo registran
sus anales, Senaquerib se llevó un gran botín de Judá durante su primera
invasión (ver t. II, p. 65). 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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