jueves, 3 de septiembre de 2020

296. BABILONIA SERÁ DESOLADA PARA SIEMPRE (Isaías 13:19-22).

Es la sentencia final contra babilonia, que dejaría de ser, y nunca volvería a habitarse. Babilonia recibe el mismo trato que dio a los pueblos en sus conquistas vers. 16. Además, Babilonia es un símbolo de la apostasía global y la institución de la mentira, que, en el fin del tiempo, seria juzgada, por el Dios del cielo. Apoc. 14:8-11; 17, 18. Así como juzgó a Babilonia, juzgará a los demás pueblos de la tierra que tuvieron algo que ver con el pueblo de Dios.

19 Y Babilonia, hermosura de reinos y ornamento de la grandeza de los caldeos será como Sodoma y Gomorra, a las que trastornó Dios. 20 Nunca más será habitada, ni se morará en ella de generación en generación; ni levantará allí tienda el árabe, ni pastores tendrán allí majada; 21 sino que dormirán allí las fieras del desierto, y sus casas se llenarán de hurones; allí habitarán avestruces, y allí saltarán las cabras salvajes. 22 En sus palacios aullarán hienas, y chacales en sus casas de deleite; y cercano a llegar está su tiempo, y sus días no se alargarán. (Isaías 13). 

19. Hermosura de reinos. No fue sino hasta un siglo después de Isaías que Babilonia, gobernada por la dinastía de los caldeos, alcanzó su máxima fama y logró renombre universal por su hermosura y esplendor.

Sodoma. Ver com. Gén. 19: 24. Jeremías, quien conoció a Babilonia en el apogeo de su poder, también predijo que su destrucción sería como la de Sodoma y Gomorra (ver Gen. 50: 40). Su asolamiento sería absoluto; nunca más sería reconstruida (Gen 51: 64). La Babilonia simbólica sufrirá igual suerte al fin del mundo (Apoc. 18: 21). Mientras vivía Isaías, la ciudad de Babilonia fue completamente destruida por Senaquerib (ver com. vers. 17), pero pronto sería reconstruida por Esarhadón, hijo de Senaquerib. Más tarde, cuando Nabucodonosor llegó a ser rey de Babilonia, la convirtió en una de las ciudades más hermosas de la antigüedad. Los medo-persas no destruyeron esta ciudad cuando la conquistaron en 539 a. C., sino que la hicieron su capital. Medio siglo más tarde, cuando la ciudad se rebeló, Jerjes la destruyó en parte. Después, nunca fue completamente reconstruida; pasó a ser una capital de Alejandro Magno después que éste la tomó en 33. Por lo tanto, la profecía de Isaías no se cumplió sino varios siglos después de su muerte.

Cuando Seleuco Nicátor (312-280 a. C.) reinó sobre la parte oriental del imperio de Alejandro (ver com. Dan. 7: 6), Babilonia perdió su importancia. Este rey fundó una nueva capital a orillas del Tigris, a unos 54 km al norte de Babilonia, en donde estaba Opis, y le puso el nombre de Seleucia en honor de sí mismo. Desde Babilonia, cuya preeminencia quedó así permanentemente destruida, se llevaron a la nueva ciudad los materiales de construcción y parte de los pobladores. Sin Embargo, Babilonia siguió teniendo cierta importancia durante unos 207 dos siglos más. En la época de Estrabón, alrededor del año 20 a. C., o poco después, la mayor parte de la ciudad se había transformado en una vasta desolación (Estrabón xvi. 1. 5), aunque todavía tenía habitantes. Durante el reinado de Trajano (98-117 d. C.), Babilonia estaba completamente en ruinas.

20. Nunca más será habitada. Cuando Babilonia fue finalmente destruida, quedó totalmente abandonada. Un siglo después de Isaías, Jeremías predijo algo similar (Jer. 51:37). Ni levantará allí tienda. Desde que Babilonia fue destruida en la antigüedad (ver com. vers. 19), su lugar no ha sido habitado de nuevo. Visitantes de épocas pasadas dijeron a veces que los beduinos de las proximidades evitaban acercarse a las ruinas movidos por un temor supersticioso que les inspiraba ese lugar. Bien pudo haber ocurrido esto, pero los beduinos actuales sólo dicen que las antiguas ruinas no ofrecen las condiciones necesarias para que allí more el hombre. Tal como ha ocurrido durante milenios, ahora no levanta "allí tienda el árabe".

Sin embargo, si los beduinos se instalaran entre las ruinas de la antigua Babilonia, esto no invalidaría la predicción de Isaías. El profeta no tenía tanto en cuenta los muros inexpugnables de Babilonia y sus majestuosos palacios, como su religión y cultura paganas y su poderío militar. Su impresionante cuadro de una ciudad abandonada y en ruinas declara enfáticamente que el arrogante imperio de aquel tiempo tenía que desaparecer de la tierra. Los siglos dan testimonio de la precisión de la profecía de Isaías, pues hoy sólo quedan ruinas de aquella civilización de la antigüedad. Cf. com. Eze. 26: 14. El árabe. Se emplea este vocablo para designar en forma genérica a las tribus nómadas de beduinos que vagan por el desierto al oriente de Palestina.

21. Las fieras. Al ser abandonada por los hombres, Babilonia se convirtió en habitación de animales salvajes. En lugar de ser habitada por hombres fuertes y mujeres hermosas, lo sería por fieras. Hurones. Heb. 'óaj, vocablo que sólo aparece aquí, y cuyo significado es incierto. Se cree que es un término onomatopéyico que alude al aullido de algún animal. Algunos piensan que se refiere al búho gigante. Las traducciones son diversas: "bestias aulladoras" (VM); "búhos" (NC); "mochuelos" (BJ).

Las cabras salvajes. Heb. s´a'ir, "peludo" o "velludo"; es el nombre comúnmente dado a cabras. El nombre Seir (Gén. 32: 3) deriva de la misma raíz. Este nombre luego se usó para referirse a demonios o divinidades mitológicas con apariencia de cabra (los sátiros); pero en este pasaje no hay evidencia alguna de que Isaías se refiera a demonios, sino a chivos o cabras. Las otras criaturas mencionadas en Isa. 13: 21-22 son animales literales. Sa'ir sencillamente significa "cabra salvaje".

22. Hienas y chacales. En lugar de escucharse la música alegre de las fiestas babilónicas, se escucharían entre las ruinas de los palacios antiguos los lúgubres aullidos de las hienas y los chacales. Cercano a llegar. La ciudad de Babilonia fue completamente destruida por Senaquerib en el año 689 a. C., mientras aún vivía el profeta Isaías (ver com. vers. 17 y 19); pero esta no fue su destrucción final, pues la ciudad fue reconstruida. 4CBA                    Ministerio Hno. Pio

 

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