jueves, 17 de septiembre de 2020

326. EL CUIDADO DE DIOS SOBRE SU VIÑA (Isaías 27:1-6).

Dios juzga a los enemigos de su pueblo. nadie puede luchar contra el todopoderoso; lo sabio es hacer la paz. Los planes que Dios tenia para Israel como nación era que sería muy prospero, pero ante su fracaso fue sustituido por el nuevo Israel. (Rom. 11:11-12, 15-26).

1 EN AQUEL día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar. 2 En aquel día cantad acerca de la viña del vino rojo. 3 Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe. 4 No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos? Yo los hollaré, los quemaré a una. 5 ¿O forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo. 6 Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto. (Isaías 27). 

1. Leviatán. Ver com. Job 41: 1; Sal. 74: 13-14. En la mitología antigua cananea el "leviatán" era la serpiente de siete cabezas que luchaba contra los dioses y las fuerzas del bien, y era considerada la personificación de las fuerzas del mal. Antiguos textos cananeos hallados en Ras Shamra (ver t. I, pp. 135-136) se refieren a un monstruo de siete cabezas, "Lotán", que se cree que corresponde al "leviatán" bíblico (Heb. liwyathan). En Tell Asmar, Mesopotamia, se encontró un sello cilíndrico en el cual aparece un dragón de siete cabezas que es derrotado por dos héroes. Estas y otras leyendas sugieren que los antiguos tenían un concepto confuso, pero persistente, de la lucha entre el bien y el mal, cuyas tuerzas algunas veces eran personificadas bajo la figura de un dragón o una serpiente. En la Biblia, el dragón y la serpiente claramente se emplean para representar a Satanás (Gén. 3: 15; cf. Apoc. 12: 3-4).

Por el contexto de la descripción, el "leviatán" de Job parece ser un animal real (Job 41), el cual por lo general se identifica con el cocodrilo. Refiriéndose a la destrucción "el ejército egipcio en el Mar Rojo, el salmista dice que el Señor quebrantó "las cabezas del leviatán" (Sal. 74: 13-14).  Un cocodrilo de muchas cabezas sería un monstruo simbólico muy adecuado para designar a Egipto. El cocodrilo abundaba en el Nilo. En Isa. cap. 27, 30 y 31 se nombra repetidas veces a Egipto, y esto tiende a confirmar la posición de que el "leviatán" es aquí, en primer término, un símbolo de Egipto. Compárese también el "dragón" del cap. 27: 1 con el de Eze. 29: 3; cf. cap. 32: 2,4.

En el Apocalipsis se representa a Satanás como "un dragón escarlata, que tenía siete cabezas" (Apoc. 12: 3). También se afirma que "Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón", y que "fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero" (Apoc. 12: 7, 9). Al parecer, "aquel día" en que Jehová matará al "leviatán" es el día cuando "Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad" (Isa. 26: 21). No hay certeza de que puedan aplicarse las palabras de Isaías a Satanás.

2. La viña del vino rojo. En el cap. 5: 1-7 Isaías entonó una endecha acerca de Israel simbolización por una viña improductiva. Aquí el canto es mucho más agradable, porque esta viña improductiva llena todo el mundo con su fruto (cap. 27: 6).

3. Yo Jehová la guardo. El contraste entre esta viña y la anterior es notable. En el cap. 5:1-7 el Señor quitó el vallado de la viña, la dejó desierta y ordenó que no lloviera sobre ella. En ese caso se dijo precisamente que la viña era "la casa de Israel, y los hombres de Judá" (cap. 5: 7). Aquí parece entenderse lo mismo (cap. 27: 6). También Cristo compara a sus discípulos con los sarmientos de una vid (Juan 15: 1-8).

4. No hay enojo en mí. Dios no está airado con su viña. Espinos y cardos. En la viña anterior los cardos y las espinas reemplazaron a la vid original, y el Señor pronunció sentencia contra Israel (cap. 5: 6). Las espinas y los cardos representan la obra del enemigo; Dios los consumirá con fuego (Mat. 13: 30).

5. ¿O forzará alguien mi fortaleza? Mejor, "o que se acojan a mi amparo" (BJ); "a no ser 246 que se pongan bajo mi protección" (NC). En el tiempo del conflicto, cuando el enemigo dirige sus ataques contra el pueblo de Dios, se amonesta a la iglesia que busque protección en Dios. Si la iglesia obedece, los esfuerzos del enemigo no tendrán éxito; el pueblo de Dios habrá hecho la paz con él, y sabrá que Dios es su amigo y no su enemigo; puede confiar en él, y en medio de las mayores pruebas su alma puede reposar en paz. Estas palabras se aplican especialmente al tiempo de angustia durante las siete últimas plagas, cuando Satanás hará todo lo que pueda contra los santos.

6. Jacob. Es decir, Israel (ver com. Gén. 32: 28). Fruto. Cf. com. Isa. 5: 2; Juan 15: 2-8. Dios deseaba que Israel llevara a todo el mundo el conocimiento de la salvación (ver pp. 30-32). Cuando Israel fracasó como nación, esta tarea le fue encomendada al Israel espiritual, la iglesia cristiana. La iglesia, compuesta de judíos y gentiles, es representada por ramas injertadas que reemplazan a las ramas naturales del árbol de Israel, las cuales fueron quebradas (Rom. 11:11-12, 15-26). 4CBA/Ministerio Hno. Pio


No hay comentarios:

Publicar un comentario