martes, 15 de septiembre de 2020

319. UN CÁNTICO DE ALABANZA (Isaías 25:1-5).

Es un cántico de alabanza. El profeta eleva su voz de gratitud al Señor por haber acabado con el reinado del pecado y establecido su glorioso reino, tal como se había anunciado        (en los capítulos 24: 23).

1 JEHOVA, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. 2 Porque convertiste la ciudad en montón, la ciudad fortificada en ruina; el alcázar de los extraños para que no sea ciudad, ni nunca jamás sea reedificado. 3 Por esto te dará gloria el pueblo fuerte, te temerá la ciudad de gentes robustas. 4 Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra el muro. 5 Como el calor en lugar, seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como calor debajo de nube harás marchitar el renuevo de los robustos.    (Isaías 25).

1. Te Exaltaré. Este capítulo, especialmente los vers. 1-5, es un cántico de alabanza.             El profeta eleva su voz de gratitud al Señor por haber acabado con el reinado del pecado y establecido su glorioso reino, tal como se había anunciado (cap. 24: 23).

Tus Consejos Antiguos. El plan para lograr la salvación del hombre no fue una idea tardía. Mucho antes de la creación del mundo, Dios y Cristo consideraron el plan que habría de seguirse en caso de que surgiera la emergencia del pecado. Entonces Cristo se ofreció a sí mismo y se transformó en el "Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo" (Apoc. 13: 8). Comenzó así el "consejo de paz" (Zac. 6: 13; PP 48) entre Cristo y el Padre para el bien de la humanidad perdida. El eterno propósito de Dios era que el hombre gozara de la vida, y para que este propósito se cumpliera fueron destinados todos los recursos del cielo (Isa. 46: 10).

2. La Ciudad. Quizá se refiere a Babilonia (ver com. cap. 14: 4; 24: 10), centro simbólico de las fuerzas del mal en el tiempo de Isaías. La Babilonia literal se levantó contra Jerusalén, y por medio de ese centro pagano, Satanás hizo grandes esfuerzos para dominar al mundo; pero la ciudad quedó reducida a un montón de ruinas. En relación con el cumplimiento de esta profecía en los días de Isaías, ver com. cap. 13: 19-22; 14: 4. En los días justamente antes de la segunda venida de Cristo, la Babilonia simbólica será destruida (Apoc. 18:10, 21).        

La destrucción de Babilonia simboliza la destrucción del poderío de Satanás. (ver com. Isa. 14: 4-23; Jer. 51: 24-26, 41, 53, 55, 64).

3. El Pueblo Fuerte. En el hebreo original los sustantivos "ciudad" (vers. 2) y "pueblo" (vers. 3) no llevan artículo. Por esta razón debe considerarse que la aplicación es más bien genérica, y no específica. Cuando Jehová destruyera la ciudad de Babilonia (ver com. vers. 2), otras naciones reconocerían su poder. Compárese con Apoc. 11: 8, 13, en donde se afirma que el castigo de la "grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto" dio como resultado que "los demás se aterrorizaran, y dieron gloria al Dios del cielo"; y con Sal. 76: 9-10, donde se dice que cuando Jehová se levante "para juzgar; 240 para salvar a todos los mansos de la tierra", la ira del hombre resultará en alabanza para Dios.

4. Fortaleza. La verdad aquí expresada se aplica a todas las ocasiones en las cuales Dios libra de sus opresores a los pobres y menesterosos. En tiempos de Isaías este pasaje se aplicó a la destrucción de los ejércitos de Senaquerib, que habían avanzado contra Jerusalén. En los días de Daniel se aplicó a la caída de Babilonia (ver com. cap. 14: 4-6), y cuando Cristo venga por segunda vez se aplicará a la destrucción de todas las potestades del maligno. 

El Turbión. La fuerza de las potencias del mal se compara con una violenta tempestad que golpea contra un muro.

5. Orgullo De Los Extraños. Esto es, "estrépito de extranjeros" (ver com. Exo. 12:19). Continúa el pensamiento de Isa. 25:4, pero se modifican las figuras empleadas. Aquí se compara a la opresión de los extranjeros con el calor sofocante de una prolongada sequía que quema los pastos y abrasa la tierra. 

Como Calor Debajo De Nube. El "calor" se desvanecerá con la "nube" refrescante que Dios coloca sobre su pueblo. El Renuevo De Los Robustos. Mejor, "el himno de los déspotas" (BJ), o "canción triunfal de los tiranos" (VM). La palabra hebrea zamir se traduce habitualmente como "canto" (Sal. 119: 54; Isa. 24:16; etc.). Cuando el Señor interviene, enmudece el cántico de estos crueles enemigos del pueblo de Dios. 4CBA

Ministerio Hno. Pio

 

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