Dios juzga a
los enemigos de su pueblo. nadie puede luchar contra el todopoderoso; lo sabio
es hacer la paz. Los planes que Dios tenia para Israel como nación era que sería
muy prospero, pero ante su fracaso fue sustituido por el nuevo Israel. (Rom.
11:11-12, 15-26).
1 EN AQUEL día Jehová
castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al
leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar. 2 En
aquel día cantad acerca de la viña del vino rojo. 3 Yo Jehová la guardo,
cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la
dañe. 4 No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y
cardos? Yo los hollaré, los quemaré a una. 5 ¿O forzará alguien mi
fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo. 6 Días vendrán
cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del
mundo llenará de fruto. (Isaías 27).
1.
Leviatán. Ver com. Job 41: 1; Sal. 74: 13-14. En la mitología
antigua cananea el "leviatán" era la serpiente de siete cabezas que
luchaba contra los dioses y las fuerzas del bien, y era considerada la
personificación de las fuerzas del mal. Antiguos textos cananeos hallados en
Ras Shamra (ver t. I, pp. 135-136) se refieren a un monstruo de siete cabezas,
"Lotán", que se cree que corresponde al "leviatán" bíblico
(Heb. liwyathan). En Tell Asmar, Mesopotamia, se encontró un sello cilíndrico
en el cual aparece un dragón de siete cabezas que es derrotado por dos héroes.
Estas y otras leyendas sugieren que los antiguos tenían un concepto confuso,
pero persistente, de la lucha entre el bien y el mal, cuyas tuerzas algunas
veces eran personificadas bajo la figura de un dragón o una serpiente. En la
Biblia, el dragón y la serpiente claramente se emplean para representar a
Satanás (Gén. 3: 15; cf. Apoc. 12: 3-4).
Por el contexto de la
descripción, el "leviatán" de Job parece ser un animal real (Job 41),
el cual por lo general se identifica con el cocodrilo. Refiriéndose a la
destrucción "el ejército egipcio en el Mar Rojo, el salmista dice que el
Señor quebrantó "las cabezas del leviatán" (Sal. 74:
13-14). Un cocodrilo de muchas cabezas sería un monstruo simbólico
muy adecuado para designar a Egipto. El cocodrilo abundaba en el Nilo. En Isa.
cap. 27, 30 y 31 se nombra repetidas veces a Egipto, y esto tiende a confirmar
la posición de que el "leviatán" es aquí, en primer término, un
símbolo de Egipto. Compárese también el "dragón" del cap. 27: 1 con
el de Eze. 29: 3; cf. cap. 32: 2,4.
En el Apocalipsis se
representa a Satanás como "un dragón escarlata, que tenía siete
cabezas" (Apoc. 12: 3). También se afirma que "Miguel y sus ángeles
luchaban contra el dragón", y que "fue lanzado fuera el gran dragón,
la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo
entero" (Apoc. 12: 7, 9). Al parecer, "aquel día" en que Jehová
matará al "leviatán" es el día cuando "Jehová sale de su lugar
para castigar al morador de la tierra por su maldad" (Isa. 26: 21). No hay
certeza de que puedan aplicarse las palabras de Isaías a Satanás.
2. La viña del
vino rojo. En el cap. 5: 1-7 Isaías entonó una endecha acerca
de Israel simbolización por una viña improductiva. Aquí el canto es mucho más
agradable, porque esta viña improductiva llena todo el mundo con su fruto (cap.
27: 6).
3. Yo Jehová la
guardo. El contraste entre esta viña y la anterior es notable.
En el cap. 5:1-7 el Señor quitó el vallado de la viña, la dejó desierta y
ordenó que no lloviera sobre ella. En ese caso se dijo precisamente que la viña
era "la casa de Israel, y los hombres de Judá" (cap. 5: 7). Aquí
parece entenderse lo mismo (cap. 27: 6). También Cristo compara a sus
discípulos con los sarmientos de una vid (Juan 15: 1-8).
4. No hay enojo
en mí. Dios no está airado con su viña. Espinos y
cardos. En la viña anterior los cardos y las espinas reemplazaron a la
vid original, y el Señor pronunció sentencia contra Israel (cap. 5: 6). Las
espinas y los cardos representan la obra del enemigo; Dios los consumirá con
fuego (Mat. 13: 30).
5. ¿O forzará
alguien mi fortaleza? Mejor, "o que se
acojan a mi amparo" (BJ); "a no ser 246 que se pongan bajo mi
protección" (NC). En el tiempo del conflicto, cuando el enemigo dirige sus
ataques contra el pueblo de Dios, se amonesta a la iglesia que busque
protección en Dios. Si la iglesia obedece, los esfuerzos del enemigo no tendrán
éxito; el pueblo de Dios habrá hecho la paz con él, y sabrá que Dios es su
amigo y no su enemigo; puede confiar en él, y en medio de las mayores pruebas
su alma puede reposar en paz. Estas palabras se aplican especialmente al tiempo
de angustia durante las siete últimas plagas, cuando Satanás hará todo lo que
pueda contra los santos.
6. Jacob. Es decir, Israel (ver com. Gén. 32: 28). Fruto. Cf.
com. Isa. 5: 2; Juan 15: 2-8. Dios deseaba que Israel llevara a todo el mundo
el conocimiento de la salvación (ver pp. 30-32). Cuando Israel fracasó como nación, esta tarea le fue encomendada al
Israel espiritual, la iglesia cristiana. La iglesia, compuesta de judíos y gentiles, es representada por ramas
injertadas que reemplazan a las ramas naturales del árbol de Israel, las cuales
fueron quebradas (Rom. 11:11-12, 15-26). 4CBA/Ministerio
Hno. Pio
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